Las dos presidencias semestrales europeas del año 2023

Suecia preside la UE durante el primer semestre de 2023. La última vez que lo hizo fue en 2009.

El logotipo de la presidencia sueca representa la solidaridad y la comunidad. Según el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, «una Europa más verde, más segura y más libre es la base de nuestras prioridades».

Los cuatro objetivos oficiales de la presidencia sueca son los siguientes:

1-  Seguridad-unidad. Prioridad al apoyo económico y militar continuo en Ucrania, así como a su progresiva integración en la UE. Sólida política europea en materia de seguridad y defensa, en estrecha colaboración con los socios europeos. Acción común para contrarrestar la agresión rusa contra Ucrania. Implementación de la Brújula Estratégica, un programa de la UE recientemente adoptado para reforzar ‘seguridad y defensa’ en Europa a lo largo del próximo decenio. Lucha contra el crimen organizado transfronterizo.

2- Resiliencia-competitividad. Economía sólida y abierta basada en la libre competencia, inversión privada y digitalización. Crecimiento económico. Mercado único.

3- Prosperidad: transición verde y energética. Reforma a largo plazo del mercado energético. Impulso del Fit for 55,  el plan de la UE para la transición ecológica, consistente en un conjunto de propuestas encaminadas a revisar y actualizar la legislación de la UE y poner en marcha iniciativas que garanticen que las políticas de la UE se ajusten a los objetivos climáticos acordados por el Consejo y el Parlamento Europeo. Aceleración de la transición energética. Inversiones innovadoras al respecto. Adopción de un marco regulador y de políticas adecuadas para atraer estas inversiones.

4- Valores democráticos y Estado de derecho: nuestra base. Prioridad en el Estado de derecho y en los derechos fundamentales, elemento esencial de toda la presidencia.

Unas declaraciones recientes de la ministra de Asuntos Exteriores sueca, Jessica Roswall, perfilan las anteriores prioridades:

“La primera tarea de la presidencia sueca será mantener la unidad y seguir apoyando a Ucrania con todo tipo de medidas. Concretamente, se trata de ayuda económica, militar, humanitaria y también política para gestionar este momento tan difícil. Además, debemos mantenernos al día con las sanciones contra Rusia. Ahora estamos discutiendo el noveno paquete de sanciones. Tenemos muchas crisis en paralelo, pero debemos mantener el apoyo en Ucrania y también mantener la presión sobre Rusia. Creo que debemos hacer todo esto por la sencilla razón de que los ucranianos no sólo luchan por su libertad, sino que también luchan por nuestra libertad.

“Suecia se prepara, junto a Finlandia, para entrar en la OTAN. La guerra de Ucrania ha simbolizado y demostrado que la seguridad de Europa depende de mantenernos firmes y unidos.

“La energía está muy relacionada con la transición verde, otra prioridad para Suecia. La energía también está conectada con la seguridad. Hay que tener en cuenta ambos aspectos.

“Creo que la mayoría de los partidos en Suecia piensan que necesitamos tener un Pacto de Migración y Asilo de la UE. Es importante hacer avanzar las negociaciones al respecto. Es una negociación difícil porque hay muchos estados miembros que piensan de forma diferente a nosotros.Será un tema difícil de negociación.

“Los valores de la UE y el estado de derecho son muy importantes, son valores fundamentales que necesitamos. Debemos defenderlos cada día.Tenemos distintos instrumentos de defensa. El mecanismo de condicionalidad ha entrado en vigor en la UE, y esto es una muy buena señal.

«Las líneas maestras de la presidencia sueca serán, en definitiva, el apoyo a Ucrania, la reforma de la normativa sobre asilo, las transiciones verde y energética y la mejora de las redes de conexiones de todo tipo entre los estados miembros de la UE» .

La Presidencia española del Consejo de la UE durante el segundo semestre de 2023

España, por su parte, ejercerá por quinta vez la Presidencia del Consejo de la UE durante el segundo semestre de 2023. La última presidencia española fue en 2010. España inaugurará un Trío presidencial que complementarán sucesivamente Bélgica y Hungría durante el ‘ año 2024. Los Trios son grupos informales de tres Presidencias que se coordinan para dar continuidad a los trabajos a lo largo de dieciocho meses. Suecia ha terminado el Trío formado por sí misma, más  Francia y la República Checa que le habían precedido.

A lo largo de este primer semestre del año, el Gobierno español irá definiendo y concretando sus prioridades y sus diversas actividades. Su programa de trabajo estará condicionado por una UE que no puede dejar de abordar temas cruciales pendientes, como la guerra de Ucrania, las futuras ampliaciones, la reforma del control de las fronteras frente al reto migratorio, la debilidad de una economía en situación de “estancamiento e inflación“ (stagnation), la inacabada unión bancaria o la necesidad de llegar a ser un verdadero actor global en un mundo amenazador.

El 2023 es un año políticamente complicado para España, con dos grandes citas electorales previstas: municipales y autonómicas en mayo y generales en diciembre.

Pedro Sánchez tratará de aprovechar a fondo la oportunidad/visibilidad que le ofrece la presidencia europea para tratar de ganar las elecciones generales, seguir en la Moncloa en el año 2024 y después probablemente dar un salto adelante hacia un alto cargo internacional. Algunos dicen que aspira a sustituir al belga Louis Michel al frente del Consejo Europeo, otros le ven bien situado para sustituir al noruego Jens Stoltenberg como secretario general de la OTAN.

Durante la presidencia española de la UE habrá dos reuniones de gran lucimiento, que Pedro Sánchez espera con candeletas: una en Granada (octubre) con todos los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE y otra en Bruselas (julio ), con los líderes de los países de América Latina y Caribe (CEPAL). En términos de impacto visual, la reunión de Granada será comparable a la cena de gala en el Museo del Prado de Madrid correspondiente a la Cumbre de la OTAN del pasado mes de junio. Un día antes, también en Granada, Pedro Sanchez recibirá a los 44 socios de la recién creada Comunidad Política Europea (CPE). Estarán todos los máximos líderes políticos de toda Europa, menos Rusia y Bielorrusia.

Además de la reunión del Consejo Europeo, están previstas  dos docenas de reuniones de ministros europeos, repartidas  por todo el territorio español.

Si cumple su promesa de terminar la legislatura, Pedro Sánchez compatibilizará seis meses de presidencia europea y de precampaña electoral.

Si cumple su promesa de terminar la legislatura, Pedro Sánchez compatibilizará seis meses de presidencia europea y de precampaña electoral. Las elecciones generales, como más tarde, deben celebrarse el 10 de diciembre, lo que requiere que las cámaras se disuelvan el 16 de octubre.

La presidencia española, junto con la sueca, son consideradas por los analistas como “presidencias escoba“ o “de cierre”, es decir, responsables de ir concluyendo los temas prioritarios de la agenda europea, ya que en 2024 vuelve a haber elecciones al Parlamento Europeo, de las que saldrá una nueva Comisión Europea, después de cinco años transcurridos desde las elecciones europeas de 2019.

La legislatura europea 2019-2024 se encuentra en su último año efectivo de trabajo. Cuando acabe el año, la UE se encontrará en pleno ambiente electoral, con los comicios celebrándose en mayo de 2024 y la agenda legislativa ya enviada al congelador.

El curso de 2023 será, por tanto, muy intenso, con muchos debates abiertos heredados como el dossier energético, la reforma de las reglas fiscales (la fecha de reactivación de las normas está fijada en enero de 2024, lo que no puede gustar demasiado a España) o el paquete antimisiones «Fit for 55».

Algunas de las prioridades ya definidas por España

Consisten en impulsar una política de inmigración; alcanzar la  independencia energética y la autonomía estratégica, obsesiones colectivas desde el comienzo de la guerra  de Ucrania; reforzar el Pilar Social Europeo; hacer avanzar  la Agenda Verde (Gren Deal) y la revolución digital; reactivar las relaciones con los vecinos del sur (norte de África y países de América Latina y Caribe).

El ministro  de asuntos exteriores español, José Manuel Albares, acaba de confirmar que España trabajará prioritariamente la transición ecológica, la transformación digital, las políticas sociales, la autonomía estratégica, la seguridad energética, las interconexiones, las relaciones con los vecinos del sur y los latinoamericanos, y la respuesta de la UE a las crisis migratorias de la misma forma rápida y eficiente que lo está haciendo  en relación con las crisis de la pandemia y la guerra de Ucrania.

La presidencia europea de España será la traca final de la legislatura y un escaparate para Pedro Sánchez, justo en el momento de unas elecciones generales. De todas formas, el jefe de Gobierno español hará bien en no bajar la guardia y en estar vigilando a posibles amenazas al éxito que prevé.

Una primera amenaza es el informe que la Comisión Europea emitirá en junio sobre el estado de derecho en España. El Partido Popular ya  ha manifestado  que la inclusión en el informe de una amonestación a España por la falta de independencia del poder judicial “condicionaría“, de forma clara,  la presidencia española de la UE.

Por otra parte, el Tribunal de Justicia de la UE ha condenado en diciembre del año pasado a España por «no haber adoptado las medidas adecuadas para combatir la contaminación», por ejemplo, en ciudades españolas clave como Madrid y Barcelona .

Un tercer ejemplo de preocupación comunitaria en relación con España es la reforma de las pensiones, que no se ha llevado a cabo antes de finales del año pasado, tal y como España había prometido. En febrero de este año Madrid recibirá una visita de control de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, con la misión de vigilar el despliegue defectuoso del plan prometido y averiguar las causas de su retraso.

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