Esto al menos es lo que dice el último estudio del acreditado Pew Research Center en una de sus macro encuestas dirigida a preguntar dónde las personas encuentran sentido en su vida. Una muestra de casi 19.000 adultos, llevada a cabo en 17 países del mundo, de Europa, Norteamérica y Asia.
Lo que intenta averiguar la encuesta es qué da sentido a la vida de las personas. Y sitúa una serie de factores: familia, naturaleza, empleo, sociabilidad, bienestar material, covid19, amigos, servicios, salud, viajes sociedad, jubilación, libertad, fe, pasatiempos, mascotas y educación. De todo este conjunto de temas queda claro que, para la mayoría de países, la familia es lo más importante, en algunos casos de una forma muy rotunda. Para Australia, Nueva Zelanda y Grecia, recoge más del 50% de las opiniones favorables y se acercan EEUU con el 49%, Reino Unido con el 46%, Suecia con el 45%, Italia con el 43%, Canadá con el 42%, y ya con cifras más bajas, pero también en primer lugar, Países Bajos y Bélgica. De este conjunto, el que deja mal parada a la familia es España porque la sitúa en cuarta posición con un 36% de votos favorables y, por tanto, delante de Francia y Alemania, que la sitúan en primer lugar, pero sólo con un 32 % de opiniones al respecto. La característica española sólo se asemeja a la de Taiwán y Corea del Sur que sitúan a la familia en tercera posición, pero cuyo porcentaje es menos de la mitad del español, el 16% y el 15% respectivamente.
¿Y qué es lo que España valora más que su familia? El primer lugar la salud (48%), en segundo lugar el bienestar material (42%) y en tercer lugar el trabajo (40%). En otros términos, España tiene una población que lo que le da sentido a la vida es tener buena salud, ventajas materiales y trabajo. Claramente es una sociedad de perfil muy materialista, aunque otros estudios señalan que España está ya en la fase postmaterial. La libertad sólo merece un 13% de los apoyos y la educación un pobre 6%, por lo que no da sentido a la vida. Y la naturaleza todavía un más pobre 5%, o sea que todo el clamor por luchar contra el cambio climático tiene un trasfondo muy débil, porque en realidad hasta que este cambio no afecte a sus condiciones materiales de vida a la hora de adoptar medidas, pasará olímpicamente. En EE.UU., que es visto como un país muy materialista, la familia ocupa el primer puesto de manera muy destacada (49%), el segundo lugar los amigos (20%) a distancia y hasta el tercer lugar no aparece el bienestar material con un 18%. Es decir, menos de la mitad de la valoración española.
La semejanza de España con Corea del Sur se debe a que éste sitúa el bienestar material en primer lugar con el 19% y la salud en segundo lugar con el 17%. Por tanto, presenta una estructura de un orden de prioridades similar al español si bien con magnitud menores. En el caso de Taiwán, antes de que la familia va también el bienestar material.