Los hombres más implicados en las tareas del hogar cuando teletrabajan

El 30 % de los hombres que teletrabajan, al menos un día a la semana, declara implicarse más que sus parejas en las tareas del hogar, frente al 51% de las mujeres que hacen la misma afirmación. Por su parte, solo el 18 % de los hombres que nunca hacen home office afirma tener una carga superior que sus parejas en las tareas domésticas, frente al 50 % de las mujeres en la misma situación.

Esta es una de las principales conclusiones extraídas del estudio Teletrabajo después de la pandemia. Análisis desde la perspectiva del trabajador, del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa”. El proyecto de investigación,  liderado por Marta Curull y Laia Maynou, investigadoras de la Universidad de Barcelona, y por Lídia Farré, del Instituto de Análisis Económico del CSIC y la
Barcelona School of Economics, constata que la contribución de las mujeres a las tareas domésticas y el cuidado de los hijos es muy similar independientemente de si teletrabajan o no.

Sin embargo, la diferencia entre los hombres que hacen home office, al menos un día a la semana, y los que no, y su participación en el cuidado de hijos y las tareas del hogar es significativa. Así, la proporción de hombres que contribuyen a estas tareas más que sus parejas es 12 puntos porcentuales superior que entre el grupo de hombres que no teletrabajan.

«La participación de los hombres en las tareas domésticas y los cuidados a menores, en relación con sus parejas, es mayor entre los que teletrabajan que entre los que no. Según los datos recogidos, el 30 % de los hombres que teletrabajan, al menos un día a la semana, declaran contribuir más que sus parejas a las tareas y cuidados domésticos, frente al 18 % que nunca teletrabaja. Por tanto, el teletrabajo está asociado a una mayor participación en la producción
doméstica por parte de los hombres», destaca la investigadora y coautora del estudio Lídia Farré.

Si el foco se pone en el cuidado de los hijos, el 48 % de las mujeres que teletrabajan declara contribuir más que sus parejas a las actividades de cuidado, mientras que el 47 % afirma hacerlo en una proporción similar. Entre los hombres que trabajan desde casa, al menos un día a la semana, el 24 % afirma hacer más que sus parejas en las actividades de los niños, y el 59 % asegura contribuir en una proporción similar.

Por su parte, entre los hombres que no hacen teletrabajo, solo el 12 % contribuye más que sus parejas, mientras que el 66 % declara hacerlo en una proporción similar. En consecuencia, el 22 % de los hombres que nunca hacen teletrabajo tienen una implicación menor que sus parejas en el cuidado de los hijos.

Renunciar a salario a cambio de poder teletrabajar

El estudio del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” fue realizado en mayo de 2022, dos años después del primer confinamiento por la pandemia de covid-19. En ese momento, las investigadoras querían analizar la nueva normalidad laboral y, en concreto, el nivel de aceptación y afectación del trabajo desde casa. Para ello, sondearon a 4.000 personas de entre 25 y 50 años a
través de un cuestionario que también incluía un experimento de elección discreta con el que se quería conocer la valoración monetaria que los participantes otorgaban al teletrabajo.

De esta manera, constataron que hay trabajadores que están dispuestos a renunciar a una fracción de su salario a cambio del home office, pero las estimaciones también sugieren que la probabilidad de aceptar un trabajo peor pagado con la opción de teletrabajar disminuye progresivamente a medida que aumenta la penalización salarial.

De este modo, cuando el recorte salarial es de más del 10 %, la probabilidad de aceptar la oferta laboral con posibilidad de teletrabajar se reduce en más de 20 puntos porcentuales. Esta probabilidad cae casi 40 puntos porcentuales cuando la penalización salarial se sitúa en el 35 %. Las estimaciones del estudio también revelan que la distancia al puesto de trabajo es un factor importante en la toma de decisiones.

Los resultados del estudio también sugieren que los trabajadores cualificados tienen más probabilidades de aceptar el trabajo que ofrece la posibilidad de trabajar desde casa a cambio de una renuncia salarial. Se trata de un perfil que suele tener ingresos más elevados y podría contar con espacios mejor adecuados en los que desarrollar sus funciones, lo que explicaría la
predisposición a asumir una penalización salarial a cambio de poder teletrabajar.

Distribución del teletrabajo entre grupos socioeconómicos

En el momento del estudio, el 36 % de la muestra hacía home office al menos un día a la semana. Partiendo de este dato, las estimaciones del estudio del Observatorio Social de la Fundación ”la Caixa” sugieren que el teletrabajo no tiene una incidencia diferenciada en función del género, pero confirman que el nivel educativo y la composición del hogar son determinantes en la probabilidad de teletrabajar.

Entre los hombres con título universitario, el 54 % realiza algún tipo de teletrabajo, mientras que
este porcentaje es solo del 30 % entre los que no tienen titulación universitaria. Las cifras son similares entres las mujeres, 53 % entre las universitarias y 29 % entre las que no poseen título universitario.

Otro dato relacionado: el 18 % de las personas con un título universitario trabajan desde casa más de tres días por semana. El siguiente gráfico también constata que el trabajo a distancia es ligeramente más común entre quienes viven en pareja y quienes tienen hijos, aunque, entre los que tienen hijos y los que no, no se observan diferencias importantes en la proporción de horas trabajadas desde casa.

Valoración de la satisfacción con el teletrabajo

En cuanto a la valoración que hacen los teletrabajadores de su nueva realidad laboral, el 88 % de las mujeres y el 86 % de los hombres están de acuerdo o muy de acuerdo en señalar que el trabajo a distancia mejora el equilibrio entre las responsabilidades familiares y personales.

«La presencialidad en el puesto de trabajo está asociada a costes de tiempo y monetarios que pueden verse reducidos de manera sustancial cuando se opta por la opción de teletrabajar. Por ejemplo, si el tiempo que los trabajadores ahorran en desplazarse al trabajo lo dedican a actividades familiares o de ocio, es de esperar que su bienestar emocional aumente», puntualiza la investigadora Lídia Farré.

Los trabajadores también valoran la posibilidad de reducir costes cuando trabajan desde casa. En este sentido, el 84 % de los hombres y el 83 % de las mujeres afirman que el teletrabajo ahorra dinero y tiempo. Además, el 83 % de las mujeres y el 79 % de los hombres aseguran que hacer home office mejora su bienestar emocional.

Solo el 18 % de los hombres que nunca hacen home office afirma tener una carga superior que sus parejas en las tareas domésticas, frente al 50 % de las mujeres en la misma situación Share on X

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