El día 6 de octubre de 2022 se celebró en Praga la primera cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), que reúne a más de cuarenta países de Europa, todos menos Rusia y Bielorrusia. El lugar del encuentro fue el majestuoso castillo medieval que preside la ciudad de Praga, capital de la República Checa, entonces presidenta rotatoria de la UE (julio-diciembre de 2022).
El presidente francés, Emmanuel Macron, propuso la idea de una CPE en la reunión del Parlamento Europeo del 9 de mayo de 2022, en respuesta a las solicitudes de adhesión a la UE de Ucrania, Georgia y Moldavia.
Esta propuesta se hacía eco de una antigua recomendación del anterior presidente francés, François Mitterrand, consistente en crear una Confederación Europea. La propuesta francesa nació con el soporte alemán. La idea consiste en la creación de un espacio político europeo más allá de la UE. Pretende ser una solución para la incorporación de países que todavía no reúnen todos los criterios para la entrada formal en la UE.
La CPE nació no como una nueva institución europea, sino como una plataforma para la cooperación y un foro de debate al máximo nivel entre todos los países europeos, un espacio pensado para «fomentar el diálogo político y la cooperación» y «reforzar la seguridad, la estabilidad y la prosperidad del continente“.
La gran foto de familia en el castillo de Praga ejemplificó el aislamiento de Moscú en el escenario europeo e internacional. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, declaró entonces que «no es que queramos que Rusia no forme parte de Europa, es que Putin se ha situado fuera de la comunidad europea».
El día primero de junio de este año la CPE se ha reunido por segunda vez en la capital de Moldavia, donde han acudido unos 50 líderes europeos para tratar sobre seguridad europea, particularmente la guerra de Ucrania, pero también sobre el conflicto continuado entre Armenia y Azerbaiyán y las tensiones crecientes en los Balcanes. En octubre de este año la CPE se reunirá en Granada, en el marco de la presidencia rotatoria española de la UE (julio-diciembre de 2023).
Según el director del Brussels Institute for Geopolitics, Hans Kribbe, “La CPE es el Davos para primeros ministros y parece que les gusta. No existe ningún otro foro en Europa que ofrezca una plataforma y una libertad similares. Para Moldavia esta cumbre (CPE) significa una enorme oportunidad para proyectar y asegurar su identidad. El mensaje a Rusia está claro: nosotros no estamos solos. Nuestro hogar es Europa. El resultado más importante de la cumbre será la fotografía familiar“.
El sociólogo de la comunicación, McLuhan, es autor de una famosa frase: «el medio es el mensaje».
En la diplomacia internacional la geografía es el mensaje, y la cumbre de la CPE, recién celebrada en Moldavia, con participación de los líderes de 46 países europeos y las dos excepciones de Rusia y Bielorrusia, ha sido una declaración geopolítica de unidad ante la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania.
De los países invitados sólo fue baja de última hora el líder turco Erdogan, recién reelegido presidente de Turquía. Su fotografía ante el castillo medieval de Mimi realzó, una vez más, la soledad de la Rusia de Putin después de quince meses de guerra.
La celebración de la cumbre en Moldavia, un país que Moscú ha señalado con muy mal gusto como “la próxima Ucrania“, sometido a constantes operaciones de desestabilización política y chantaje energético por parte de Rusia, tiene un cariz altamente simbólico en el sentido de demostrar el total apoyo europeo a ambos países.
«Si no fuera por la resistencia y coraje de Ucrania, mi país habría sido arrasado» ha recalcado Maia Sandu, la presidenta moldava. «Aquí, a sólo 20 kilómetros de Ucrania, hemos reunido el continente entero para reafirmar nuestra fuerte determinación colectiva para devolver la paz a Europa».
La reunión ha tenido lugar en el castillo de Mimi, en Bulboaca, situado a 21 kilómetros de la frontera ucraniana, en un dominio vinícola al sureste de la capital Chisinau, a poca distancia de la región separatista prorrusa de Transnístria. Territorio complicado como consecuencia geopolítica del desplazamiento forzado de la ampliación de las fronteras de la URSS hacia el oeste, decretado por Stalin, terminada la Segunda Guerra Mundial. «Vuestra presencia en esta cumbre demuestra que Moldavia no está sola», y «nos hace confiar más que nunca en el futuro democrático de nuestro país, comprometido de forma irreversible con la adhesión a la Unión Europea», afirmó la presidenta moldava.
Moldavia fue reconocida como país candidato a la UE el pasado año, a la vez que Ucrania. Ambos países aspiran a iniciar negociaciones de ingreso en la UE en diciembre de este año. A diferencia de Kiiv, Chisinau no desea ingresar en la OTAN, cuyos ministros se han reunido también el día primero de junio en Oslo, en paralelo a la cumbre de la CPE, para debatir qué tipo de garantías de seguridad puede ofrecer a Ucrania hasta que sea miembro de pleno derecho de la Alianza Atlántica, lo que sólo podrá ocurrir cuando la guerra acabe.
En la cumbre de Moldavia, la OTAN ha estado muy presente.
«¿Por qué la OTAN?», se preguntó retóricamente el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, durante su discurso de apertura de la cumbre. «Porque cuando no hay garantías de seguridad la guerra está garantizada, por eso todos los vecinos que tienen frontera con Rusia y que no quieren ser destrozados por los rusos deberían ser miembros de la UE y de la OTAN».
Zelenski pidió a los miembros de la OTAN que en julio, en la cumbre de la OTAN en Vilna, den “una respuesta clara” a la petición de ingreso de Kiiv y los arreglos de seguridad necesarios durante la transición.
«Este es el año de tomar decisiones», enfatizó el líder ucraniano, que llamó a sus homólogos a explotar «el poder de la unidad» europea y entender que Rusia «tiene miedo» de la OTAN. «Solo intenta tragarse a los que están fuera del espacio de seguridad común e intenta dejar conflictos congelados en el territorio de sus vecinos cuando no consigue absorberlos, como ha hecho con Transnistria en Moldavia, Osetia del Sur y Abjasia en Georgia y el Donetsk en Ucrania. ¿Durante cuánto tiempo Europa tolerará esto?».
La invasión rusa de Ucrania ha dado un fuerte impulso a la vocación europea de Moldavia
Un país de 2,6 millones de habitantes con una larga pugna interna por forjar una identidad nacional auténtica, más allá de los ecos de la antigua unión con Rumanía o los lazos con Rusia. La reciente manifestación de 75.000 personas rodeadas de banderas de la UE en Chisinau, la capital, como apoyo a la integración europea, con eventos como la elección de un Gobierno pro Kremlin en la región autónoma de Gagausia, más las celebraciones del día de la Victoria entre insignias rojas y rusas, o varias protestas contra el acercamiento a Europa (según el Gobierno moldavo provenientes de la «guerra híbrida» de Moscú contra el país) dan idea de la fuerza de las tensiones internas que se viven en Moldavia en estos momentos.
Elecciones generales en España 23-J
El adelanto de las elecciones generales en España al próximo 23 de julio sume en la incertidumbre la presidencia española de la UE (julio-diciembre de 2023). Pedro Sánchez ha recordado que España será entonces la anfitriona de la tercera cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE), “una responsabilidad que nos tomamos muy en serio”. La cita se celebrará el 5 de octubre en Granada, aunque las elecciones del 23 de julio determinarán quién será entonces el Jefe del Ejecutivo español.
«En cualquier caso, más allá del adelanto electoral en España -acaba de escribir un acreditado comentarista político moldavo- la Comunidad Política Europea (CPE), es decir, toda la Europa democrática y unida, la «Paneuropea» en acción que habrían querido ver europeístas de épocas pasadas, se volverá a encontrar en Granada en el mes de octubre de este año y estamos seguros de que España hará los deberes que le corresponden».
La CPE nació no como una nueva institución europea, sino como una plataforma para la cooperación y un foro de debate al máximo nivel entre todos los países europeos Share on X