El gobierno de España ha tomado la decisión de retrasar la aplicación de la reforma fiscal. Según las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los cambios no entrarán en vigor hasta que el Producto Interior Bruto (PIB) alcance su nivel precrisis.
“Este país no puede ir a Europa pidiendo 140.000 millones de euros sin que nosotros también acometamos las reformas imprescindibles para ir acercándonos progresivamente a la media de la UE en términos de presión fiscal y recaudación”, defendió este lunes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, al presentar la reforma tributaria remitida a la Comisión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
La reforma fiscal, aseveró Montero, se ha agendado para 2023 exclusivamente porque los cálculos del Gobierno, que apuntan a un alza del PIB del 6,5% este año y del 7% en el próximo ejercicio tras el retroceso del 10,8% en 2020, indican que la economía española recuperará el nivel prepandémico a finales del año que viene. “Hasta que no se recuperen las cifras prepandemia no vamos a poner en marcha ninguna medida que pueda lastrar la recuperación”, aseveró, por lo que “si no llegamos a las cifras de recuperación en ese momento, todo el calendario se moverá”.
“Si algo cambia, la autoridad europea está ahí para seguir analizando” posibles cambios sobre la hoja de ruta que se les ha comunicado, aclaró, admitiendo que “cualquier modificación de los hitos que dan lugar a los pagos se tendrá que hacer de mutuo acuerdo con Bruselas”, si bien sostuvo que “no es un organismo donde no sean conscientes de que no se pueden retirar los estímulos fiscales ni incorporar cargas añadidas antes de recuperar los niveles de crecimiento” anteriores a la crisis del Covid.
El Gobierno espera un crecimiento del 7% en 2022 que provocará que a finales del próximo año se cierre esta herida en la actividad. ¿Qué ocurrirá si no se cumplen estas estimaciones? «Todo irá según las previsiones. Si no llegamos a ese momento, todo el calendario cambia«, ha explicado Montero en una comparecencia para explicar los componentes 28, 29 y 30 del plan.
Junto a ello, la también portavoz del Gobierno ha abierto la puerta, incluso, a que se aprueben bajadas de impuestos en 2023, dentro de la reforma fiscal, último año de legislatura. «Si así lo propone el comité de expertos, incluso podría haber bajadas de impuestos», ha sostenido. En todo caso, ha defendido que con las propuestas que se incluyen en el plan, España seguirá sin cerrar la brecha de ingresos públicos con Europa, de 7,2 puntos del PIB. También ha apuntado que continuará recaudando menos por la fiscalidad medioambiental que la media de la Eurozona.
Según las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los cambios no entrarán en vigor hasta que el Producto Interior Bruto (PIB) alcance su nivel precrisis Share on X