La nueva Comisión Europea, bajo el mismo liderazgo de Ursula von der Leyen que la saliente, se puso en marcha a principios del pasado diciembre.
En el contexto internacional actual de rivalidades con China, de enfrentamiento abierto con Rusia y con una relación imprevisible con Estados Unidos, la Comisión tendrá que centrar buena parte de sus esfuerzos internacionales en la defensiva, como de hecho ya ha estado haciendo en los últimos tiempos (Covid, guerra de Ucrania y en Oriente Medio, tensiones comerciales).
Sin embargo, Von der Leyen ha presentado los tres ejes que deben guiar la acción proactiva del nuevo ejecutivo europeo, cuya composición ya describió Víctor Pou. Estos están centrados en la competitividad del sector empresarial europeo, la sostenibilidad y la seguridad económica. Una agenda muy centrada en el ámbito económico y sus derivaciones medioambientales.
Más allá existen otros ámbitos clave para la Comisión Europea y de gran impacto para los ciudadanos. Aquí presentamos tres de los más relevantes y al mismo tiempo menos comentados para este 2025.
1. Inmigración ilegal
Sin duda la principal patata caliente, con crisis que van y vienen y que nunca se resuelven definitivamente. Por el contrario, la presión ciudadana para frenar las llegadas de inmigrantes, sobre todo los que llegan de países y por medios más precarios, no deja de aumentar por toda Europa.
Esto sin que los políticos de ningún país de los más afectados (los de la orilla del Mediterráneo) hayan logrado dar una respuesta satisfactoria al problema. De hecho, España se ha situado en 2024 muy cerca de los niveles de récord histórico de llegada de inmigrantes clandestinos.
Se espera que Von der Leyen haga una propuesta de directiva en los próximos meses centrada en el regreso de inmigrantes a países externos al bloque, inspirándose del modelo de Giorgia Meloni que sin embargo la justicia italiana está dificultando.
2. Ucrania y las futuras ampliaciones de la UE
La llegada de Donald Trump al poder de Estados Unidos implicará previsiblemente una grave crisis en el seno de la UE porque Europa no puede permitirse el riesgo de mantener sola el sostenimiento del esfuerzo de guerra ucraniano: Washington sufraga aproximadamente la mitad de la gasto militar de Kiev.
Para complicar aún más la posición de la Unión, tras la invasión rusa Von der Leyen abrió simbólicamente los brazos a Ucrania y Moldavia, a la vez que aceleró las candidaturas de los países balcánicos que llevaban años paradas.
En el estado actual de la UE, acoger a estos países, comparativamente pobres y con numerosos problemas institucionales, supone un esfuerzo político y económico muy importante que las capitales europeas no están realmente dispuestas a efectuar. Así pues, es previsible que en 2025 Von der Leyen intente ganar tiempo para intentar contentar a los candidatos que esperan fuera sin provocar una revuelta interna.
3. Libertad versus seguridad online
Uno de los ámbitos en los que la UE ha actuado en mayor discreción en los últimos tiempos es el de la digitalización de ámbitos clave de la vida cotidiana como son el acceso a informaciones por internet, la identidad y el dinero.
Durante el primer mandato de Von der Leyen, la Comisión ya mostró una señal ineludible de su voluntad de regular el mundo digital a través de la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, así como la Ley de Inteligencia Artificial, que buscan todas limitar las informaciones ilegales que se pueden encontrar en la red.
Ahora, la Comisión quiere dar nuevos pasos: el año pasado anunció trabajar en un “pasaporte digital” que se quiere voluntario, gratuito y más cómodo para los viajeros. Otra iniciativa clave es el “euro digital”, que consistirá en la emisión por parte del Banco Central Europeo de moneda en formato totalmente virtual, sin soporte impreso alguno. Estas dos medidas tienen sin embargo a sus críticos, que afirman que otorgan la posibilidad a las autoridades (aunque sea sólo teórica) de ejercer un control total sobre los ciudadanos al introducir la posibilidad de gestionar, bloquear y eliminar documentos y dinero de los ciudadanos .