Los episodios de violencia desatada que han marcado el panorama francés reciente han tenido una rápida traducción en las encuestas electorales del país galo.
Una encuesta del prestigioso instituto de opinión Ifop realizada el 4 y 5 de julio llegó a la conclusión de que los partidos de derechas franceses tendrían el 48% de la intención de voto. Se trata de un fuerte incremento respecto a un sondeo similar realizado dos meses antes, donde los mismos partidos consiguieron aglutinar el 42%.
¿Cuáles son esos partidos de derechas franceses?
Se trata de Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen; Los Republicanos, que suelen considerarse la derecha moderada y atraviesan una crisis sin fin desde la primera elección de Emmanuel Macron en el 2016; Reconquista, el partido del periodista y desgraciado candidato a la elección presidencial del año pasado Éric Zemmour, y finalmente Debout la France, un pequeño partido escindido de los Republicanos y con ciertos rasgos ruralistas, capitaneado por Nicolas Dupont-Aignan.
Las cuatro formaciones avanzan en los porcentajes de intención de voto en las elecciones europeas previstas el próximo año, y que constituyen la próxima cita electoral del calendario político francés.
Quien saldría más beneficiada sería la lista de los Republicanos, capitaneada por el filósofo católico François-Xavier Bellamy y el exnegociador del Brexit Michel Barnier, que pasaría del 8% al 11% en intención de voto. Sin embargo, la candidatura de Jordan Bardella, a menudo considerado el delfín de Marine Le Pen, se mantendría como líder de la derecha, con un 26%.
En la práctica los partidos de derechas franceses no constituyen un bloque político
Ahora bien, cabe inmediatamente destacar que en la práctica los partidos de derechas franceses no constituyen un bloque político, principalmente por el rechazo a que Los Republicanos siguen exprimiendo hacia todas aquellas formaciones que se sitúen a su propia derecha, por considerarlas «antirepublicanas».
Sin embargo, con el paso de los años esta práctica se ha ido desdibujando por la constante erosión de votos que el partido que se quiere heredero del gaullismo ha sufrido, tanto hacia el «extremo centrista» representado por Emmanuel Macron como hacia las alternativas que se reivindican como la verdadera derecha.
Cada vez más voces militan en Francia para superar los escrúpulos «republicanistas» (una herencia que paradójicamente proviene de las izquierdas culturalmente dominantes) y generar una alianza de las diferentes fuerzas de derechas.
Según los partidarios del «bloque de derechas», ésta es la única manera de llegar al poder y producir un verdadero cambio de rumbo en Francia: en política inmigratoria, social, fiscal, cultural y de seguridad. De momento, sin embargo, las reticencias partidistas siguen siendo grandes, y no sólo entre los Republicanos por las razones ya mencionadas, sino también en el Reagrupamiento Nacional, que aspira a llegar al gobierno del Elíseo en solitario.
El «extremo centro» de Macron aguanta, las izquierdas se hunden
Volviendo a los resultados de la encuesta del Ifop, la alianza presidencial de Macron (Renacimiento-Movimiento Demócrata-Horizontes) se situaría en un 20% de intención de voto, mientras que las fuerzas abiertamente de izquierdas serían las más perjudicadas en las encuestas.
Ninguna formación de izquierdas alcanzaría ni siquiera al 10%, y serían los partidos más moderados, socialistas y ecologistas, los que llegarían con empate a la primera posición del bloque con un escaso 9% cada uno.
Estos resultados muestran un profundo rechazo de los franceses a las gravísimas revueltas que su país ha vivido, durante las cuales más de 800 policías y gendarmes resultaron heridos, casi 6.000 vehículos fueron destruidos y se incendiaron más de 1.100 edificios, la gran mayoría públicos (ayuntamientos, comisarías, escuelas, gimnasios, centros sociales, etc.).
También dejan claro que la gran mayoría de franceses todavía confían en las fuerzas del orden y piden más firmeza de la policía, y no menos. De hecho, según otra encuesta publicada el 30 de junio el 70% de los franceses estarían a favor de enviar a las fuerzas armadas para restablecer el orden en los barrios difíciles.
Unas constataciones que contrastan fuertemente con el relato que ha hecho la prensa más políticamente correcta, podríamos considerar «woke», situando el origen de los problemas en el supuesto «racismo» de la policía francesa, así como en las desigualdades.
De hecho es muy interesante comprobar cómo este análisis está particularmente extendido entre la prensa anglosajona, desde los medios abiertamente progresistas como New York Times y The Guardian hasta el Financial Times.
La gran mayoría de franceses todavía confían en las fuerzas del orden y piden más firmeza de la policía, y no menos Share on X