Desconfinamiento: Cataluña -Barcelona- puede quedar en la cola

El presidente del Gobierno ha anunciado las características de la desescalada del confinamiento. En buena medida lo ha hecho porque España era el único país de Europa, que a pesar de tener las medidas más restrictivas, aún no había puesto en solfa la programación pública de cómo las personas y la actividad iban a recobrar progresivamente la normalidad.

El proyecto español prevé cuatro fases que pueden durar unos dos meses en periodos de 15 días, si todo se desarrolla con normalidad, aunque también puede prolongarse si la evolución de la pandemia no es buena. También establece que la unidad territorial será la provincia, y esto significa la posibilidad de que se vean diferencias en el seno de una misma autonomía, sobre todo en las más grandes, como Andalucía y Cataluña.

La fase 0 se extiende hasta el 10 de mayo, la fase uno del 11 al 24 de aquel mes. La fase dos del 25 de mayo al 7 de junio, y la fase 3, y final, hasta el 21 de junio. Es decir, para San Juan se habría situado el escenario de normalidad en el mejor de los casos.

Pero esto no significa que todas las provincias, y por tanto comunidades autónomas, avancen al mismo ritmo, ni que empiecen al unísono. Se han de cumplir una serie de condiciones relacionadas con la evolución de la pandemia y también, con la disponibilidad de los recursos sanitarios libres, especialmente por lo que se refiere a las UCI.

A partir de estos elementos parece difícil, que si se cumple lo dicho por Sánchez, Cataluña se haya normalizado para San Juan. Esto seguramente será perfectamente viable en el caso de Tarragona, y probablemente Lleida, pero parece difícil en el caso de Barcelona, que es donde se concentra el mayor problema, especialmente en su área metropolitana. El límite provincial constituirá en este sentido, una barrera muy artificial, porque fuera del núcleo metropolitano el resto sufrirá una restricción que no corresponde al estado de la pandemia.

Pero la cuestión es que Barcelona difícilmente empezará a recobrar la normalidad hasta bien entrado julio, si las cosas no cambian mucho. En Converses a Cataluña analizamos que la tendencia en el número de muertes en Cataluña, y también de ocupación de las UCI, es ahora peor que en el resto de España, incluido Madrid. El número de muertes es superior en Cataluña que en la capital de España. También es más elevado el número de casos. El día 27 de abril, Cataluña registró 403 por 363 Madrid. Para darnos una idea de la magnitud de esta cifra comparada con el resto de España, basta con señalar que ella sola supera la suma de todas las demás comunidades autónomas españolas, con la excepción de Madrid y Castilla y León (183).

Naturalmente estos datos dejan a la cola del desconfinamiento a Barcelona. Si esto se confirma y el Gobierno Sánchez no flexibiliza su aplicación, la consecuencia será un mayor período de parálisis económica en el núcleo de actividad más importante de toda España y decisivo para Cataluña, como es el área metropolitana de Barcelona. Todo lo referido al comercio, a la hostelería y al turismo que en otros lugares abrirán, si bien con restricciones, en el caso barcelonés quedarían rezagados, y por consiguiente, sufriendo un mayor perjuicio.

Este es el análisis de lo concretado por Sánchez. Pero claro, con un gobierno que aplica criterios tan cambiantes, está por ver que en la práctica esa diferenciación por provincias no quede en nada.

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