Se acaban de hacer públicas dos propuestas procedentes de Italia sobre el futuro de Europa. Ambas reclaman un salto cualitativo en el proceso de integración europea para hacer frente a los retos actuales de la UE.
La primera es de Mario Draghi, primer ministro de Italia, una de las personalidades políticas más respetadas de la Europa actual. Draghi es considerado por muchos como uno de los miembros del “panteón de los padres de Europa”, sobre todo por su gestión como presidente del Banco Central Europeo (BCE), que fue decisiva en el año 2012, cuando pronunció aquellas famosas palabras: “haremos lo necesario (whatever it takes) para salvar el euro”. La moneda única europea fue efectivamente salvada y sigue viva en su papel de columna vertebral de la UE. El prestigio personal de Draghi ha logrado que Italia tenga hoy una nueva credibilidad en Europa.
Él ha formulado hace pocos días una propuesta sobre el futuro de Europa en una comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo. Lo ha hecho por primera vez como primer ministro de Italia. Allí ha querido proclamar solemnemente que Europa necesita más integración para afrontar los retos del presente.
Ha defendido la necesidad de adoptar un “federalismo pragmático” para reformar las instituciones europeas y afrontar, si es necesario, un cambio en los tratados con valentía y confianza. La reforma de los tratados es un tema tabú en la UE, una verdadera caja de Pandora. Una discusión que se sabe cómo empieza, pero no cómo acaba, dicen a menudo los expertos. Draghi ha querido abordar esta cuestión nada más empezar su discurso, un discurso tranquilo, como en él es norma, pero lleno de contenido, teniendo in mente la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que se ha clausurado el 9 de mayo, el Día de Europa. A partir de esa fecha, se tendrán que ir concretando las reformas que Europa necesita.
Draghi ha contado especialmente con el apoyo de Stéphane Séjourné, líder del grupo político liberal del Parlamento Europeo y uno de los hombres de máxima confianza del presidente francés Emmanuel Macron. Esto indica que París y Roma actúan coordinadas en materia de propuestas sobre el futuro de Europa. En una reunión del Consejo Europeo en relación con la respuesta institucional que merecía la crisis de Ucrania, Macron ya anticipó la necesidad de “reconstruir toda la arquitectura europea”.
Draghi ha declarado en el Parlamento Europeo que “las instituciones que nuestros predecesores han construido en las últimas décadas han servido bien a los ciudadanos europeos, pero son inadecuadas para la realidad que hoy enfrentamos. La pandemia y la guerra de Ucrania han llamado a las instituciones europeas a responsabilidades nunca asumidas hasta ahora. El marco geopolítico está en rápida y profunda transformación. Debemos movernos, y movernos con la máxima velocidad“.
Draghi es partidario de pasar de un modelo de gobernanza intergubernamental a otro de carácter federal
Draghi es partidario de pasar de un modelo de gobernanza intergubernamental a otro de carácter federal. Sabe que se ha producido un cambio tectónico en la geopolítica mundial previo a las crisis de la covid y de Ucrania, consistente en el desafío de China a la hegemonía de Estados Unidos y el convencimiento americano de que es necesario detener a China como sea. Europa debe jugar un papel de intermediación en la escena global, que sólo podrá alcanzar si abandona el modelo intergubernamental basado en la unanimidad de las decisiones importantes. Merkel se equivocó con la dependencia energética de Rusia y con su oposición radical a los eurobonos (“nunca mientras viva“). El programa Next Generation EU ha roto con este último tabú. Las recientes crisis muestran que su solución implica adoptar el modelo federal.
El primer ministro italiano ha centrado uno de sus ataques contra la regla de la unanimidad, y el consiguiente derecho de veto, en el seno del Consejo de la UE en muchos campos, entre los que se encuentra la política exterior y de seguridad. “La construcción de una defensa común debe ir acompañada de una política exterior unitaria y de mecanismos efectivos en la toma de decisiones. Debemos superar el principio de unanimidad, que genera una lógica intergubernamental de vetos cruzados, y debemos avanzar hacia decisiones tomadas por mayoría cualificada. Una Europa capaz de tomar decisiones en el momento oportuno es una Europa más creíble frente a sus ciudadanos y frente al mundo“.
En términos de integración europea estratégica, piensa que el momento actual es comparable al del fin de la Segunda Guerra Mundial (1945) o al final de la Guerra Fría (1989). La invasión de Ucrania ha roto una tradición italiana de mantener una relación soft con Rusia. “Nuestro gasto en seguridad es aproximadamente tres veces mayor que el de Rusia, pero está dividido entre 146 sistemas de defensa, mientras que Estados Unidos tiene sólo 34. Necesitamos racionalizar y optimizar el gasto militar europeo”.
Draghi ha colocado sus mensajes de carácter político entre muchos párrafos de contenido económico.
Dentro de estos últimos párrafos sobresalían de vez en cuando aguijones políticos como estos: «Cada una de las crisis que sufre la UE requiere una fuerte reacción y nos obliga a acelerar el proceso de integración. En los próximos meses debemos demostrar a los ciudadanos europeos que somos capaces de liderar una Europa a la altura de sus valores, de su historia y de su papel en el mundo.Los Padres Fundadores de la Unión Europea intuyeron que el desarrollo económico y el progreso social eran difíciles de alcanzar sólo a través de los recursos nacionales individuales. Las diferentes crisis derivadas del conflicto de Ucrania se producen en un momento en el que Europa ya tenía unas necesidades de gasto enormes. La transición ecológica y digital nos exige una inversión ineludible. costes de la guerra, que debemos afrontar de inmediato, para evitar que nuestro continente caiga en recesión.Ningún presupuesto nacional puede sostener estos esfuerzos por sí solo. puede quedarse atrás«.
Draghi ha propuesto recuperar «algunas herramientas útiles» que se han creado en los últimos tiempos para hacer frente a la pandemia, como por ejemplo el SURE para financiar los esquemas de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). «En cuanto a las inversiones a largo plazo en áreas como defensa, energía, seguridad alimentaria e industrial, el modelo es el programa Next Generatiom EU adoptado para combatir los efectos económicos de la pandemia». Ha declarado que “queremos Ucrania dentro de la UE“. También se ha manifestado a favor de la entrada de Albania, Macedonia, Serbia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina y Kosovo.
Draghi ha querido dejar ante el Parlamento un mensaje claro: Roma está alineada con los parlamentarios europeos en la petición de mayor ambición en el proceso de integración. Y lo ha hecho con propuestas concretas.
La segunda propuesta es del ex primer ministro italiano, Enrico Letta. Lo acaba de hacer pública en un artículo aparecido el día 15 de abril en la publicación Il Floglio Quotiniano, con el título Un nuovo ordine europeo. Il manifesto di Enrico Letta. El subtítulo es: Una construzione fragile da rafforzare. La minaccia di Putin è il Leviatano che obliga a Europa a faré il definitivo salto di qualità.
El texto comienza reclamando una Europa que proteja. Es necesario completar el recorrido comenzado hace sesenta y cinco años. Es el momento de la unidad. Nunca la opinión pública italiana había sido tan favorable a la UE como ahora. Hay que demostrar a Putin que la fuerza de la ley es superior a la ley de la fuerza y que en Europa no cabe un modelo de fuerza y de viejo imperialismo.
Como respuesta de la UE a la pandemia y a la invasión rusa de Ucrania deben nacer siete Uniones sobre los siguientes ámbitos de actuación: 1) asuntos exteriores, 2) vecindad, 3) asilo, 4) energía, 5) defensa, 6) social y 7) salud. Además, es necesario completar la Unión Económica y Monetaria, suprimir la unanimidad y el derecho de veto a la toma de decisiones importantes y reformar las instituciones. Ahora es el momento de lanzar una Convención Europea sobre lo que resulte de la Conferencia sobre el futuro de Europa. Hoy es necesario escribir una nueva página en la historia del proceso de integración europea.
Sobre la segunda Unión, dedicada a la vecindad, Letta ha publicado un artículo en los medios europeos, entre ellos en el diario La Vanguardia de Barcelona, con el título “Cómo acoger Ucrania”, aparecido el 29 de abril. Se trataría de unir a los 27 estados miembros de la UE, más tres socios de la Asociación Oriental (Ucrania, Georgia y Moldavia), para los que “entrar en la UE es una cuestión de vida o muerte” (quedarían al margen los tres restantes: Bielorrusia, Armenia y Azerbaiyán), más los países de la ampliación: Macedonia del Norte, Serbia, Montenegro, Albania, Bosnia-Herzegovina y Kosovo. Todos ellos formarían parte de una Confederación de creación inmediata.
La cuarta Unión (energía) se concentraría en reducir la dependencia energética de Europa de terceros países, especialmente de Rusia.
Sobre la quinta Unión (defensa), Letta propone un pacto entre Alemania, Francia, Italia y España, los cuatro grandes países europeos. Se buscaría el logro de una «autonomía estratégica», tal y como sugiere Macron.
Jean Monnet dijo al comienzo del proceso de integración europea que éste se haría «a golpe de crisis» y que sería «la suma de todas las soluciones dadas a cada crisis». También avisó que “aún serán necesarias grandes pruebas para que los estados europeos comprendan que la alternativa a la unión política es la irrelevancia”. Hoy, tras la concatenación de crisis experimentada desde 2005 hasta 2022 cabe preguntarse lo siguiente: ¿no son el rechazo del tratado constitucional, la Gran Recesión y sus secuelas como la crisis del euro, la crisis de los refugiados, la reemergencia de China, Trump, el Brexit, la pujanza de los autoritarismos y de los populismos, el conflicto creciente entre Estados Unidos y China, la urgencia de la lucha contra el cambio climático, la revolución digital, la aceleración tecnológica, la pandemia y la guerra de Ucrania pruebas suficientes?
Las propuestas de Draghi y Letta coinciden en que ha llegado la hora de la unión política en la UE, si quiere evitar su irrelevancia en el escenario internacional.
Cabe decir también que estas propuestas van en la misma línea del Manifiesto sobre el futuro de Europa que el grupo de opinión Treva i Pau, de Barcelona, ha enviado hace pocas semanas a la Conferencia sobre el futuro de Europa, tal y como se ha comentado en un Post anterior.
Las propuestas de Draghi y Letta coinciden en que ha llegado la hora de la unión política en la UE, si quiere evitar su irrelevancia en el escenario internacional. Share on X