Éste es el panorama que por ahora muestran el conjunto de encuestas que, por un lado, ven cómo en el conjunto de la península Ibérica, hasta ahora bastión socialista, cambia el signo de la mayoría, mientras que en Galicia el eterno gobierno de la derecha cuelga de un hilo.
Y la coincidencia está clara. La última encuesta del tracking diario que realiza la empresa Sondaxe para la Voz de Galicia le da 39 escaños al PP, uno más que la mayoría absoluta, 22 al BNG que mejora su posición, y 14 al PSOE que en concordancia con la ola general no sale de la miseria.
GAD3, por su parte, daba en su encuesta del 5 de febrero unos resultados similares: 39 escaños, 23 y 13 para los socialistas. La nota discordante como es habitual, era la del CIS, que hacía perder la mayoría absoluta al PP otorgándole sólo 36 escaños, mientras que el BNG subía hasta 24 y el PSOE mantenían los 14, y ambos alcanzaban la mayoría absoluta de 38 para gobernar. Por tanto, la victoria del PP depende de dos escaños y de si tienen razón las demás empresas encuestadoras o el CIS de Tezanos.
Su derrota provocaría un terremoto que afectaría al liderazgo de Núñez Feijóo. Claro que la victoria no sería porque se la apuntara Sánchez, sino los nacionalistas gallegos, porque la bandera de aquél sigue sin levantar cabeza. La encuesta de 40db del 5 de febrero da una clara victoria al PP con un 34,4% de los votos, prácticamente 4 puntos por encima de los socialistas y, al mismo tiempo, otorga también una subida significativa a Vox que llega a 11,8 % y aventaja casi con 1 punto a Sumar. Vale la pena subrayar que esta encuesta es para la Cadena Ser y la hace la empresa que habitualmente trabaja para el Grupo Prisa. Sigma2, por su parte y para la misma fecha, daba 153 escaños a los populares, 23 a Vox, 122 a los socialistas y 20 a Sumar, además de los 2 que sacaría UP. Con estos resultados, un pacto de la derecha alcanzaría por los pelos la mayoría absoluta de 176 escaños.
El declinar del PSOE, que está claro, no es del todo capitalizado por los populares por la multitud de pequeños partidos que reparten unos pocos escaños y que, como en la actualidad, pueden configurar alianzas muy amplias con los socialistas.
En cualquier caso, lo que parece claro es que en este momento el bloque de centroderecha se sitúa entre el 46% y el 47% de los votos, mientras que el de la izquierda que está en el gobierno sólo se sitúa entre el 40% y el 41% . También estas cifras muestran claramente la importancia de los partidos independentistas, nacionalistas y regionalistas en el Congreso favorecidos por la ley electoral española de circunscripciones provinciales y aplicación del método de Hondt en los escaños que otorga buenos resultados a la primera fuerza, y en todo caso a la segunda. Si ésta es local, con facilidad obtiene 1 diputado en el Congreso.
En Portugal, la alianza democrática configurada por el partido demócrata social y el PP ganaría las elecciones con el 32% de los votos. Mientras el partido socialista caería hasta el 28% con un añadido importante, la nueva derecha portuguesa de Chega alcanza el 19% de los votos, mientras que por lo general la izquierda queda fuera del parlamento, salvo la exigua partición de O Bloco, justo con un 5%.