El foco de atención está situado en el conjunto de Cataluña, porque en los últimos siete días, de los 3.000 nuevos casos que se han producido en España, 2.000 están en Cataluña. Y en este marco, toda la atención y polémica se concentra en Lleida y en el entorno de poblaciones de la comarca del Segrià. Esta evidencia no puede hacer olvidar la difícil situación que vive l’Hospitalet. Recordemos que es la segunda ciudad de Cataluña, con 265.000 habitantes y que no tiene solución de continuidad con la capital. En unos barrios muy concretos de la ciudad los casos se han disparado. Se trata de La Torrassa, La Florida y Collblanc, sobre todo.
El conjunto del municipio presenta más de 300 casos. Esta cifra se sitúa por encima del umbral que Alemania ha establecido para aislar una determinada zona. Esta decisión se toma cuando se llega a 50 casos en la última semana por 100.000 habitantes. Es evidente que l’Hospitalet ya ha superado esta cifra con creces y, siguiendo el criterio prudencial de Alemania, la ciudad debería ser perimetrada. El presidente Torra ya formuló que no era su intención actuar en este sentido, y esto es comprensible porque el revuelo económico y de funcionamiento que provocaría una medida de este tipo sería extraordinaria. Pero no es necesario llegar a establecer limitaciones para el conjunto de la población. Sería prudente hacerlo sólo en aquellos barrios que presentan niveles aún más elevados de casos. En concreto, la Torrassa tiene 81 casos por 27.000 habitantes, una cifra que multiplica el estándar alemán. Asimismo, presenta una de las densidades más elevadas de Europa con 61.686 hab/km2. La Florida sería otro caso grave, también con 80 casos en una población de 29.000 habitantes y una densidad de 77.000 hab/km2. En tercer lugar tendríamos Collblanc, otro barrio pegado a Barcelona, que presenta 44 casos para una población de 26.000 habitantes y una densidad de 51.169 hab/km2.
La densidad es un factor determinante porque facilita la propagación de la epidemia, ya que señala un número importante de personas por vivienda y unos reducidos espacios vitales tan privados como en la vía pública y con una posibilidad de contagio mucho más fácil.
La salud pública se basa en la prevención y no en la certeza absoluta, y funciona bajo el criterio de que es mejor prevenir que curar. Y este es el caso de estos barrios de L’Hospitalet.
Un gobierno sólido ya habría establecido hace tres días la contención perimetral de estas zonas de Cataluña.
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