A las 4 de esta madrugada, Putin ha anunciado de forma insospechada la intervención rusa sobre Ucrania calificada de «operación militar especial» . Su finalidad, por lo visto, es controlar toda la región del Donbass y no sólo la parte que ocupan hoy los dos pequeños territorios prorrusos que se han declarado independentistas y que recientemente Moscú reconoció como tales.
A las 7 horas locales, las 8 hora española, las sirenas sonaron en Kiev. La alarma ha sido causada por los bombardeos en las bases militares y en su entorno y también en su aeropuerto. Rusia ha anunciado que los ataques de gran precisión están limitados a bases aéreas, defensa antiaérea y otros emplazamientos militares. De hecho, la información rusa anuncia que ya ha destruido todo el sistema de defensa aérea de Ucrania. En todo caso, manifiesta un especial interés en señalar que sólo está atacando objetivos estrictamente militares.
Al mismo tiempo, el ejercito de tierra ha entrado masivamente en las repúblicas prosoviéticas de Ucrania y a la hora de transmitir esta crónica, las 10 de la mañana, no está claro si se han extendido en su penetración más allá, hacia Járkov y Odesa. A las 9 horas de la mañana el presidente ucraniano ha anunciado que declararía la ley marcial, y que había intentado hablar con Putin y que el presidente ruso se había negado. Es visible la marcha de población de Kiev hacia territorios más occidentales que la población ucraniana considera más seguros. También las estaciones de metro de la capital se han convertido en refugios por el temor a bombardeos sobre la ciudad, que no parecen producirse. El gran interrogante en este momento es hasta dónde se producirá la penetración terrestre tras los ataques aéreos sobre las bases militares ucranianas. Por el momento no se ha producido ninguna reacción por parte del ejército de ese país.
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, ha anunciado con tono enérgico la adopción de grandes sanciones contra Rusia que castigarán poderosamente su economía. Josep Borrell, el alto representante por las relaciones internacionales de la UE, también ha realizado unas declaraciones con un tono extraordinariamente dramático, señalando que era el hecho más grave que se había producido desde la II Guerra Mundial. También el presidente Biden ha anunciado sanciones masivas contra la economía soviética y está previsto para esta tarde una reunión de la OTAN.
Tras el anuncio de Putin de la intervención militar, la bolsa de Moscú cayó en picado (40%) y el rublo bajó un 8%. Pero, el efecto, si no tan acusado, sí importante, también se produce en las otras bolsas en las que las consecuencias económicas de las sanciones no se limitarán sólo a Rusia sino que en parte tendrán un efecto bumerán sobre la economía de los países miembros. El Ibex caía esta mañana más de un 2%. El petróleo alcanza los 100 dólares y puede aún incrementar más su precio. Está por ver qué pasará con el gas que Rusia exporta a Europa. Su reducción, ya no digamos su bloqueo, tendría efectos traumáticos sobre la economía sobre todo de Alemania e Italia y de rebote sobre todas las demás.
También hay entrada de tropas y vehículos militares hacia Ucrania desde Bielorrusia.
Las reacciones internacionales también implican al secretario general de Naciones Unidas que pide el cese inmediato de las hostilidades. Ya no hay tráfico aéreo ni civil sobre Ucrania ni en el entorno fronterizo ruso.
La cuestión ahora es ver si el conflicto queda bloqueado o se extiende con el riesgo de provocar un grave enfrentamiento bélico. Hay que recordar en este sentido lo que el historiador Eric Hobsbawm escribía en La era del Imperio, 1875-1914 : “Pero su estallido no se esperaba realmente. Incluso durante los últimos días de la crisis internacional de julio de 1914, cuando la situación ya era desesperada, los estadistas, que estaban dando pasos fatales, no creían realmente que estuvieran iniciando una guerra mundial”.