El BdE estima que hasta el 19% de las empresas son insolventes

En los últimos datos arrojados en el análisis por el Banco de España (BdE) muestran datos preocupantes sobre la situación actual de las empresas en España. El BdE estima que las empresas no financieras registraron en los nueve primeros meses del año una fuerte caída del 71,2% en su resultado ordinario neto en comparación con el mismo período del año anterior, debido al desplome de la actividad y al impacto de los gastos e ingresos atípicos derivados de la crisis del Covid-19. Además, calcula que cayó un 5,9% el empleo y que entre un 15% y un 19% de empresas serán insolventes al finalizar este año, de las que un 9% serán viables en cada caso y el resto inviables.

Según el peor escenario planteado en el análisis del BdE, del 19% de empresas insolventes sólo el 9% serían viables. El director general de Economía y Estadística del BdE, Óscar Arce, ha explicado que el impacto de situaciones de insolvencia y no viabilidad es más moderado en empleo y deuda porque las empresas grandes absorben mayor proporción relativa de empleo y deuda. Según Arce, la caída de la actividad de las empresas por la crisis ha hecho que se eleve la proporción de empresas cuyos ingresos son insuficientes para cubrir los gastos financieros derivados de sus deudas, lo que ha generado un déficit de liquidez.

Por sectores, hasta septiembre se observaron disminuciones del VAB en todas las ramas de actividad, si bien fue especialmente intenso en la rama industrial (-33,6%), principalmente por las caídas en refino, en el de fabricación de material de transporte y en el de industria química. Les siguieron el denominado “resto de actividades” (-34,5%), transporte (-48,1%), comercio y hostelería (-18,1%).

En el otro extremo, las ramas en las que se produjo una contracción más moderada fueron la de energía (-6,8%) y la de información y comunicaciones (-13,8%). La Central de Balances del Banco de España apunta que los gastos de personal cayeron un 4,9%, evolución que se explica tanto por la desaceleración de las remuneraciones como, especialmente, por el descenso de las plantillas medias efectivas. En concreto, las remuneraciones medias presentaron un incremento moderado, del 1,1% hasta septiembre, frente al del 2,2% de un año antes.

De su lado, la caída del empleo fue del 5,9% en términos medios, sin contar los ERTE. El porcentaje de empresas que destruyeron empleo subió 14 puntos, hasta el 50,6%. La caída se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 19,5%, mientras que el personal fijo se redujo de forma más moderada (-3%), y se dieron sobre todo en el sector de comercio y hostelería (-7,4%), en el de industria (-5,8%) y el “resto de actividades” (-5,9%) según el BdE.

El análisis de la entidad apunta a que las pymes son mucho más vulnerables si la recuperación se retrasa. La parte menos negativa de ello es que al absorber las grandes compañías una mayor proporción de empleo y deuda, el impacto de las insolvencias en el empleo, la deuda y el sistema financiero será inferior.

Aún así, los efectos sobre el empleo ya se dejan notar con fuerza. Más de la mitad de las casi 900 empresas estudiadas este ejercicio, la mayoría de tamaño grande, destruyó empleo en los primeros nueve meses del año. Concretamente el 50,6% de ellas, 14 puntos más que hace un año. La caída se concentró principalmente en los trabajadores temporales. Entre las que esquivaron los recortes, el 14,3% mantuvo su plantilla media, y el 35,3% incluso la aumentó.

Los datos del banco detectan dos tendencias: más endeudamiento y más liquidez. Los expertos del organismo apuntan a que detrás de la vuelta al endeudamiento está la búsqueda de recursos para hacer frente a dificultades de liquidez y financiación, y la contracción de los resultados. Mientras que la liquidez se ha disparado por los llamados motivos precautorios, esto es, para hacer frente a posibles necesidades futuras, y por la menor inversión, que habría hecho que se acumulen los excedentes, en un movimiento parecido al que se ha producido en los hogares con el aumento del ahorro de las familias.

El porcentaje de empresas que destruyeron empleo subió 14 puntos, hasta el 50,6%. La caída se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 19,5% Clic para tuitear

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