Google preparó un informe donde se registran los cambios de movilidad a lo largo de la pandemia en términos de porcentaje y en relación con los datos promedios. Pero advierten que:
“La precisión de la ubicación y la comprensión de los lugares categorizados varía de una región a otra, por lo que no recomendamos utilizar estos datos para comparar los cambios entre países o entre regiones con diferentes características (por ejemplo, áreas rurales versus áreas urbanas)”.
Solo han tratado aquellas regiones que disponen de niveles de datos estadísticamente significativos. Para saber cómo calcularon estas tendencias y preservar la privacidad, el informe, ofrece el acceso a la metodología.
Los datos que figuran a continuación se refieren al conjunto de España (y la cifra del mismo concepto ceñida a Cataluña).
El bajón más grande se ha dado en la venta minorista y actividades de ocio, que han disminuido un 94%. Esta reducción, que de hecho significa el cese de toda actividad, se refiere a tendencias de movilidad para lugares como restaurantes, cafeterías, centros comerciales, parques temáticos, museos, bibliotecas y cines.
Para Parques (parques nacionales, playas públicas, parques urbanos, plazas y jardines públicos) la reducción ha sido del 89%.
Las tendencias de movilidad para lugares como centros de transporte público, estaciones de metro, autobús y tren, y todo tipo de estaciones de tránsito, la disminución ha resultado del 88%.
Un segundo grupo es el de supermercados y farmacias, y parafarmacias, perfumerías, almacenes de alimentos, mercados de agricultores, tiendas especializadas de alimentos. En este caso la reducción también es importante, el 76 %, aunque seguramente muy distinta entre las actividades esenciales, como la adquisición de comida y productos farmacéuticos. Debe considerarse que se trata de movilidad y no de gasto. Puede darse menor frecuencia de compra pero más gasto por unidad.
Más moderada ha resultado la movilidad relacionada con los lugares de trabajo, del 64%.
Finalmente, la que ha registrado una movilidad positiva, como es lógico es la relacionada con la residencia, que ha registrado un incremento del 22%.
El paro ha sido total en la actividad comercial, y esto también debe leerse en el grado del problema económico que genera la vuelta a la normalidad, la presencia al aire libre, el espacio público, confirmando la disciplina del confinamiento, la movilidad mediante el transporte público. Dado que la reducción en la movilidad al trabajo ha sido importante, pero menor, resulta evidente que el transporte privado ha ejercido la función mayoritaria en los desplazamientos.
La reducción en la actividad comercial relacionada con la alimentación, pero también en farmacia y perfumerías, ha sido grande pero menor que las anteriores. También es posible observar que en términos de desplazamientos laborales, casi un tercio de las personas han manteniendo su actividad, o en términos opuestos, dos tercios no han trabajado, y ello también da una idea del golpe económico que tal paro significa. Por último, solo, como es lógico, la vivienda ha registrado un balance positivo.
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