La supuesta inversión de la situación no podría ser más mediática. Hace una quincena de años, los países anglosajones y de Europa del norte acuñaron el cruel acrónimo PIGS, que hacía referencia a Portugal, Italia, Grecia y España (Spain).
Se trataba de las “cigarras” del sur de Europa, los países con mayor gasto público, menor productividad y con los desequilibrios fiscales más escandalosos, debiendo ser “rescatados” de una u otra forma por las laboriosas economías de Europa central y del norte.
Sin embargo, a raíz del artículo de The Economist del pasado diciembre, tan aireado por el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, se ha generado un subgénero periodístico que podríamos resumir como “la venganza del sur”. Éste consiste en maravillarse de los supuestos éxitos de los antiguos PIGS ante las dificultades a las que hacen frente países como Alemania, Francia y Reino Unido.
Una vez más, el famoso artículo de la revista británica tiene parte de la culpa de esta tendencia, puesto que junto a España, destacaba el comportamiento de las economías italiana y griega.
Siguiendo el razonamiento de los nuevos admiradores de los países de Europa meridional (no hablaremos más de mediterránea porque sería desconsiderado para con Portugal), el centro de gravedad del Viejo Continente se estaría decantando hacia el mediodía por motivos como los siguientes:
- Los costes de endeudamiento se están equilibrando (Grecia por ejemplo podía posicionar su deuda pública a niveles similares a los de Francia a finales del año pasado)
- Las reformas fiscales y económicas dolorosas están resultando eficaces, enderezando las cuentas públicas y dando confianza a los inversores (nótese que España no suele incluirse en esta lista de reformadores virtuosos, que encabezan Grecia y Portugal bajo sus respectivos gobiernos conservadores de los últimos quince años, junto con la actual Italia de Giorgia Meloni)
- El crecimiento del PIB ha sido superior, desde la pandemia, en los países del norte (Portugal por ejemplo ha crecido más rápido que Alemania) y la creación de puestos de trabajo se ha acelerado.
- El atractivo internacional de los países del sur rebasa ya en numerosos aspectos a los tradicionales polos situados en el norte, y no precisamente por el interés turístico o por pasar la jubilación al sol, sino para invertir (se citan aquí como ejemplos Madrid como nuevo destino preferido del mundo hispánico y Lisboa como hub europeo de los brasileños)
- La posición geográfica como primera línea de Europa frente a las zonas de conflicto y de origen de la inmigración masiva (Oriente Medio y África), que confiere al sur una importancia geopolítica de la que dependen inevitablemente los países más alejados.
La conclusión, siguen los periodistas de medios como el Financial Times, es que el sur de Europa está llamado a volver a ser capital para el futuro del continente.
Como titular periodístico o factor a tener en cuenta, el argumento de la venganza del sur resulta atractivo, e incluso una línea de investigación estimulante.
El problema es que el sur de Europa debe también hacer frente a problemas específicos que hacen que el balance general sea mucho más incierto. Entre éstos hay que tener en cuenta:
- El endeudamiento público respecto al PIB sigue siendo desproporcionado en los PIGS, que conformaban en 2024 el top-6 de los peores países europeos (con la intrusión de Francia y Bélgica en la tercera y cuarta posiciones respectivamente)
- Las reformas fiscales y económicas son desiguales e incluso en los mejores casos (Portugal y Grecia), no responden a los problemas estructurales que afectan particularmente a los PIGS, como su menor natalidad y el envejecimiento más acentuado que la media europea.
- El crecimiento del PIB de los últimos años ha sido propulsado por el boom del turismo pospandémico, y en general no se ha basado en la creación de puestos de trabajo calificados. España es su paradigma.
- A pesar de la diversificación económica de su interés internacional, los PIGS siguen destacando por su sobredependencia del turismo de masas. En 2024 las manifestaciones contra el turismo en todos los PIGS se multiplicaron, haciéndose sentir especialmente en Grecia y España.
- Su posición geográfica les hace especialmente sensibles a las crisis provenientes de Oriente Medio y África.
