Aragonès ya imita a Colau y promueve una participación fake. Ahora toca la asamblea ciudadana por el clima

Aragonès, que mal puede gobernar con una minoría parlamentaria tan escuálida y con un gobierno con escasa capacidad de gestión, se dedica a imitar la «política de escenario» promoviendo participaciones inútiles y falseadas. Incluso, y esto ya carece de imaginación, utiliza nomenclaturas de otros grupos como el de “Asamblea Ciudadana”, en este caso por el clima.

La Asamblea Ciudadana por el Clima, según la definición oficial, es un ámbito de participación que reunirá a 100 “ciudadanos y ciudadanas” de Cataluña para construir colectivamente soluciones que den respuesta a uno de los desafíos más importantes que tenemos en el futuro: el cambio climático. Claro, ante enunciados como estos no se puede estar de preguntarse por qué este debate con los mismos contenidos no se lleva a cabo en la institución que, en teoría al menos, representa a todos los catalanes y que tiene un coste millonario, el Parlamento de Cataluña. ¿Por qué no se realiza en este ámbito de 135 diputados y se sustituyen por 100 personas? Ésta es una primera evidencia que cuestiona todo el proceso de participación: la marginación del ámbito real e institucional de participación, que es el Parlamento.

Pero es que además, si se observa cómo se conseguirá esta participación de 100 personas, se evidencia la arbitrariedad de todo ello. Se comienza enviando una invitación a 20.000 ciudadanos de Catalunya. Es como si se hiciera una muestra amplísima. Y esto serían otros temas

Sin embargo, la cosa no se queda aquí. De estas 20.000, contestarán voluntariamente que quieren participar aquellos que lo decidan. Ya con esta forma de proceder lo que podía ser una muestra super representativa de Catalunya queda absolutamente sesgada. Pero, además, en términos que hace difícil determinar su representatividad total. De estos, por sorteo, se escogerán 100, que son los que participarán.

El sorteo es una forma de realizar una muestra aleatoria, a condición de que esté bien hecho. Pero está claro, como la muestra que son los que han contestado de los 20.000 está sesgada, será necesario operar sobre el resultado del sorteo si se quiere que esos 100 sean una muestra representativa del conjunto. Pero es que el resultado final es aberrante, porque el margen de error de esta muestra para un nivel de confianza del 95% será del +/-10, lo que significa que si para una respuesta obtiene un 50%, el resultado real puede oscilar entre el 40 y el 60%. O sea que una cuestión que registre una adhesión del 30% puede significar que tiene un escaso 20% o un sustancial 40%.

Esto sin considerar la sospecha, fruto de la desconfianza con los partidos en general y ERC en particular, que no metan mano en la composición de los 100 en función de sus intereses de partido.

En lugar de todo este lío, si querían tener un resultado representativo de lo que piensan sobre una serie de cuestiones los catalanes, podrían haber realizado una encuesta con una gran muestra de 5.000 entrevistas que tendría un margen de error de 1%, 10 veces menor, y que además resultaría mucho más económico. Constituiría una fuente documental de mucho interés y serviría como material para los diputados del Parlamento para estas cuestiones.

Pero claro, es que la “Asamblea Ciudadana por el Clima” en realidad no se hace por tratar del clima, sino que es una de tantas ideas que se saca del sombrero un gobierno muy inútil para simular que abordan las cuestiones y tener entretenido al personal.

Para que no existan dudas sobre la cuestión, el funcionamiento de esta asamblea deja claro que no es necesario tener ningún tipo de conocimiento sobre el cambio climático para participar. La ignorancia transformada en virtud porque las sesiones contarán con expertos que les explicarán de qué va la cosa y con un equipo de dinamización que se encargará de dirigirlos en la dirección adecuada. En definitiva, además de inútil y caro, un gran ejercicio de manipulación.

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