Lo que le queda por hacer a Europa tras el plan del medio billón de euros

Una vez que el eurogrupo ha aprobado el presupuesto de los 500.000 millones de euros para ayudar a los países afectados por el coronavirus, hay que decidir a quién y cómo se destinarán exactamente. Es con este objetivo que los ministros de la zona euro se reunirán el próximo 23 de abril para considerar el contenido preciso del paquete económico.

Según el presidente del eurogrupo, el portugués Mário Centeno, «la propuesta contiene medidas atrevidas y ambiciosas que habrían sido impensables hace tan solo unas semanas». No obstante, permanecen numerosas incertidumbres. ¿Cuáles son?

¿Qué contiene el acuerdo de principio actual?

El acuerdo de los ministros de la zona euro estipula que cualquier país del euro podrá disponer de una línea de crédito de la rama de rescate bancario de la UE de un valor equivalente al 2% de su PIB. La condición será utilizar el dinero para cubrir costes relacionados con la salud.

Además, los ministros también acordaron un fondo de 200.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones para ayudar a las empresas europeas ahogadas por la falta de liquidez, así como un plan temporal de 100.000 millones más para ayudar a pagar prestaciones de desempleo.

Finalmente, los ministros firmaron un acuerdo de principio para un «fondo de recuperación», sin precisar en qué consistiría.

¿El dinero es suficiente?

Como siempre que se habla de política macroeconómica, las cifras son vertiginosas. Pero medio billón de euros se puede acabar rápidamente en un mercado de varios cientos de millones de personas.

Varios diplomáticos implicados en las negociaciones han admitido que desconocen si la cifra será suficiente para evitar un choque económico irreparable para la zona euro.

Medio billón de euros se puede acabar rápidamente en un mercado de varios cientos de millones de personas Share on X

Donde parece que hay acuerdo es en afirmar que el dinero permitirá superar el bache inicial causado por el confinamiento masivo en toda Europa. Pero se podría terminar antes de finales de año, lo que haría necesario un segundo plan a finales de verano.

Hay expertos que se muestran optimistas. Holger Schmieding, economista jefe del banco alemán de inversión Berenberg, afirma que el dinero de la UE combinado con los planes nacionales deberían ser más que suficientes para financiar el déficit, compensar los sectores económicos más afectados y pagar las prestaciones de desempleo.

De todas formas, es evidente que los gobiernos europeos tendrán que tomar decisiones duras para decidir a qué industrias irá la mayor parte del dinero. Sectores como el turismo se encuentran entre los más afectados, pero tienen un potencial de innovación relativamente escaso. Lo que los hace menos estratégicos a largo plazo a pesar de que emplean a muchas personas en países como España.

¿Qué se discutirá el 23 de abril?

La discusión se centrará en el mencionado «fondo de recuperación», que permanece la gran imprecisión que contiene el acuerdo de principios de abril.

Será sin duda una negociación difícil, donde los países partidarios de la austeridad serán muy estrictos para vigilar que los países del sur no escapen de sus obligaciones de control del déficit.

El acuerdo actual no concreta ni el contenido ni el alcance del fondo de recuperación, aunque afirma que se tratará de un instrumento «temporal, dirigido y proporcional a los costes extraordinarios de la crisis actual».

Los bonos europeos siguen siendo un tabú

La campaña de un grupo de países del sur de Europa, como Italia, Francia y España, en favor de los «coronabonos» ha fracasado una vez más ante la oposición de los «frugales» constituidos por los estados miembros del norte, como los Países Bajos o Alemania. Su posibilidad no fue ni siquiera citada en el acuerdo de principio.

Los «coronabonos» no son otra cosa que la versión actual de los controvertidos eurobonos discutidos durante la última crisis financiera.

Los eurobonos son títulos de deuda pública emitidos por el conjunto de países de la zona euro. Al ser avalados tanto por los países rigurosos en el control del déficit público como por los que cargan con una fuerte deuda, permitirían a los últimos financiarse a través del Banco Central Europeo de forma ventajosa respecto a los intereses exigidos a cambio de sus bonos nacionales.

Más información sobre el coronavirus en ESPECIAL CORONAVIRUS

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