Respeto por la tierra

Da la impresión de que hay palabras que han desaparecido del lenguaje habitual . Expresiones como «gratuidad, agradecimiento, donación, gratitud ..» Parecen palabras de otra época, como desaparecidas del imaginario colectivo. Ahora todo se explica en términos de beneficio, ganancias, pérdidas, mercado, propiedad … de tal modo, que el lenguaje coloniza nuestra manera de ver la vida.

Pero de vez en cuando, la vida colectiva experimenta una sacudida fuerte , que cambia hábitos y maneras de ver las cosas. Entonces vemos que lo que nos parecía fundamental, deja de serlo, y aquello a lo que no prestábamos atención, ahora es centro de interés. Si el lujo, la moda, la imagen, la competitividad … eran conceptos prioritarios, ahora lo es la salud, la convivencia, la ayuda, la solidaridad … ¿Qué ha pasado?

En la historia de la evolución de las especies, siempre que hay cambios en el entorno, las especies o tratan de adaptarse a la nueva situación, o corren el peligro de extinguirse. Por lo tanto es urgente una mentalidad de cambio. La lucha de todos contra todos, sólo nos puede llevar al desastre.

Hay que plantearse, ¿como se puede unir la voluntad política de todos los países del mundo? ¿Como aprender a vivir en paz entre nosotros y con la naturaleza? Hemos maltratado la Tierra, y como decía Leonardo Boff, la Tierra herida, grita.

El sistema instaurado por la revolución industrial, ha hecho su trabajo, sí, pero no se ha estado de promover modelos de explotación y expolio. Este camino no tiene futuro. El colapso es evidente. Hay un cambio. Conciliar el desarrollo industrial, con la protección ambiental . Deberíamos mirar con respeto a los pueblos indígenas, que tanto hemos despreciado y maltratado.

Partimos de la premisa injusta de la superioridad científica y moral de la tradición europea , y no prestamos atención a las culturas indígenas, sobre todo por su manera de entender la interacción entre el ser humano y el medio natural. Necesitaremos para el bien de las futuras generaciones, aprender a escuchar y acoger. Generar espacios de diálogo, y aprender a respetar a los otros, aunque piensen diferente de nosotros. Este respeto debe extenderse, en el mundo en que vivimos.

La Tierra nos ha sido dada como un regalo providencial . El ser humano tiene derecho a encontrar en ella su sostenimiento, pero no debe actuar de forma agresiva que perjudique el medio ambiente. Este regalo tan magnífico que gratuitamente hemos recibido, tiene por nuestra parte, una respuesta: respeto y agradecimiento .

Partimos de la premisa injusta de la superioridad científica y moral de la tradición europea, y no prestamos atención a las culturas indígenas, sobre todo por su manera de entender la interacción entre el ser humano y el medio naturalCLICK TO TWEET 

 

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