Cuando con un giro de guión insospechado, el PP de Barcelona hizo un “Valls” y otorgó la alcaldía a un perdedor, Jaume Collboni, en lugar de facilitarla al ganador de las elecciones, como el PP español reclama para Núñez Feijóo, demostró una vez más que sus malos resultados en Catalunya son consecuencia de que no entiende a su electorado potencial y vive a expensas de la opinión de sus hooligans. Ya en ese momento hubo analistas que dijeron, sobre todo en Catalunya -la perspectiva madrileña siempre tiene los filtros distorsionados- que la jugada castigaría al PP en unas elecciones generales en lugar de debilitarlo. Y así fue.
El barómetro de junio del Ayuntamiento de Barcelona aporta una explicación contundente. El 44,5% de los encuestados prefieren como alcalde a Trias, cifra superior a la de sus votantes y que demuestra que era una persona que despertaba una amplia adhesión. En contrapartida Collboni, actual alcalde, es solo preferido por el 18,3%. Tenemos, por tanto, un alcalde de la ciudad que ni siquiera llega a ser preferido por 1 de cada 5 barceloneses. Colau queda aún más atrás con un 12,7%. Incluso la cifra agregada de estos dos dirigentes políticos queda muy por detrás de Trias. Tanto como 13 puntos por debajo.
Si de este examen pasamos a los resultados electorales por distritos de Barcelona, vemos que el mapa de la ciudad se tiñe de rojo excepto en Sarrià-Sant Gervasi donde sí ganó el PP, pero le quitó sólo 9 puntos porcentuales a los socialistas que quedaron segundos, 30,87% a 21,34%. Pero es que en los distritos clásicos para el voto de derecha, como son Les Corts y L’Eixample, el PSC ganó claramente al PP. Incluso en L’Eixample, este partido quedó tercero por detrás de Sumar. De hecho, saca el mismo porcentaje de voto en este distrito que en Nou Barris. Y ya no digamos al resto.
Por tanto, pese a lo que se jugaban, los resultados los barrieron de la ciudad y Núñez Feijóo, por la vía interpuesta de los populares de Barcelona, quedó sin posibilidades. Solo en la circunscripción de Barcelona los socialistas sacaron 5 escaños más que en las pasadas elecciones. Si recordamos que la mejora total en España para Sánchez ha sido de 2 escaños en relación a las elecciones precedentes ya vemos que su resultado habría sido inferior sin el gran plus que le dio la circunscripción de Barcelona con la ciudad a la cabeza. De hecho, el PP sigue sin entender que mientras sea refractario al catalanismo e incapaz de establecer diálogo con los sectores más moderados del independentismo, como puede ser Trias, su imagen en Catalunya le lleva de derrota en derrota. Y como son tan grandes hace inviable una victoria española pese a que mejore resultados en el resto del territorio.
El PP sigue sin entender que mientras sea refractario al catalanismo e incapaz de establecer diálogo con los sectores más moderados del independentismo, su imagen en Catalunya le lleva de derrota en derrota Share on X