El coche clásico en España está sufriendo en poco tiempo grandes cambios normativos de los cuales ponen en peligro su permanencia en las carreteras. A pesar de las peticiones de asociaciones para crear excepciones para el coche clásico, parece que no hay marcha atrás. Por otro lado, son muchos los que reclaman un impuesto en base al uso y no meramente a las emisiones teóricas de CO2.
El Ministerio de Hacienda, según el borrador actualizado del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, analizará la conveniencia y viabilidad de llevar a cabo una reforma del actual modelo de impuesto de matriculación y de circulación.
De esta forma, Hacienda, junto con las entidades locales, encargadas de su recaudación, considera necesario reorientar los criterios actuales del impuesto de circulación, vinculándolos a la normativa Euro o a la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).
La eventual reforma de las tasas de circulación y matriculación permitiría adelantar la paridad de precio entre los vehículos de combustión y los eléctricos. “La electrificación masiva del parque de vehículos solo se conseguirá cuando se alcance la paridad de precio entre vehículos eléctricos y de combustión”, señala el documento.
Para lograr estos objetivos, España se adherirá a la estrategia europea que contempla que desde 2040 los turismos y los vehículos comerciales no emitan dióxido de carbono y también impulsará medidas para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos y el despliegue de la infraestructura de recarga de estos modelos.
Manifestación a favor de los clásicos
Con motivo de las restricciones de las distintas autoridades, en Barcelona varias asociaciones han convocado una manifestación para este domingo para proteger la supervivencia de los vehículos más antiguos. Estos, que muchos de ellos superan el medio siglo de antigüedad, cada vez más tienen menos libertad de movimiento.
Según los autores de la convocatoria, se prevé que la manifestación se lleve a cabo este domingo en el Passeig de Gràcia de Barcelona. Acciones como esta se van repitiendo en otras grandes ciudades de España, a la espera de que se hagan excepciones con este tipo de vehículos.