La Cuaresma es un período de cuarenta días que precede a la Semana Santa en la tradición cristiana, empezando el Miércoles de Ceniza y culminando el Domingo de Pascua. Durante ese tiempo, los fieles son invitados a la reflexión, la penitencia y la abstinencia, preparándose espiritualmente para la celebración de la resurrección de Jesucristo. En Cataluña, este período está ricamente adornado con tradiciones culturales y gastronómicas que han perdurado a lo largo de los siglos.
Tradiciones de la Cuaresma en Cataluña
Una de las figuras más emblemáticas de este período es la “ Vieja Cuaresma ”, una representación de una anciana con siete pies que lleva un bacalao en salazón. Cada semana de Cuaresma, se le retira un pie, simbolizando el paso del tiempo hasta la Pascua. Esta tradición es especialmente popular en Cataluña, donde se cuelga una figura de la Vieja Cuaresma y se utiliza como herramienta pedagógica para enseñar a los niños la cuenta atrás hasta la Semana Santa.
Las representaciones teatrales también tienen un papel destacado durante este período. La “ Pasión de Esparreguera ” es una de las más relevantes en Cataluña, donde todo el pueblo se involucra en la puesta en escena de la Pasión de Cristo. Este espectáculo, que se realiza desde el siglo XVI, atrae a miles de espectadores cada año y es considerado uno de los eventos culturales más importantes de la región.
En Tarragona, la Procesión del Santo Entierro es otro evento destacado. Declarada Elemento Festivo Patrimonial de Interés Nacional, esta procesión reúne a más de 3.000 participantes que desfilan por las calles de la ciudad llevando pasos que representan episodios de la Pasión de Cristo. La procesión atrae a más de 30.000 espectadores y es una muestra de la devoción y tradición arraigadas en la ciudad.
Gastronomía de la Cuaresma en Cataluña
La gastronomía catalana durante la Cuaresma es rica y variada, marcada por platos que respetan la abstinencia de carne y resaltan los productos de temporada.
Los buñuelos del Empordà, son un dulce tradicional que se consume especialmente los miércoles y viernes de Cuaresma. Estos buñuelos tienen un agujero en medio y se caracterizan por su masa aromatizada con ingredientes como la matalahúga, el cilantro, la cáscara de limón rallada y un toque de anís. Después de freírlos en aceite, se los espolvorea con azúcar, ofreciendo una textura esponjosa y un sabor inconfundible que ha conquistado generaciones.
Receta tradicional de los buñuelos del Empordà
Ingredientes:
- 1 kg de harina
- 7 huevos
- 25 g de levadura prensada
- 300 g de azúcar
- 30 g de matalahúga
- 30 g de cilantro
- 10 g de sal
- 3 cáscaras de limón rallados
- 100 ml de anís
- 50 ml de leche
- Aceite para freír
Elaboración:
- Disolver la levadura en la leche tibia.
- En un cuenco grande, mezclar la harina, el azúcar, la matafaluga, el cilantro, la sal y la cáscara de limón rallada.
- Añadir los huevos y la mezcla de leche y levadura. Amase hasta obtener una masa homogénea.
- Incorporar el anís y continuar amasando hasta que la masa sea elástica.
- Dejar reposar la masa tapada durante 1 hora en un sitio cálido hasta que doble su volumen.
- Formar pequeñas bolas con la masa y realizar un agujero en el centro.
- Freírlas en aceite caliente hasta que estén doradas.
- Retirar y escurrir sobre papel absorbente.
- Espolvorear con azúcar mientras todavía están calientes.
Otra delicia típica de este período es la torta de chicharrones. Aunque tradicionalmente se consumía durante el Carnaval, su popularidad se ha extendido a la Cuaresma. Esta torta dulce se prepara con huevos, azúcar, harina, chicharrones y piñones, ofreciendo una textura crujiente y un sabor rico que la convierten en una de las preferidas durante las fiestas populares catalanas.
Durante la Cuaresma, es común la abstinencia de carne los viernes, lo que ha dado lugar a una variedad de platos basados en pescado y verduras. El bacalao en salazón es uno de los ingredientes estrella, presente en platos como el bacalao a la llauna o el derrame. Las legumbres, como los garbanzos y las lentejas, también son protagonistas en guisos y potajes que aportan energía y sabor durante este período de abstinencia.
La combinación de estas tradiciones culturales y gastronómicas hace de la Cuaresma en Cataluña un período rico en costumbres que enlazan la devoción religiosa con el disfrute de la buena mesa, reflejando la identidad y el patrimonio de una región orgullosa de sus raíces.