En la habitación, en Catalunya, existe un elefante que va haciendo destrozos con toda libertad sin que nadie quiera verlo. Esta situación es tan evidente como lo manifiesta el informe anual del Banco de España, el último del mandato de su presidente, Pablo Hernández de Cos, que finaliza en junio.
Este informe está teniendo un gran impacto. Varias son las razones.
Para empezar, el Banco de España tiene fama de disponer del mejor servicio de estudios del país y de realizar diagnósticos sin grandes sesgos partidistas ni corporativos, lo que en este tiempo es de un valor incalculable.
Ahora el informe, entre otras cosas importantes, pone de relieve los grandes factores críticos de la economía española y señala que el problema de las pensiones en España no está resuelto. Pero con certeza, que lo más espectacular que la sitúa bajo el foco, es la cuestión demográfica al hilo de la crisis de las pensiones.
Lo que dice el estudio es que ni siquiera recurriendo a una inmigración masiva, las pensiones estarían aseguradas en el horizonte de los 30 próximos años y eso es muy grave.
Señala las quiebras de las medidas adoptadas por el gobierno y propone de nuevas. Pero lo más relevante de todo es que esa palabra maldita que cuando se pronuncia da lugar a todo tipo de improperios, responde a la realidad en el caso de España; mucho más en el escenario de Cataluña. Esta palabra es el gran reemplazo.
se requeriría que dentro de tres décadas la población de trabajadores extranjeros alcanzara la cifra de 37 millones de personas
Para mantener la actual tasa de dependencia, es decir, la relación entre personas en edad de trabajar y jubiladas que está situada en el 26%, se requeriría que dentro de tres décadas la población de trabajadores extranjeros alcanzara la cifra de 37 millones de personas, que sería prácticamente el doble que la de los trabajadores autóctonos. Por tanto, el resultado de este gran flujo inmigratorio sería que para el conjunto de la población, considerando tanto activos como inactivos, los extranjeros representarían el 57% del total. El gran reemplazo sería evidente y, de hecho, habría empezado años antes a notarse.
En el caso de Cataluña, esta vez es mucho más cercano porque el punto de partida ya es crítico.
Mientras que en España en la actualidad existe un 17% de población extranjera, en Cataluña la cifra es del 23% y en Barcelona del 27%. Esto significa que el gran cambio se produciría en nuestro país en un plazo no demasiado superior a una década.
De todas formas, este flujo masivo de inmigrantes es difícil que llegue a darse en esa magnitud porque el Banco de España considera que habría que generar cada año unos 800.000 empleos.
Pero además señala un hecho que desde Converses vamos advirtiendo: no se puede compensar a un autóctono por un inmigrante porque su capital humano, sus aptitudes profesionales, son diferentes. Y su productividad también. Este gran flujo de población sería, según su estudio, inadecuado para responder a las necesidades de la transformación tecnológica de la economía española.
En cualquier caso, lo que es una evidencia es que sin llegar a aquellas cifras seguirán viniendo inmigrantes, lo que estimulará a los sectores de menor productividad de nuestra economía. Por ejemplo, el año pasado llegaron 675.000 regulares.
Todos estos datos tienen como contraste la baja natalidad en nuestro país.
Hemos pasado de 1,5 hijos por mujer en 2014 a 1,16 en 2022. En 2023 se registraron 396.000 nacimientos, la cifra más baja desde el final de la Guerra Civil, aunque la población es muy superior. También en ese año se ha producido la cifra más alta de defunciones y deberíamos remontarnos a 1941 para encontrar una magnitud similar, y además con una diferencia de pocos miles. Recordemos que hacía sólo 2 años que había terminado la Guerra Civil.
En este contexto, los abortos alcanzan los 100.000 casos, 1 por cada 3,9 nacimientos, lo que significa un fuerte impacto en pérdida de capital humano potencial del orden de 26.000 millones de euros, equivalente al 2% del PIB español. Para valorar esta cifra basta con recordar que la tasa de crecimiento medio en el actual siglo ha sido de 1,7% y que el crecimiento del PIB potencial será, según el Banco de España, entre el 1,3% y el 1,9%, con mayor probabilidad tendiendo a la cifra más baja.
Por si fuera poco, hay otro factor que también afecta al capital humano: la migración de talento joven en busca de mejores oportunidades laborales. Según el estudio del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y BBVA, el valor del capital humano perdido por la migración superó los 150.000 millones en el 2022.
Al mismo tiempo, es inexistente una política favorable a las familias con hijos, a la maternidad, a la infancia y a la formación de hogares jóvenes.
Todo ello configura una mezcla tremendamente explosiva que amenaza con destruir los fundamentos culturales, sociales y económicos del país. Es el elefante que circula por la habitación y que ningún partido ni gobierno español o autonómico quiere ver.
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La Charla-Conferencia por Zoom sobre la “Situación y perspectivas políticas de Cataluña. Elecciones del 12 de mayo” del miércoles 8 de mayo a las 19 h. a cargo del Sr. Jordi Alberich, economista, exdirector del Círculo de Economía y colaborador de El Periódico. Presentará el Sr. Josep Miró i Ardèvol.
Día: Miércoles, 8 de mayo de 2024
Hora: 19 h.
Puedes acceder a la sesión mediante este enlace Zoom:
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