Hace unos años los únicos debates de elecciones autonómicas que tenían relevancia en España eran los catalanes. Ahora Madrid ha ocupado claramente este lugar, y este miércoles se produjo el insólito hecho de que además de la televisión local, tres cadenas de televisión emitieran para toda España la batalla de los candidatos madrileños en estas elecciones. TVE en su primer canal, La Sexta y Trece TV difundieron el debate con unas audiencias no pequeñas. Es incuestionable que no sólo en el aspecto económico, también en el político, Madrid ha pasado claramente por delante de Cataluña, y eso ya debería ser un motivo de profunda reflexión.
Pero vamos a la cuestión concreta. La candidata que tenía un escenario más complicado es la favorita, Ayuso, porque significaba que todos irían contra ella. También Gabilondo tenía un papel delicado porque la impresión generalizada en el PSOE es que su campaña hace aguas, y era la ocasión para demostrar todo lo contrario. Una tercera persona en quien estaban depositados todos los focos era Pablo Iglesias. Su gesto abandonando la presidencia para ir a competir en Madrid con un discurso inicial en el que se presentaba como candidato a presidir la comunidad, era también motivo de extraordinaria atención. Edmundo Bal pugnaba por salir de la irrelevancia de su partido, mientras que los que lo tenían más fácil eran Mónica García y hasta cierto punto, Rocío Monasterio, si bien esta última debía asegurarse su núcleo duro de electores ante la voracidad electoral de Ayuso.
Sigma2 ha publicado los resultados de su encuesta para La Razón, que da claramente ganadora a Ayuso con un 35,5% de opiniones, en este sentido, seguida de Mónica García con el 23,4%, Pablo Iglesias con eI 15, 4%, Gabilondo con el 10,6%, Monasterio con el 8,5% y por último Bal con el 6,6%.
Más allá de la encuesta, en la gran mayoría de comentarios periodísticos de la mañana del jueves, Ayuso sale como ganadora. Para unos porque consideran que lo ha hecho mejor, y para otros porque deducen que el hecho de no haber sufrido ninguna acometida que realmente la desgastara, le permite conservar el capital político con el que entró en el debate, que es a fin de cuentas de lo que se trataba dada la gran ventaja que a día de hoy tiene. Parece claro que Bal no logró del todo situar su discurso, y habrá que ver si las encuestas de este fin de semana le recompensan o no. Lo que sí parece claro es que Gabilondo profundizó la crisis de su legislatura y que Pablo Iglesias no consiguió liderar el debate. No es que lo hiciera mal, pero no destacó, lo que sí que hizo la candidata de Más Madrid, Mónica García, que no sólo suscita opiniones que la dan por ganadora en segundo lugar, sólo por detrás de Ayuso, sino que las interpretaciones cualitativas de los opinadores tienden también a remarcar su buen papel.
Si no hay un cambio imprevisto el debate habrá servido a los intereses de Ayuso, no sólo para revalidar su posición, sino también debido a que hunde más a Gabilondo, y no para despegarse del socio de gobierno, Pablo Iglesias, sino de la candidata de un partido puramente local como es el de Mónica García e Iñigo Errejón.
Cargando ...
