El dosier Paliar la pobreza infantil, publicado por el Observatorio Social de «la Caixa», analiza la estrecha relación entre la pobreza infantil, el mercado de trabajo y las ayudas monetarias públicas.
El empleo es determinante en la pobreza infantil, incluso en épocas de bonanza. En 2008, el riesgo de pobreza anclada entre los niños que vivían en hogares en los que sólo uno de los padres tenía trabajo era del 35,5%, mientras que en 2018 fue del 48,1%, lo que representa un aumento del 35,5%.
España tiene una de las tasas de pobreza infantil más altas de Europa. En 2018, el 29,9% de los niños vivían por debajo del umbral de la pobreza anclada en nuestro país, cifra superior a las de antes de la crisis.