La Comisión Europea ha publicado recientemente un informe sobre las condiciones y datos sociales en España, abordando temas como paro, pobreza infantil y abandono escolar. El informe sitúa a España en la cola de la Unión Europea en varios indicadores sociales clave. Algunos puntos destacados del informe incluyen:
- España registra resultados negativos en 10 de los 17 indicadores sociales evaluados.
- La tasa de riesgo de pobreza y exclusión social alcanzó el 26,5% en general y el 34,5% para los niños en 2023.
- El nivel de abandono escolar se considera «crítico», situándose en el 13,7% frente al 9,5% de media en la UE.
- La tasa de paro (12,2%) y el paro de larga duración (4,3%) siguen siendo elevados.
Este informe forma parte del Paquete de Otoño del Semestre Europeo y destaca la necesidad de abordar urgentemente estos desafíos sociales en España. El país se encuentra entre los diez socios comunitarios con «potenciales riesgos para la convergencia social al alza», junto a Rumanía, Grecia, Italia, Bulgaria, Estonia, Hungría, Lituania, Croacia y Luxemburgo.
Pobreza y exclusión
«España experimenta desafíos en relación con la protección social y la inclusión», señala el análisis de la Comisión Europea. En 2023, la población en riesgo de pobreza y exclusión social aumentó al 26,5% en general y al 34,5% entre los niños, cifras muy por encima del 21,3% y 24,8% de media en la UE, respectivamente.
Bruselas achaca estos datos a las dificultades de los sistemas de protección social para proporcionar cobertura adecuada, a las disparidades regionales en el acceso a servicios públicos ya la persistente alta tasa de pobreza entre las personas que trabajan. Además, la desigualdad en el nivel de ingresos se mantuvo alta en 2023.
El impacto de las prestaciones sociales (excepto pensiones) en la reducción de la pobreza cayó al 22,9%, frente al 34,7% en la UE, lo que las hace particularmente ineficaces para combatir la pobreza infantil.
Paro y abandono escolar
En cuanto al mercado laboral español, Bruselas destaca que «ha mejorado significativamente, pero todavía afronta desafíos». La tasa de empleo aumentó al 70,5%, aunque sigue por debajo del 75,3% en la UE. Los niveles de paro (12,2%) y paro de larga duración (4,3%) siguen siendo elevados, a pesar de grandes descensos.
El informe pide vigilar la alta tasa de jóvenes que ni estudian ni trabajan («ninis»), que bajó al 12,3% en 2023. También subraya como «crítico» el nivel de abandono escolar, del 13, 7% frente al 9,5% en la UE, especialmente alto en el sur y en el este del país.
Aspectos positivos
En el lado positivo, el informe destaca que España sobresale en la inserción laboral de personas con discapacidad, con una de las más bajas diferencias de la UE. Además, el país supera la media europea en la proporción de niños menores de tres años en las guarderías y en el porcentaje de ciudadanos con habilidades digitales.
En otros indicadores, como el coste de la vivienda, acceso a la sanidad, formación de adultos y brecha de género en el empleo, España se encuentra en línea con la media europea.
Conclusión
Por segundo año consecutivo, España se mantiene entre los países con peores resultados en este informe, que se elaboró por primera vez en 2023 a instancias del gobierno español y belga para incluir indicadores sociales en el Semestre Europeo. El informe resalta la urgencia de implementar políticas efectivas que aborden las desigualdades persistentes y los desafíos estructurales del país.
Es la otra cara de la moneda, de la «mejor economía del mundo» según Sánchez en el Congreso. La pregunta de siempre es: ¿la mejor para quién? Y la respuesta es muy rotunda: para quienes gobiernan, para la clase política ligada al estado. Véanse sino los datos. Entre 2007 y 2023, la riqueza de cada ciudadano en España creció solo un 3,7%, lo que equivale a una mejora microscópica del 0,3% anual. Mientras, el estado ha aumentado sus ingresos en un 32,8%, equivalente al 2,7% anual, ¡nueve veces más que nuestros ingresos! ¿Se puede saber qué hacen con todo ese dinero? Las prestaciones sociales son mejores, la administración más diligente y eficaz, ¿ha mejorado la sanidad, la educación, la dependencia? Claro que no. Ha empeorado o se ha mantenido igual.
Todo esto se nota en otro aspecto: algunos datos económicos pueden parecer magníficos, pero cuando en cascada estos datos quedan depositados en nuestro bolsillo, se reducen a la nada con sifón. Y para muestra, una constatación contundente: resulta que vamos mejor que Europa, pero en nuestra renta per cápita nos alejamos cada vez más de ella, por lo que ahora ya nos separan nada menos que 11,6 puntos, que es lo que estamos por debajo de esa magnitud, a pesar de la gran presencia desde hace muchos años de los países del este de Europa que llegaron a la Unión Europea con un nivel mucho más bajo que el que tenía la UE, y, por tanto, redujeron mucho la renta media como expresión del conjunto de los diversos Estados miembros. Sin embargo, hemos empeorado la posición, y parte de estos países ya nos han superado.
Esta es la realidad española: un estado ineficaz que multiplica por 9 sus ingresos, mientras los males sociales crónicos continúan o se acentúan.
Resulta que vamos mejor que Europa, pero en nuestra renta per cápita nos alejamos cada vez más de ella, por lo que ahora ya nos separan nada menos que 11,6 puntos Share on X
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