La Comisión Von der Leyen (II) arranca de forma diferente a la primera. Los ejes centrales ya no son el Pacto Verde (Green Deal) y la digitalización, como hace cinco años. Ahora son otros: perfeccionar el mercado interior tratando de superar sus imperfecciones y sus fragmentaciones; recuperar la competitividad, la productividad y la innovación económicas perdidas en los últimos años en relación con Estados Unidos y China; conseguir la autonomía estratégica en cuestiones de seguridad y defensa.
Los tres informes
La UE ha invocado la sabiduría de un trío de viejas glorias – el ex primer ministro italiano, Enrico Letta, el expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y el expresidente finlandés Sauli Niinistö – para elaborar tres informes que marcan la hoja de ruta de Europa para el siguiente quinquenio: el primero dedicado al mercado interior, el segundo a competitividad y el tercero a seguridad y defensa.
Los tres personajes han sido escogidos por los Estados miembros de la UE y por la propia presidenta de la Comisión Europea, la alemana Úrsula Von der Leyen, para que “marquen el camino a seguir en el bloque comunitario, salvando el modelo social y económico que lo caracteriza”. Draghi se ha concentrado en la forma de «impulsar la industria comunitaria y su competitividad», Letta en «potenciar el mercado interior único» y Niinistö en «recuperar soberanía militar y prepararse ante el peligro que supone Rusia».
La idea central del tercer informe, “elaborado en tiempos de guerra”, consiste en “impulsar la soberanía militar de la UE, hacer posible su autonomía estratégica, dejar de depender de Estados Unidos, incrementar el gasto en materia de defensa y la capacidad de fabricar armas por parte del bloque comunitario”. Niinistö apuesta por “seguir los pasos de Finlandia”, su país de origen, que se ha incorporado recientemente a la OTAN, junto a Suecia, “cambiar la mentalidad civil y militar de los ciudadanos europeos” y “prepararlos para un posible conflicto dentro de un Estado miembro”.
» hay que estar preparados para el peor escenario»
El expresidente finlandés, asesor de Von der Leyen, cree que “la mejor manera de disuadir a Rusia de potenciales ofensivas o de ataques híbridos contra los Estados miembros es tener una UE con poder militar suficiente y con ciudadanos comunitarios capaces de defenderse a sí mismos”. En el discurso de presentación de su informe, ha declarado solemnemente que » hay que estar preparados para el peor escenario».
La nueva Comisión Europea
La nueva Comisión Von der Leyen ha empezado a andar a primeros de diciembre, después de que el Parlamento Europeo diera su visto bueno a los nuevos comisarios. Lo ha hecho con el peor resultado de la historia (54% de votos a favor y 41% en contra) y con la mirada puesta a más de 6.000 kilómetros de distancia.
Los retos son ingentes para el Ejecutivo comunitario más escorado a la derecha de la historia, dentro de un continente muy polarizado, que confronta graves problemas de competitividad y productividad, con un mercado interior incompleto y que pierde influencia en un contexto global incendiado por la guerra de Rusia contra Ucrania, la crisis de Oriente Medio y la formación de nuevos ejes de poder, más o menos controlados por la China, la gran potencia reemergente.
Desde Washington, a más de 6.000 kilómetros de distancia, puede llegar una gran tormenta el próximo mes de enero, cuando Trump tome posesión de su segunda presidencia de Estados Unidos. Ya ha anunciado nuevos aranceles que pueden provocar una guerra comercial. Trump es alérgico a las organizaciones multilaterales, no se sabe si se avendrá a trabajar con la UE o si dará la espalda a la OTAN. Se le considera imprevisible.
La UE vive un momento especialmente delicado. El motor franco-alemán ha dejado de funcionar. Alemania, primera economía del euro, renquea a la espera de los resultados de unas elecciones generales convocadas para el primer trimestre del próximo año. Su parálisis actual puede agravarse hasta que se llegue a formar nuevo gobierno. Francia, la segunda potencia, está atravesando una crisis política y económica de alto voltaje que hace tambalear la misma continuidad del presidente Macron. El partido de ultraderecha liderado por Marine Le Pen podría llegar al poder en el 2027. Putin acelera su esfuerzo bélico antes de que Trump se instale en la Casa Blanca.
Von der Leyen quiere recuperar “prosperidad y seguridad”, pasando por el rearme, que considera urgente, pero que no sabe cómo financiar. Hace tiempo que sobrevuela la idea de lanzar algún nuevo tipo de eurobonos, estilo Next Generation aplicado a la covid, pero Alemania y Países Bajos, entre otros Estados miembros, los llamados “frugales”, se oponen a ello. La presidenta ha prometido presentar un libro blanco sobre la defensa antes de marzo del próximo año. Parece una propuesta retórica si se tiene en cuenta la urgencia del rearme que ella misma predica.
La nueva alta representante por la Política Exterior y Seguridad, la estonia Kaja Kallas, y el nuevo comisario específico de Defensa, el primero de la historia de la UE, el lituano Andrius Kubilius, tienen ganas de acción y tienen prisa. Ha merecido críticas el nombramiento de un comisario específico para la guerra. El Alta Representante pudo hacerse cargo perfectamente de sus competencias. La UE teme quedarse sola en el apoyo a Ucrania.
“la UE es esencialmente y desde su fundación un proyecto de paz; hoy se siente descolocada en un mundo de carnívoros porque ella es herbívora”
Sobre el anterior Alto Representante, Josep Borrell, lo mínimo que se puede decir es que, en medio de evidentes y sostenidas chapuzas, ha puesto buena voluntad y ha ido aprendiendo el trabajo durante los cinco años de cargo. Una frase metafórica que ha pronunciado al dejar el cargo le redime: “la UE es esencialmente y desde su fundación un proyecto de paz; hoy se siente descolocada en un mundo de carnívoros porque ella es herbívora”.
Se observa el predominio del mundo báltico y escandinavo en los nombramientos y movimientos relacionados con la guerra de Ucrania, con una fuerte beligerancia histórica de Polonia en contra Rusia y a favor de Ucrania. El drama está servido. La enemistad con Rusia es una tragedia para la UE y también para Rusia. Lo natural sería llegar a algún tipo de entendimiento o asociación, en función de la complementariedad de sus economías y el hecho de compartir cultura y civilización, pero Estados Unidos no lo vería con buenos ojos.
Rusia nunca aceptará la pertenencia de Ucrania a la OTAN.
Kaja Kallas está decidida a hacer frente a Rusia. Sobre ella pesa una orden de búsqueda y captura lanzada por el Kremlin. El socialista portugués, Antonio Costa, nuevo presidente del Consejo Europeo, acompañado de Kaja Kallas, empezaron el mandato con una visita a Kiev. Han reiterado al presidente Zelenski el apoyo y compromiso de la UE con Ucrania. Termine como termine la guerra de Ucrania, algo está claro: Rusia nunca aceptará la pertenencia de Ucrania a la OTAN.
Unida en el apoyo a Ucrania, una UE muy escorada a la derecha ha tenido que aceptar incluso que en su órgano ejecutivo haya comisarios de extrema derecha. La ola ultra y euroescéptica se ha extendido por el continente. En un momento decisivo de la guerra de Ucrania, Europa del Este apuesta por líderes pro Putin, mientras que los países bálticos y Polonia son la punta de lanza de una oposición por todos los medios al líder actual del Kremlin.
Von der Leyen encabeza una Comisión, muy virada hacia la derecha, formada por 11 mujeres y 16 hombres. Casi un tercio de los nuevos eurodiputados pertenecen a partidos calificados de extrema derecha. Ante cuatro socialdemócratas y cinco liberales, hay 14 comisarios conservadores (15 con Von der Leyen), uno independiente y dos pertenecientes a la extrema derecha, entre ellos un vicepresidente, el italiano Raffaele Fitto, del partido de Giorgia Meloni (Conservadores y Reformistas).
La española Teresa Ribera, socialista, es la primera vicepresidenta y la número dos de Von der Leyen. Es responsable de una Transición Limpia, Justa y Competitiva. El PP no ha podido evitar ese nombramiento. Ha ignorado, de nuevo, que las cuestiones relacionadas con la UE son una cuestión de estado y no partidista.
«la UE debe estar preparada para recibir en el año 2030 a todos aquellos países del Este candidatos a la adhesión que estén preparados»
Por otra parte, la UE contempla ilusionada pero también con preocupación la asignatura pendiente de una gran ampliación hacia el este. Se trata de un total de nueve estados a la espera de la adhesión, entre ellos Ucrania. Esto necesariamente implica proceder a reformas institucionales previas, entre ellas la eliminación de la regla de unanimidad en decisiones estratégicas. El anterior presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, ha declarado que «la UE debe estar preparada para recibir en el año 2030 a todos aquellos países del Este candidatos a la adhesión que estén preparados».
El gran escritor libanésAmin Maalouf, residente en París, secretario perpetuo dela Academie Française, acaba de ser honrado en Barcelona con el Premio Internacional de Catalunya. En una entrevista ha declarado lo siguiente: “Últimamente estoy obsesionado con Europa. Estamos en una fase extremadamente delicada de la historia europea. La UE puede conseguir algo más coherente o hundirse. Existe un riesgo de hundimiento de Europa, que afronta muchos más desafíos que el resto del mundo. Corre el peligro de ser marginada, de estallar. Mi esperanza es que el período actual sea de construcción acelerada, aunque haya un componente populista, no un hundimiento completo”.
Von der Leyen quiere recuperar “prosperidad y seguridad”, pasando por el rearme, que considera urgente, pero que no sabe cómo financiar Share on X