La crisis que vive el PP es también la crisis del liderazgo de Pablo Casado que parece muy difícil superar. No se trata sólo de los apoyos internos que pueda obtener ahora en la junta directiva del próximo lunes, ni de las actitudes de los dirigentes territoriales populares, ni siquiera de la presión mediática más bien desfavorable entre los medios de comunicación que habitualmente se enajenan con el PP, ni mucho más generosa, véase en este sentido La Sexta, entre los defensores a ultranza del gobierno Sánchez. Este último detalle no es nada menor, el socialismo prefiere mantener a Casado en el cargo porque sabe que ya es un débil opositor. Pero lo que realmente está derribando su posición e influye en todos los comportamientos son los resultados de las encuestas que señalan con sensibles diferencias una gran caída del PP.
Entre los días 20 y 21 se han llevado a cabo diversas encuestas entre las que destaca la del 21 de GAD3, la de Sigmados para El Mundo, la Gesop y la de Sociométrica para El Español. Las diferencias en los resultados son sensiblemente diversas pero coincidentes en lo que respecta a la tendencia. El PP cae notablemente, mientras que el PSOE sube. Este último partido se sitúa en una franja comprendida, según encuesta, entre los 106 y 128 escaños que le da GAD3, por tanto, el abanico es muy amplio. Si bien la cifra más probable puede situarse por encima de los 110 diputados.
El PP por su parte oscila entre los 82 y 94, y más probable la que le sitúa por encima de los 85 y por debajo de los 90. En todo caso es un desastre porque pierde la primera posición y queda a mucha distancia de los socialistas. La misma encuesta de GAD3 puede señalar la dimensión de la caída, pues se llevó a cabo el 21 de febrero y le otorga al PP 33 escaños menos que la realizada en diciembre. Un desastre para un partido que está en la oposición.
Vox por su parte sigue creciendo. Fue el partido que lo hizo en mayor medida el año pasado y de momento parece que continúa con la misma tendencia. Las encuestas le otorgan entre 69 la que menos, la de GAD3, pero que significa 13 escaños más de los que le daba en diciembre, y los 78 de Sociométrica, prácticamente junto a los que obtiene el PP. Lo probable es que en realidad supere los 70 escaños, pero se sitúa por debajo de los 75.
Donde existe una diferencia extraordinaria es en la previsión sobre UP. GAD3 le otorga 17 escaños, pero Gesop y Sociométrica le dan 36. Es decir, en algunos casos la caída es clarísima y en otros se produce una mejora.
Cs sigue reducido a la mínima expresión, si bien en algunos casos alcanza los 3 escaños, y Mas País también presenta una notable dispersión de posibles resultados entre los 2 escaños de GAD3 y los 7 de Sigmados.
Donde hay clara coincidencia es en el bloque restante, tan heterogéneo y que crece cada vez más, el de los partidos regionalistas, nacionalistas y provinciales, que se sitúan entre 40 y 42 escaños. La mayoría de encuestas no dan cifras separadas, salvo Sociométrica.
El resultado constata una vez más la importancia del bloque catalán, 13 escaños de ERC, 8 de JxCat y 1 de la CUP. Realmente es incomprensible como dada la gran fragmentación de voto en el Congreso, la dificultad para formar mayorías, valgan tan poco a efectos de contrapartida los 21 escaños que suman los partidos que hoy gobiernan en Catalunya.
A mucha distancia de éstos están los vascos, con 6 escaños del PNV y 4 de Bildu. Vale la pena subrayar que la suma de estos dos es claramente menor que los que aporta ERC sola. Pero las contrapartidas políticas que obtienen las formaciones del País Vasco son nítidamente superiores. El resto se distribuyen a base de 1 o 2 escaños por el conjunto heterogéneo de partidos navarros, cantábricos, nacionalistas gallegos.
Destaca aquí en la encuesta de Sociométrica los 3 escaños que le da a Teruel Existe, que si fueran reales significaría que esta formación barrería en su provincia y seguiría multiplicando la tentación de partidos provincialistas que ya se ha propagado en una medida notable en las elecciones de Castilla y León.
España en ese momento presenta tres problemas institucionales graves desde el punto de vista de su gobernabilidad. Uno evidentemente es la crisis del partido de la oposición. La segunda es la debilidad de la coalición de gobierno que, en el mejor de los casos, queda muy lejos de la mayoría absoluta y necesita sumar votos de un espectro muy fragmentado que no garantiza una buena gobernación. Y a este segundo factor hay que añadirle el tercero que emerge con fuerza y que es la atomización a través de partidos provinciales que tendrían una importancia marginal en coaliciones fuertes, pero que en el escenario actual, Teruel Existe es un buen ejemplo, cobran una importancia desmedida. De esta forma representantes que tienen unos pocos miles de votos acaban siendo decisivos y ciertamente esta no es una dinámica que ayude a establecer políticas sólidas y de buen nivel, porque todo se transforma en un “tú me das y yo te doy”.