La última encuesta publicada con fecha 1 de abril es de DYM para 20 minutos. El resultado señala un descenso claro del PSOE y una mejora del Partido Popular, de manera que ahora la distancia entre ambos sería de poco más de 3 puntos. También disminuyen VOX y Unidas Podemos, sin alterar la jerarquía entre ambos, que sitúa al partido de derechas por delante de la izquierda de Iglesias. El empate entre ambos bloques es ahora casi perfecto: la derecha se sitúa en 37,5% y la izquierda alcanza el 38,6%. En medio se situaría Ciudadanos con el 7,2%.
El primer partido sigue siendo PSOE con el 26,8%, seguido del Partido Popular con el 23,1%, seguido de Vox con el 14,4% y Unidas Podemos con el 11,8%. Esto traducido en escaños, que es lo que cuenta, significa 118 para el PSOE, 101 para el PP, 45 para Vox, 31 para la organización de Pablo Iglesias, 11 para Ciudadanos y 2 para Más País.
El bloque formado por estos 3 últimos partidos los reduce a 151 escaños, muy lejos de la mayoría absoluta, y por tanto muy dependiente de los partidos minoritarios, sobre todo de los independentistas, que son quienes tienen una mayor representación entre ellos. El bloque de centroderecha alcanzaría los 157 diputados, fuera también de la mayoría absoluta, pero superando a la coalición gobernante. A este cómputo sería necesario añadirle los 2 diputados previsibles de Navarra Suma.
Todo ello indica que, si bien la pandemia está castigando a los dos partidos en el Gobierno, no lo hace en la medida suficiente para que se produzca una modificación radical del panorama político, aunque sí señala una tendencia. En realidad todo parece indicar que la necesaria mayoría para gobernar sigue en manos de los partidos nacionalistas y regionalistas, sobre todo de los catalanes, que son quienes detectan un mayor número de diputados. Se manifiesta una vez más el coste del PP de no tener partidos con quien pactar, en el País Vasco, y sobre todo en Cataluña, que después de Andalucía es quien aporta un mayor número de escaños.
La encuesta no da resultados sobre estos partidos minoritarios y por tanto no puede observarse cómo influye el Covid-19, en aquellos que, como el Partido Nacionalista Vasco, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, también gobiernan. ¿Les pasará factura como a Sánchez o se verán recompensados, como sucede en la Francia de Macron y de su primer ministro Édouard Philippe?