Al menos lo parece, y ante el hundimiento surge el grito “¡a los botes!”, “¡nosotros primero!”, y si no, vean el listado no exhaustivo de los últimos hechos desde que se anunciaron elecciones anticipadas.
Empecemos por el inefable CIS de Tezanos, la entidad que más dinero gasta en encuestas y que menos acierta. La que era la persona de confianza, su jefe de gabinete, Oscar Iglesias, un histórico socialista madrileño, ha ganado la única plaza convocada y de esta forma se transforma en funcionario y, por tanto, intocable del CIS. Es un detalle más de Tezanos.
Como es un detalle de la fiscalía, que el fiscal general del estado haya designado contra el criterio ampliamente mayoritario del Consejo Fiscal en Dolores Delgado, su antigua jefa, primera fiscal de sala de memoria democrática, elevándola a la máxima categoría al que puede aspirar un fiscal.
El escándalo, especialmente entre los profesionales de la carrera, es notable. Primero porque ha adelantado el nombramiento para poder realizarlo antes de las elecciones. Segundo, porque pese a la estrecha relación entre Álvaró García Ortiz, el actual fiscal general y su predecesora en el cargo, Dolores Delgado, no se ha abstenido en el nombramiento ni ha considerado a otros tres candidatos, que según muchos miembros del Consejo Fiscal tenían más méritos y reputación que Dolores Delgado. Recordemos que ésta pasó directamente de ministra de Justicia y para mítines del PSOE, a fiscal general del estado de forma instantánea. Y todavía argumentan una tercera razón, Dolores Delgado es pareja de Baltasar Garzón y éste realiza una labor profesional precisamente vinculada al asesoramiento de colectivos de personas relacionadas con la memoria histórica.
De los nueve vocales del Consejo Fiscal, 7 no es que votaran en contra, es que se revelaron y no votaron y los otros 2 optaron por apoyar a otro aspirante. Por su parte, la asociación mayoritaria de fiscales pidió que se estudiara el conflicto de intereses, pero García Ortiz se negó. Lo hace aún más escandaloso porque hay un juego cruzado de intereses. No sólo Dolores Delgado fue la pareja del actual fiscal general, sino que además durante su mandato ya registró numerosas protestas de los propios fiscales por el nombramiento que hace de María Jesús Segarra, esposa del actual fiscal general García Ortiz. O sea que, además, hay un juego de favores mutuos entre parejas que dejan muy mal parada la credibilidad de la fiscalía.
No es tampoco algo menor que la directora de la Guardia Civil tenga que dejar su cargo sólo dos meses después de ser nombrada porque Sánchez ha decidido que vaya a la lista por Madrid y así blindar su continuidad profesional a la política, porque es una previsión lógica pensar que si hay cambio de gobierno también habrá un cambio en la dirección de la Guardia Civil y entonces Mercedes González, la actual directora, se quedaría sin nada. Así, si el cambio se produce, al menos será diputada. Lo grave es que esta persona lleva cuatro días en el cargo y su abandono significará que en 6 meses habrán pasado 3 directores generales por esta institución armada. María Gámez, que tuvo que dimitir al ser investigado su marido por un caso de corrupción, la actual directora Mercedes González, y la persona que le sustituya ahora, que a su vez previsiblemente será cambiada si el PP llega al gobierno. Y todo esto en relación con la dirección del cuerpo policial mayor y más importante del país.
Y aún un detalle más que hace pensar que todo el mundo está corriendo hacia los botes salvavidas. Se trata de la aceleración del ascenso por velocidad rápida de los interinos a ocupar cargos de altos administradores civiles del estado, aquellos que son después ejecutivos o asesores de alto nivel del ministerio. Los funcionarios de este rango están escandalizados, protestan y seguramente acabará en la justicia, el que se realice con urgencia por parte de la ministra de Hacienda una medida que hará entrar a personas muy vinculadas al ámbito socialista en puestos de relevancia de los ministerios de carácter funcionarial. En concreto, se trata de la creación de bolsas de interinos que puedan cubrir necesidades generales de estos cuerpos de élites. Serán personas que no han superado la oposición a estos sitios, y eso hay que subrayarlo. Pero si han aprobado al menos unos exámenes podrán, a través ahora de una prueba con un temario aligerado, acceder a los cuerpos superiores de forma mucho más fácil. Los funcionarios de ese nivel lo rechazan porque entienden que es contrario a la ley española,
Son ejemplos concretos que dan la impresión de que existe conciencia del final de una época y que se intenta apalancar en lo posible lugares y salvaguardias personales y también condicionar las decisiones que puedan producir el nuevo gobierno.
En otro orden de cosas, no personales, ya ha pasado con la adenda que la vicepresidenta Calviño ha enviado a Bruselas por la aplicación de 89.000 millones de los fondos que dejarán muy atados de pies y manos al nuevo gobierno, pero que lo ha hecho de forma unilateral sin un diálogo con la posible alternativa. Son manifestaciones de que impera una mentalidad que ha patrimonializado el estado, que lo considera suyo y que actúa, por tanto, sin visión alguna de los necesarios límites y los necesarios consensos que toda democracia exige.
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