¿Qué impulsa a casi medio centenar de persones que gozan en sus ámbitos profesionales y académicos de notoriedad positiva, a impulsar un llamamiento político al margen de la lógica de los partidos? Porque esto es lo que han hecho personas como Jordi Alberich, Carlos Cuatrecasas, Àngels Garcia Roca, Eugeni Gay, Margarita Mauri, Josep Miró i Ardèvol, José Luis Oller Ariño, J.M. Prat Sabat, Manel Silva, Félix Riera, Baldiri Ros, Alfredo Pastor, Victor Pou, y Miquel Vilanova, para citar solo a una tercera parte de ellos.
La repuesta que ellos mismos formulan es muy concreta: Cataluña vive una crisis que ha significado una década perdida, que a su vez alimenta una crisis política española que puede llegar a convertirse en crisis de estado, y que solo desde Cataluña- y con una buena recepción en el resto de España, claro- se puede resolver.
La solución discurre por una condición necesaria: la existencia de una alternativa capaz de gobernar en Cataluña propiciada desde el catalanismo y la centralidad. De hecho, no es una solución sustancialmente distinta a la que se ha producido en otros momentos de nuestra historia, según explican los implicados en esta iniciativa, solo que adaptada como es lógico a los tiempos actuales. Y esta condición necesaria debe partir de la realidad existente como no puede ser de otra manera: la de la serie de partidos y organizaciones que se sitúan en aquel espacio político que han surgido a lo largo de la crisis que vivimos, pero que todavía tienen una leve implantación. Son los casos de la Lliga, Lliures, del llamado grupo de Poblet, y la asociación Cataluña 2030, así como Units, el principal heredero de la extinta UDC.
La iniciativa tiene su origen en dos focos de reflexión que comparten personas en común. Por una parte, el conjunto que firma, como Treva i Pau, un artículo en La Vanguardia cada veintiún días. Proceden de sensibilidades políticas distintas, unos de la cultura política de Convergencia y Unió sobre todo en los años 80 y 90, como por ejemplo Jordi Alberich, Josep Miró i Ardèvol, Xavier Pomés y Carlos Losada. Otros proceden de la esfera social liberal del entorno socialista, como Juan José López Burniol y Jaume Lanaspa. Y aún queda un tercer grupo que ha tenido importantes responsabilidades institucionales en el estado fuera de toda disciplina política, como Josep M. Bricall, Eugeni Gay, Eugeni Bregolat, Margarita Mauri, Alfredo Pastor, entre otros.
El común denominador de todos ellos hoy es el de la independencia de la dinámica de los partidos, y la preocupación por la situación en que se encuentra Cataluña qué es el tema principal del que vienen ocupándose mediante sus artículos. Ha significado un trabajo de concordar ideas ante hechos concretos y de ceder en parte de sus visiones para alcanzar un texto único. Un ejercicio que los ha preparado bien para interpretar que la política de nuestro país solo puede encontrar una respuesta positiva a través precisamente del mismo enfoque que sirve para producir cada tres semanas un artículo.
Otro foco, más numeroso, porque solo son una cuarentena de personas, lo constituye la plataforma digital Converses a Catalunya. Se trata de una iniciativa surgida justo después del verano de 2019, con el fin de crear un mecanismo de información, comunicación y relación a través de internet entre personas que comparten la inquietud por el momento presente, y consideran que es necesario que Cataluña disponga de un gobierno que se centre en dar respuesta a las necesidades y problemas concretos de los ciudadanos a partir de la amplia capacidad de autogobierno de que dispone la Generalitat, y que no utiliza y menosprecia en nombre de una inexistente república catalana. Comparte miembros con Treva i Pau, y otros de distintas procedencias y sensibilidades políticas, como Manel Silva, Baldiri Ros, Carlos Cuatrecasas, Victor Pou, Félix Riera, Jaume Grego, entre otros.
No todos los que forman el colectivo periodístico de Treva i Pau, ni Converses a Catalunya participan en la nueva iniciativa, pero sí es el denominador común, que es compartido incluso por aquellos que no han aportado su nombre a la Crida, por razones estrictamente personales.
Ahora se trata de dar un paso más. Se trata de construir un amplio entramado de personas independientes de toda Cataluña que coincidan en la necesidad de una alternativa política catalanista en las próximas elecciones al Parlament, y que por ello llame a que los partidos a que comparten este espacio, se unan en una sola opción electoral, en un programa común para cuatro años que nos saque del callejón sin salida.
A esta opción los independientes de la trobada, están dispuestos a apoyarla desde fuera de la dinámica de partidos, desinteresadamente porque entiende que este es un servicio necesario. Apoyarlos en su presencia pública, en su credibilidad, en su penetración social y territorial, en la difusión de su proyecto y en el apoyo económico. Con toda libertad, su única condición es que se unan porque por separado, por muy buenos que sean sus proyectos y las personas que los encarnan, no conseguirán la representación electoral necesaria.