Propuesta francoalemana sobre reforma y ampliación de la UE

Una nueva propuesta combinada entre Francia y Alemania -los dos estados clave de la UE- sobre la necesidad de reforma y ampliación de la UE acaba de hacerse pública el pasado 18 de septiembre en Bruselas.

Los autores son un grupo de doce expertos franceses y alemanes, escogidos por sus gobiernos respectivos. Será estudiada en detalle a lo largo de diferentes reuniones previstas en el marco de la actual presidencia rotatoria española de la UE.

Se trata de un extenso documento, cuyo significativo título es el siguiente: Sailing on High Seas: Reforming and Enlarging the EU for the 21 st. Century. Paris-Berlin, 18 September 2023. Francia y Alemania navegan mar adentro y proponen su visión, a través de doce expertos, sobre cómo ha de ser la UE del siglo XXI. Esta visión consiste en una UE reformada y ampliada.

La UE necesita imperiosamente una reforma institucional y reorientar su futuro en un mundo de gigantes dominado por las dos únicas grandes potencias hoy existentes -Estados Unidos y China- así como tratar de convertirse en un verdadero actor global que actúe como tercer polo de poder y mediador entre la potencia hegemónica y la (re)emergente.

Necesita completar su proceso de integración y convertirse en una verdadera unión política federal, con políticas comunes en materia de asuntos exteriores y defensa, entre otras, como se pretendía desde un principio de su proceso integrador. De lo contrario, le espera la irrelevancia en la esfera internacional.

En las últimas ediciones de los cursos sobre Quo Vadis Europa, organizados cada año en Santander por la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (UIMP), foro de gran reputación sobre cuestiones relacionadas con el futuro de Europa, se han podido escuchar declaraciones como las siguientes. Enrico Letta, ex jefe de gobierno italiano, ha dicho: “Si la UE no llega pronto a una verdadera unión política de carácter federal, con políticas comunes en materia de asuntos exteriores y defensa, solo podrá tomar libremente, en un futuro breve, una sola decisión: convertirse en colonia de Estados Unidos o de China“.

Por otra parte, prestigiosos analistas geopolíticos franceses, alemanes y españoles han coincido en firmar un documento en el que se puede leer lo siguiente:

“La guerra de Ucrania, en el fondo, significa para la UE su definitiva supeditación a la política exterior y a los intereses geopolíticos de Estados Unidos. La guerra de Ucrania ha sido un regalo geopolítico de Putin a Estados Unidos. Ha reafirmado la OTAN y contribuido a superar la “parálisis cerebral“ que le diagnosticó Macron antes de la guerra. Putin ha resucitado la OTAN. Finlandia se ha incorporado a la OTAN y Suecia lo hará pronto. Putin quería la OTAN lejos y ahora la tiene más cerca que nunca. Pero la OTAN y la UE se confunden cada vez más como organizaciones. No en vano, las dos tienen sus cuarteles generales instalados en Bruselas. La OTAN tiene una potencia dominante que es Estados Unidos. Todo esto no es lo que le conviene a Europa. A Europa le conviene, sin dejar de tener una relación privilegiada con Estados Unidos, mantener una buena relación económica y cultural con Rusia, que es un país europeo, además de muchas otras cosas. Somos complementarios económicamente y hermanos culturalmente.

También con China, evitando el conflicto y promocionando la cooperación, sin renunciar a un papel activo en competición económica y comercial. La UE y Estados Unidos no tienen objetivos necesariamente todos coincidentes en materia de relaciones con China. Tampoco con Rusia. Europa tiene que emanciparse, llegar a su mayoría de edad política y convertirse en un verdadero actor global en un mundo dominado por Estados Unidos y China. Francia y Alemania, las dos naciones clave de la UE, deberían dar un paso adelante y proponer reformas ambiciosas en materia institucional y de ampliación, acabando de perfilar la estructura organizativa, así como fijar definitivamente los límites geográficos de la UE“.

El documento presentado el 18 de septiembre en Bruselas por expertos franceses y alemanes va en la dirección de una UE reformada y ampliada. Tiene dos puntos centrales:

Nueva ampliación al este

Sobre la necesidad de una nueva ampliación al este – que comprendería Ucrania, Moldavia, Albania, Georgia, Serbia y el resto de regiones de la antigua Yugoslavia hasta llegar a una UE de 36 estados o más (Turquía) – el documento coincide con la esencia del discurso de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Úrsula von der Leyen, en su reciente comparecencia ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo sobre “el estado de la Unión “, consistente en la nueva gran ampliación al este. También coincide con el discurso pronunciado por el canciller alemán, Gustav Sholz el año pasado en Praga, sobre el mismo tema de la ampliación.

Reforma de las instituciones

En materia de reforma, el documento se sitúa en la línea de otras propuestas tradicionales sobre geometría variable o distintas velocidades en el seno de la UE. Contempla la creación de cuatro maneras distintas de pertenencia a la UE, en forma de cuatro círculos concéntricos: dos círculos “internos” y otros dos “externos».

El primer círculo interno es el de plena membresía, sus estados miembros tienen la voluntad de completar el proceso integrador hasta la unión política final.

En el segundo círculo interno se sitúan otros países miembros de pleno derecho que todavía no han adoptado todas las políticas comunes propias del primer círculo interno (por ejemplo, euro o acuerdo de Schengen sobre libertad de circulación de personas).

El tercer círculo o primer círculo externo está formado por los países asociados de la UE. El Reino Unido podría ser uno de ellos, también los cuatro países de la antigua EFTA y del Espacio Económico Europeo (EEE): Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein.

El cuarto círculo o segundo círculo exterior está formado por la Comunidad Política Europea (CPE), nueva organización creada el pasado año, idea de Macron, a la que pertenecen todos los estados europeos, excepto Rusia y Bielorrusia. Se trata de una plataforma para debates políticos y estratégicos sobre el futuro de Europa. Se reunió por primera vez en Praga en una cumbre de octubre de 2022, contó con participantes de 44 países. La próxima reunión anual de la CPE tendrá lugar precisamente en Londres.

El documento reconoce que, “con la guerra de Ucrania, acelerando las ganas de una nueva ampliación a países del este, para no caer en manos rusas, la UE ha reconocido la necesidad urgente de proceder a una reforma a fondo de sus instituciones, adecuada para gestionar una UE que pasaría de 27 a 36 estados miembros o más; se trata de una reforma en profundidad que debería estar lista en 2030, con la entrada definitiva de nuevos miembros, entre los cuales se encontraría Ucrania“.

Algunas de las reformas propuestas por el informe consisten en el abandono de la regla de la unanimidad y la adopción de la regla de mayoría cualificada en el proceso de decisiones comunitario, especialmente en áreas clave como fiscalidad, finanzas y asuntos exteriores. “Esto requiere cambios en los Tratados y referéndums en algunos países“.

“Los gobiernos han reconocido que una nueva ampliación sin reformas institucionales apropiadas haría todavía más difícil, si no imposible, tomar decisiones en el seno de la UE“.

Los expertos recomiendan la adopción de cláusulas opt-outs potenciales (opciones de escape), que permitirían a los países no preparados posponer la adopción de ciertas propuestas.

El informe también propone un adelgazamiento de la burocracia de Bruselas, por ejemplo, a través de reducir el número de comisarios.

El informe ha recibido una respuesta muy positiva por parte del consejo de ministros de asuntos exteriores de la UE, aunque también se ha visto en su seno la existencia de posiciones alejadas entre estados miembros sobre cuestiones clave tratadas en el informe.

El Reino Unido y la UE

La aparición del informe coincide con la oferta de renegociar el Brexit que acaba de ofrecer el líder laborista británico, Starmer.

Cree que puede conseguir un trato comercial mejor con Bruselas. Starmer espera ganar las elecciones generales el próximo año y convertirse en el primer ministro británico que revisa a fondo las relaciones del Reino Unido con la UE post Brexit. Está previsto que los actuales acuerdos se revisen precisamente en 2025. Starmer pretende una relación comercial “que funcione“, pero no habla de regresar a la UE. Quiere renegociar no para reentrar en el club, sino para mejorar la relación. En todo caso, es consciente de que el Regrexit ya ha empezado.

El primer ministro británico, el conservador Rishi Sunak, ya había manifestado también su intención a finales del año pasado de inaugurar una nueva era “más realista“ de relaciones entre la UE y el Reino Unido, reconociendo implícitamente el fracaso del Brexit en relación con las expectativas que había despertado en su país la salida de la UE.

Con lentitud, pero sin pausas, el Reino Unido está reconociendo que el Brexit fue un error. Quizás ahora, si la nueva propuesta francoalemana sobre reforma y ampliación de la UE va para adelante, se le abra la oportunidad de incorporarse al proceso integrador europeo, a título de “país asociado“, en el primer “círculo externo“ del proyecto, previo al cuarto círculo externo del que ya formaría parte por su pertenencia a la Comunidad Política Europea (CPE).

Han pasado siete años de la fatídica consulta de 2016. Si hubiera hoy un nuevo referéndum, los británicos votarían a favor de su reincorporación a la UE.

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