Andorra ha celebrado el 29 de junio de este año el trigésimo aniversario de su proceso de acercamiento a la UE. Se trata de un proceso progresivo y de carácter asintótico, es decir, que le permite acercarse cada vez más a la UE sin terminar de entrar del todo.
Dentro de este proceso de acercamiento se observan tres fases, que pueden ser calificadas de aduanera y comercial la primera, de cooperación la segunda y de asociación la tercera actualmente en curso Esta tercera fase normalmente debería culminar con la firma de un Acuerdo de asociación con la UE dentro de dos o tres años. Una vez entrado en vigor, es previsible que dure mucho tiempo, pues más allá ya no hay ningún otro hito sino la plena adhesión.
El proceso de acercamiento del Principado de Andorra en la UE comenzó en 1990 con la firma de un Acuerdo de unión aduanera parcial (el tabaco y la agricultura quedaban excluidos), que aún sigue en vigor. Se trata de una primera fase muy exitosa por las cualidades intrínsecas de un acuerdo aduanero altamente favorable a los intereses económicos del Principado.
La segunda fase se concretó con un Acuerdo de cooperación firmado en 2004, que ampliaba las relaciones con la UE a otros ámbitos como medio ambiente, educación, política regional o transportes. Otros dos acuerdos también pertenecen a esta segunda fase. Uno, sobre fiscalidad, firmado en 2004, que prescribía la adopción de retenciones en origen sobre los intereses del ahorro pagados en Andorra a personas físicas residentes de los estados miembros de la UE, como medida transitoria a cambio de no facilitar información fiscal. El segundo es el Acuerdo Monetario, firmado en 2011, que regula el uso del euro como moneda oficial, así como la acuñación de euros andorranos. Este segundo acuerdo también prevé la transposición legislativa europea en materia de prevención de blanqueo, financiación del terrorismo, prevención de falsificación de monedas y supervisión del sistema financiero.
La tercera fase se caracteriza, en primer lugar, por la firma en el año 2016 de un nuevo Acuerdo de fiscalidad que actualiza el de 2004 a través de la implantación del intercambio automático de información fiscal con terceros países, que ha significado el final del secreto bancario en el Principado y su salida de las listas de paraísos fiscales. Por otra parte, en 2015 comenzaron unas negociaciones de asociación con la UE que significarán el acceso al mercado interior de la UE. El Acuerdo de asociación debería coronar todo el proceso de acercamiento iniciado hace treinta años, así como el proceso interior de reformas hacia la transparencia y homologación fiscal y financiera, la fiscalidad competitiva, la proyección internacional, la apertura a la inversión extranjera y la diversificación económica. Ambos procesos transformadores -interior y exterior- han transcurrido en paralelo durante los últimos años.
Con el Acuerdo de asociación, Andorra se propone integrar los acuerdos anteriores con la UE, salir de la situación actual de dependencia económica de pocos sectores, facilitar la salida de los agentes económicos andorranos hacia Europa, así como la entrada de operadores extranjeros que vengan a Andorra donde deben encontrar seguridad jurídica y reglas de juego comunes y conocidas (playing level field) en el contexto del mercado interior de la UE. Todo ello debería propiciar la consolidación de un nuevo modelo económico y social en el Principado.
Las negociaciones de asociación llevan camino de convertirse en las más largas entre Andorra y la UE, pues ya hemos dicho que empezaron el año 2015 y todavía les quedan dos o más años para concluir.
Cabe decir que últimamente (2019-2020) han conocido una pausa debido a las elecciones andorranas y europeas de la primavera de 2019, la formación correspondiente de los nuevos equipos negociadores, el foco en el Brexit por parte de los negociadores comunitarios y la llegada de la pandemia.
Pero no todo han sido consecuencias negativas, pues la pausa ha sido bien aprovechada por la nueva Secretaría de Estado de Asuntos Europeos, creada con dependencia directa del Jefe de Gobierno andorrano, para proceder a un replanteamiento de las negociaciones. Este replanteamiento ha significado una mejor aceptación por parte europea de la necesidad de respetar las especificidades andorranas propias de un país de pequeña dimensión territorial y de la necesidad de más cooperación con Europa que la pandemia ha puesto en evidencia, así como de obtener un trato más favorable por parte de la UE en materia de contribución al desenclavamiento territorial del Principado y una mejor participación andorrana en los diferentes programas comunitarios.
La nueva Secretaría de Asuntos Europeos también se está mostrando muy activa a través de campañas informativas sobre el Acuerdo de asociación dedicadas a los agentes económicos y a la ciudadanía en general, explicativas de las ventajas del acuerdo y recogedoras de las inquietudes de un proceso de apertura como el que significa el próximo acceso al mercado interior europeo.
Antes de la pausa de 2019-2020, se había conseguido cerrar con éxito el capítulo negociador correspondiente a la libertad de circulación de mercancías, habiéndose acordado la conversión del acuerdo aduanero de parcial a total, la concesión de un período de 30 años en el sector del tabaco para su reconversión, la prórroga del sistema de franquicias en frontera, la creación de un comité mixto de carácter paritario y la progresividad en la transposición de la normativa comunitaria. Todavía quedan por negociar la libertad de circulación de personas, servicios y capitales, así como la participación andorrana en políticas de acompañamiento y programas comunitarios.
Se da la circunstancia de que los tres estados miembros de la UE más directamente relacionados con Andorra, ya sea territorialmente (Francia y España) o por razones de inmigración (Portugal), ocuparán durante un semestre la presidencia de la UE en los tres próximos años Portugal primer semestre 2021, Francia primer semestre 2022 y España segundo semestre 2023. Esto debería facilitar la finalización de las negociaciones de asociación en el horizonte 2023, dada la posición favorable de los tres estados mencionados.
La UE también quiere cerrar el Acuerdo de asociación con Andorra y con los dos otros estados de pequeña dimensión territorial que la acompañan en las negociaciones: Mónaco y San Marino. A estas alturas, todo apunta, a que la tercera fase de acercamiento acabará bien y que el referéndum que se realizará en Andorra al final de las negociaciones dará un resultado favorable al Acuerdo de asociación.
Mientras tanto, la apertura internacional del Principado continúa alcanzando nuevas metas importantes a escala global, más allá de sus relaciones con la UE. El primer ejemplo es su entrada en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como miembro de pleno derecho el 16 de octubre del año en curso. Andorra se ha convertido de esta manera en el 190 país que forma parte de este organismo. El ingreso garantiza el cumplimiento de las directrices de transparencia e información internacional por parte de los estados miembros. Este hecho otorgará a Andorra solvencia y credibilidad adicionales ante los mercados.
Un segundo ejemplo es la próxima Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica en Andorra el mes de abril del 2021. Hasta el momento actual, Andorra ya ha organizado diferentes reuniones ministeriales y actos asociados que se están llevando a cabo telemáticamente a consecuencia de la pandemia.
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Víctor Pou es doctor en derecho y licenciado en ciencias económicas por la Universitat de Barcelona, MBA por la IESE Business School de la Universidad de Navarra y Graduado en Integración Europea por la Universidad de Ámsterdam. Es profesor del IESE Business School y de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC). Es Socio de la consultoría TAS Europrojects (Bruselas). Ha sido Ninguno de Unidad y Consejero de Relaciones Exteriores a la Comisión Europea (Bruselas). Ha sido Director del Patronato Catalán pro Europa y Director General de Adecuación a las Comunidades Europeas de la Generalitat de Cataluña.