Hay 12 grandes cuestiones a las que debe responder el Ayuntamiento de Barcelona si quiere garantizar que el tranvía por la Diagonal no se convierta en un desbarajuste histórico, y no sea visto como una decisión oscura con motivaciones, como mínimo, extrañas.
- ¿Qué sentido tiene una inversión en una infraestructura tan costosa, rígida e irreversible, en un período de revolución del transporte público?
El Ayuntamiento no da cifras, pero las parciales que se conocen sitúan el coste real entre 400 y 500 millones de euros. Es una fortuna para la ciudad, aunque parte lo pague la Generalitat. Esta cantidad incluye la nueva urbanización, la infraestructura del tranvía propiamente dicho, el necesario rescate de la concesión (si no, se está regalando dinero a un negocio privado ) y el lucro cesante para Transports Metropolitans, por las pérdidas en las líneas de autobuses que dejarán de pasar por la Diagonal. Todo esto por una obra que, en una década, quedará obsoleta a causa de la telemática, la inteligencia artificial y los nuevos materiales y sistemas de impulsión. El Ayuntamiento debe hacer público el coste real y sus componentes. - La rentabilidad del dinero público
Si no se rescata la actual concesión, se realizará una inversión pública para generar negocio a una entidad privada, lo que provocará un agujero en los ingresos de Transports Metropolitans de Barcelona, al suprimir las actuales líneas de buses por la Diagonal. Si se rescata, el gasto más que se duplica. Collboni debe decir qué va a hacer con la actual concesión de la empresa privada que gestiona el tranvía. - Las consecuencias de implantarlo en el eje principal de una ciudad muy densa
Barcelona tiene 15.700 habitantes por km², y más en el área de la Diagonal, con más de 35.000 habitantes por km², una aglomeración de nivel asiático. La destrucción de los carriles centrales de la Diagonal tendrá graves consecuencias. Si ahora ya hay colapso en horas punta, ¿qué no va a pasar con el tranvía? Para analizar las interacciones y los impactos, es necesario un modelo de movilidad que actualmente no existe. Hacerlo y alimentarlo con los datos necesarios tendrá un elevado coste. Queremos conocer las previsiones sobre la movilidad, desplazamientos, flujos de tráfico y el impacto sobre la contaminación. - Impacto sobre la movilidad metropolitana
Esta obra tendrá un fuerte impacto sobre la movilidad metropolitana, que debe evaluarse. Es necesario un pronunciamiento del AMB que la comprometa con el proyecto, con un sí o un no, y también de los ayuntamientos de los alrededores, porque el pato también lo pagarán sus habitantes. - Combinación de medios de transporte
Si Barcelona dispusiera de una red de transporte colectivo metropolitano capilar y un sistema de parks-and-rides, todo sería muy diferente. Hoy, muchas personas se ven obligadas a acceder con su vehículo por la Diagonal. Plantear sólo el tranvía es una visión reduccionista y sin rigor técnico. Sin resolver Cercanías, el tranvía generará más colapso. - Externalidades negativas
Los gobiernos suelen olvidar las externalidades negativas que pagan los ciudadanos y las empresas. En el caso del tranvía, estos costes incluyen congestión, tiempo perdido, consumo de combustible y contaminación. También se añade la barrera a la movilidad vertical en una ciudad con problemas de movilidad y la destrucción de la reciente nueva Diagonal de Trias. - Sobrestimación de los viajeros a transportar
El tranvía tiene mayor capacidad, pero no se trata de maximizar el número de viajes, sino de atender a las necesidades reales. El actual servicio por la Diagonal no está desbordado. Un sistema mejorado de buses eléctricos sería mejor. ¡El tranvía es 1,5 veces más costoso por pasajero transportado, y 3,36 veces más con rescate! - Complicaciones por incidencias
La rigidez del sistema del tranvía y la alta densidad del trayecto aumentan la probabilidad de complicaciones. Si un tranvía queda inmovilizado, colapsa todo el transporte público, lo que no ocurre con el bus. - Contaminación
Con una tercera parte del coste del tranvía aplicada a dotarnos de buses eléctricos, se reduciría más la contaminación. Además, en los estudios presentados por el Ayuntamiento, no se contabiliza la contaminación por la mayor congestión en el entorno. - Alteración del sistema de autobuses
El sistema de autobuses se verá afectado negativamente, lo que el Ayuntamiento debe explicar. - Prioridad del proyecto
De las 13.000 personas que aportaron iniciativas a la consulta abierta por el Ayuntamiento, sólo 476, menos del 5%, señalaron el tranvía como prioridad. - Rechazo en un referendo anterior
La ciudad ya rechazó el tranvía en un referendo. Collboni no puede proceder sin tener en cuenta este antecedente y traicionar la práctica democrática.
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