La Academia Diplomática Europea es una creación institucional reciente de la UE, impulsada por su Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Según Borrell, ha nacido para “propiciar un verdadero núcleo diplomático de la UE en un mundo desafiante y mostrar que es posible compatibilizar los intereses nacionales y los comunitarios“. “Es un proyecto piloto, no es solamente un curso académico más, sino la posibilidad de aprender desde dentro cómo funciona la UE».
El pasado 29 de agosto se inició el proyecto piloto de curso de la Academia en el campus del Colegio de Europa en Natolin (Polonia) y continua en el Colegio de Europa tradicional, situado en Brujas (Bélgica). La dirección del curso corre a cargo de la rectora actual del Colegio y anterior Alta Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, la italiana Federica Mogherini. El curso se desarrolla a lo largo de dos semestres académicos hasta mayo de 2023, cuando se graduará la primera promoción.
Participan en este primer curso piloto cuarenta y dos jóvenes diplomáticos seleccionados por sus propios países miembros de la UE. El programa piloto está abierto igualmente a diplomáticos de otros países europeos todavía no miembros de la UE, como Ucrania, países de los Balcanes Occidentales, Georgia, Moldavia y Turquía.
Según el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), las enseñanzas no van a sustituir o duplicar las que se impartan a nivel nacional, sino que se centrarán en los conocimientos y capacidades necesarios para “defender los intereses de la UE en el mundo“ y “forjar una cultura diplomática genuinamente europea”.
El proyecto piloto se desarrolla en dos etapas: un programa académico y un estudio de viabilidad. El SEAE ha avisado que graduarse en este programa no garantiza un puesto en las instituciones de la UE o en alguna de sus 140 delegaciones, aunque sí “aumenta significativamente las posibilidades de éxito“ a la hora de solicitar vacantes.
Según Borrell, la Academia Diplomática Europea será “la cuna de las nuevas fuerzas diplomáticas a nivel europeo”. El objetivo es “formar a los hombres y mujeres que en el futuro representarán a la UE en el mundo“. “A lo largo del programa académico de nueve meses se les dotará de los conocimientos necesarios y de las habilidades para dar forma a nuestras políticas comunes, para aplicar nuestras decisiones comunes, para utilizar todas nuestras instituciones para defender una Europa más fuerte en el mundo. Este tipo de instituciones deberán dar forma a nuestro futuro porque nuestro futuro es una encrucijada histórica“.
En el acto inaugural del programa piloto de la Academia Diplomática Europea, que tuvo lugar el 13 de octubre en el Colegio de Europa de Brujas (Bélgica), Borrell empezó piropeando a su predecesora en el cargo de Alta Representante, al decirle que “tiene mucho mejor aspecto que cuando ocupaba mi cargo“. A continuación, añadió que “estoy seguro de que es debido a la atmósfera y al fantástico puesto que usted tiene ahora (rectora del Colegio de Europa), uno de los mejores que uno pueda imaginar“.
Borrell entró seguidamente en materia utilizando una metáfora vegetal que se acabaría convirtiendo en el centro de la polémica que su discurso iba a provocar.
“Brujas es un buen ejemplo de jardín europeo. Sí, Europa es un jardín. Hemos construido un jardín. Es la mejor combinación de libertad política, prosperidad económica y cohesión social que la humanidad haya sido capaz de construir jamás. Las tres cosas al mismo tiempo. Y este lugar, Brujas, puede que sea una buena representación europea de cosas bellas, vida intelectual y bienestar“.
“El resto del mundo -y usted lo sabe muy bien, Federica- no es exactamente un jardín. La mayor parte del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín. Los jardineros deberán cuidarlo, pero no lo protegerán construyendo altas murallas. Un bonito jardín rodeado por altas murallas para evitar que la jungla penetre en el jardín no sería una solución“.
“Los jardineros tienen que salir a la jungla. Los europeos tienen que estar mucho más comprometidos con el resto del mundo. Si no lo hacemos, el resto del mundo nos invadirá a través de diferentes caminos y medios. Sí, este es mi mensaje más importante: tenemos que estar mucho más comprometidos con el resto del mundo“.
”Somos una gente privilegiada. Hemos construido una combinación de estas tres cosas -libertad política, prosperidad económica, cohesión social- y no podemos pretender sobrevivir como una excepción. Tiene que ser un camino de apoyar a los demás para hacer frente a los grandes de nuestro tiempo“.
Borrell volvió de nuevo a la metáfora jardín/jungla al terminar su discurso con estas palabras: “Cuidad el jardín, sed buenos jardineros. Pero sed conscientes también de que vuestro deber no consistirá en ocuparos de mantener bien cuidado el jardín en sí mismo, sino en ocuparos de la jungla“.
Las palabras metafóricas iniciales y finales de su discurso son las que ha desatado la tormenta y provocado una reacción en contra por parte de varios países.
Rusia, Irán, Emiratos Árabes Unidos y un grupo de columnistas árabes han tachado el discurso de inapropiado, discriminatorio y racista y exigen explicaciones. Les parece que “jardín suena como un eufemismo de civilizado y selva como uno de bárbaro“.
Otro tipo de críticas han llegado por parte de especialistas en relaciones internacionales. “Ha incurrido en el mismo error que incurrió el analista conservador norteamericano, Robert Kagan, cuando escribió el libro titulado The Jungle Grows Back: America and Our Imperiled World, en el que presenta a Estados Unidos como un jardín rodeado por una jungla inestable y amenazadora que pone en peligro el mundo“.
Borrell dedicó el resto del discurso a cuestiones como las siguientes.
“La invasión rusa de Ucrania significa el final del período posterior a la Guerra Fría. Nos encontramos en un momento de creación de un nuevo mundo“. “Vivimos en un mundo de política de poder, que desafía nuestro mundo de reglas“. “Un momento serio de la historia, ante el cual debemos mostrar fuerza y determinación, completa determinación“. “Tenemos que continuar ayudando a Ucrania hasta el final, al mismo tiempo que hemos de continuar buscando soluciones diplomáticas “. “Después de esta guerra, llegará un período de inestabilidad y tendremos que construir un nuevo orden de seguridad, integrando una Rusia post-Putin“.
“Las instituciones son esenciales, como nos recordaba Jean Monnet desde el principio del proceso de integración europea. La gran diferencia entre Europa y el resto del mundo son nuestras instituciones. Lo que importa son las instituciones“.
“Esta guerra va a crear una Unión Europea muy diferente. La UE ha despertado a la geopolítica, al lenguaje del poder. Experimentará grandes cambios en asuntos exteriores, defensa y energía“.
“En una votación reciente en la ONU, el 20% de la comunidad mundial se ha abstenido de condenar la invasión rusa de Ucrania. Es demasiado. Hemos de actuar para que este porcentaje disminuya“.
“Yo siempre digo lo mismo: soy catalán, español, europeo. No existe contradicción entre estas tres cosas. Al contrario, me enriquecen todas ellas. La experiencia europea consiste precisamente en la integración de diferentes identidades. La historia de Europa ha sido la confrontación de identidades. La identidad está hoy en el campo de batalla. Algunos decían tiempo atrás “¡es la economía, estúpido ¡“. Hoy ya no es así. Hoy hay que decir: “¡es la identidad, estúpido”. Demasiados dicen que “mi identidad es incompatible con tu identidad, es una cuestión de tú o yo“. “Vosotros seréis la fuerza detrás de la construcción de un edificio multiidentitario. El mundo os necesita. El mundo necesita a Europa“.
Pocos días más tarde de pronunciar su discurso en el Colegio de Europa de Brujas, Borrell se ha defendido de las acusaciones de sus detractores con estas palabras:
“Mi mensaje no es racista, sino de solidaridad. Al dirigirme a los jóvenes de la Academia Diplomática Europea he pretendido enviar la consigna de que no podemos encerrarnos en la fortaleza Europa, sino que debemos entrar en contacto con el resto del mundo para dar a conocer nuestro mensaje, porque hoy en día nuestro mensaje compite con otros“.
Mi mensaje no es racista, sino de solidaridad Share on X
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Víctor Pou es doctor en derecho y licenciado en ciencias económicas por la Universitat de Barcelona, MBA por la IESE Business School de la Universidad de Navarra y Graduado en Integración Europea por la Universidad de Ámsterdam. Es profesor del IESE Business School y de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC). Es Socio de la consultoría TAS Europrojects (Bruselas). Ha sido Ninguno de Unidad y Consejero de Relaciones Exteriores a la Comisión Europea (Bruselas). Ha sido Director del Patronato Catalán pro Europa y Director General de Adecuación a las Comunidades Europeas de la Generalitat de Cataluña.