Tras un largo proceso de audiencias (hearings) tenidas ante comisiones parlamentarias con todos los candidatos a Comisarios, el pasado 27 de noviembre el pleno del Parlamento Europeo ratificó la composición de la nueva Comisión Europea, de modo que ésta pudo iniciar su nuevo mandato de cinco años el pasado día primero de diciembre.
El resultado de la votación – 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones – representa el apoyo más débil que ha recibido nunca un equipo de Comisarios por parte del Parlamento Europeo: el 54% de los votos emitidos y el 51% del total de eurodiputados. El elevado número de votos contrarios se debe a la presencia de políticos “ultraconservadores” en la nueva Comisión – uno de ellos, el italiano Fitto como uno de los seis vicepresidentes – y al hecho de que el PP español se negó a votar en favor del conjunto de la Comisión por la presencia de la socialista española Teresa Ribera como vicepresidenta principal.
La composición de la Comisión Europea refleja el peso que tienen las diferentes familias políticas en los gobiernos de los Estados miembros, dado que les corresponde proponer sus candidatos a Comisarios. De esta forma, de los 27 miembros que componen el nuevo Colegio de Comisarios (26 más la presidenta Von der Leyen), 16 provienen del Partido Popular Europeo (PPE), 5 del grupo socialista, 4 del grupo liberal y 2 de grupos ultraconservadores, uno del grupo de los Conservadores y Reformistas (Meloni) y el otro del grupo de los Patriotas (Le Pen). Se trata de la Comisión Europea más escorada hacia la derecha de la historia.
Con la nueva Comisión Europea se cierra la renovación de las instituciones europeas, iniciada el pasado mes de junio con las elecciones al Parlamento Europeo, que también ha implicado un cambio por delante del Consejo Europeo, ahora liderado por el ex primer ministro portugués, Antonio Costa (socialista), que ha sustituido al belga Charles Michel (liberal).
Los seis vicepresidentes son los siguientes:
- Teresa Ribera (España), vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva.
- Kaja Kallas (Estonia), Alta representante para Asuntos Exteriores y de Seguridad (cargo antes ocupado por Josep Borrell).
- Henna Virkunnen (Finlandia), vicepresidenta de Soberanía Tecnológica, Seguridad y Democracia.
- Stéphane Séjourné (Francia), vicepresidenta de Prosperidad y Estrategia Industrial.
- Roxana Minzatu (Rumanía), vicepresidenta de Personas, Capacidades y Preparación.
- Raffaele Fitto (Italia), vicepresidente de Cohesión y Reformas.
Los tres pilares de actuación de la nueva Comisión Europea (CE)
Ante el Plenario del Parlamento Europeo, en una intervención sobre el nuevo Colegio de Comisarios y su programa, el pasado 27 de noviembre, la presidenta Von der Leyen avanzó dos de los tres primeros grandes pilares de actuación de su nuevo equipo, llamados “Brújula de Competitividad” (Competitiveness Compass) y Pacto Industrial Neto (Clean Industrial Deal).
En cuanto a la Brújula de Competitividad, Von der Leyen ha explicado que se construirá sobre las grandes recomendaciones del Informe Draghi: cerrar la brecha de innovación con Estados Unidos y China, elaborar un plan conjunto de descarbonización y competitividad y aumentar la seguridad reduciendo las dependencias.
Para cerrar la brecha de innovación, Von der Leyen propone poner la investigación, la ciencia y la tecnología en el centro de la economía, garantizando que las pequeñas empresas, las start-ups (empresas prometedoras que comienzan) y las scale-ups (empresas que ya llevan cierto tiempo como start-ups) puedan prosperar en Europa, facilitándoles el crecimiento. En investigación y desarrollo, es necesario conseguir que más tecnología innovadora pase del laboratorio al mercado. También propone conseguir que Europa sea el epicentro de la próxima ola de tecnologías de frontera.
Con el Pacto Industrial Neto, la nueva Comisión Von der Leyen apuesta por la sostenibilidad competitiva. Será la columna vertebral de las políticas de industria y energía, destinada a dirigir la inversión hacia las infraestructuras y la industria, particularmente en los sectores de gran consumo energético con el fin de apoyar los objetivos de descarbonización industrial, crecimiento y competitividad de la UE. Este gran pacto deberá haber tomado forma en los primeros cien días de mandato. Se abre la puerta a una nueva Comisión que se define por apostar por una sostenibilidad centrada en la electrificación.
En cuanto al plan conjunto para la descarbonización y la competitividad, Von der Leyen se ha comprometido ante los eurodiputados a mantener el rumbo de los objetivos del Pacto Verde Europeo (Green Deal), la estrella de la corona de la primera Comisión Von der Leyen, pero siendo más ágiles y acompañando mejor a las personas y las empresas. También se comprometió a presentar el Pacto Industrial Neto en los primeros cien días de su mandato.
En relación con el tercer gran pilar de actuación, la seguridad económica, Von der Leyen se propone trabajar para reducir las dependencias excesivas, que pueden convertirse rápidamente en vulnerabilidades para la economía de la UE. La Comisión trabajará para diversificar a los proveedores y para cerrar más acuerdos de comercio e inversiones con socios fiables (derisking).
Mejorar la competitividad, según Von der Leyen, también implicará la movilización de mayor inversión, tanto pública como privada, a través de la iniciativa “Unión de ahorros e inversiones”, simplificación administrativa y una apuesta más decidida tanto por la investigación y el desarrollo como por la formación y las competencias profesionales.
Declaración de Budapest sobre nuevo pacto por la competitividad
En una reunión informal del Consejo Europeo celebrada en Budapest el pasado 8 de noviembre, los líderes de la UE adoptaron la Declaración de Budapest, que establece un nuevo Pacto Europeo de Competitividad para abordar los retos geopolíticos, económicos y demográficos actuales y garantizar la prosperidad de Europa.
La Declaración vuelve a basarse en el Informe Draghi sobre competitividad de la UE, que también participó en la cumbre y presentó a los líderes las conclusiones de su informe.
Una de las principales prioridades acordadas por los Jefes de Estado o de Gobierno de la UE ha sido garantizar un mercado único que funcione plenamente, tal y como recomienda específicamente el Informe Letta y confirma el Informe Draghi. Se quiere un mercado único que funcione como «motor clave para la innovación, la convergencia, el crecimiento, la conectividad y la resiliencia económica».
Otro componente central de la Declaración es el compromiso con una “revolución de la simplificación”, es decir, la reducción de las cargas administrativas por las empresas, generando así un entorno más propio para el emprendimiento y la innovación.
La Declaración también insiste en la necesidad de implementar medidas urgentes para frenar los precios de la energía, que sitúan a la economía europea en desventaja con Estados Unidos.
Pide asumir el compromiso de asignar el 3% del PIB a investigación y desarrollo en 2030.
Declara que es necesario avanzar hacia una Unión de Ahorro e Inversión para 2026 y aboga la implementación completa de la Unión de Mercados de Capital.
Insiste en reforzar la seguridad estratégica de la UE y asegurar las cadenas de suministro.
La Declaración propone también la creación de una base industrial de defensa europea, con el objetivo de reforzar las capacidades de defensa y la autonomía industrial de la UE. Se quiere ir hacia una industria de defensa europea independiente, en el marco de la OTAN.
Perspectivas
La inauguración de la presidencia de Trump a partir del 20 de enero de 2025 se presenta amenazante para la UE debido a la posible aplicación de aranceles. Tanto la economía como la política renquean actualmente en el motor franco-alemán. La guerra de Ucrania tiene un final incierto. Sin embargo, en Bruselas quieren verse luces esperanzadoras.
Polonia es cada día un estado más clave y es el que releva a una Hungría populista y pro Putin en la presidencia semestral rotatoria de la UE a partir del día primero de enero de 2025. El actual líder polaco, Donald Tusk, es un veterano bien visto en Bruselas que ya ha ocupado el cargo de presidente del Consejo Europeo de la UE y conoce bien a Rusia.
Los daneses seguirán a los polacos al frente de la presidencia de la UE. Su líder, Frederiksen, también es experimentado y ha demostrado tener ideas particularmente claras en materia presupuestaria y de inmigración.
Al nuevo presidente del Consejo Europeo, el socialista moderado portugués Anton Costa, se le atribuyen grandes virtudes negociadoras y organizativas.
El neerlandés Mark Rutte, nuevo secretario general de la OTAN, ha demostrado ser capaz de hablar abiertamente de tú a tú y de entenderse con Trump.
La nueva Alta Representante para asuntos exteriores y seguridad, la estonia Kaja Kallas, tiene ideas muy claras y firmes sobre cómo tratar la Rusia de Putin. El 2025 será probablemente el año decisivo de la guerra de Ucrania, que cumplirá tres años a primeros de este mes de febrero. Kallas acaba de declarar que «no debemos desestimar nuestro propio poder». En Bruselas se comenta que «Kallas liderará desde el este y Von der Leyen liderará el resto».
Aún no está contestada la famosa pregunta sobre qué número de teléfono es necesario marcar para hablar con la persona que manda en Europa, pero es evidente que actualmente existe un conjunto de líderes notables en Bruselas que regirán los destinos de la UE entre 2024 y 2029 y, por tanto, quizás no importa demasiado quien de entre ellos se ponga al teléfono cuando éste suene.
La nueva Alta Representante para asuntos exteriores y seguridad, la estonia Kaja Kallas, tiene ideas muy claras y firmes sobre cómo tratar la Rusia de Putin Share on X
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