Colau intenta hundir el motosharing eléctrico

Ada Colau continúa con sus polémicas intervenciones para regular el tráfico en Barcelona. Si hace unas semanas entró en vigor la prohibición para circular a aquellos coches con determinada antigüedad (perjudicando gravemente a las familias con menores ingresos, incapaces de comprarse un coche nuevo), ahora ha lanzado un ataque contra las compañías que se dedican al motosharing, el alquiler de motos eléctricas (y por lo tanto sostenibles y no contaminantes, por lo que la medida es incluso aún más incomprensible) por minutos.

Se ha hecho público un manifiesto en el que se expresa el asombro ante la noticia de la reciente adjudicación de licencias de motos en la ciudad. Se van a adjudicar 6.958 a repartir en partes iguales entre 21 operadores, lo que se traduce en 331 motos por compañía.

Esto va a ocasionar una fragmentación excesiva del sector del motosharing y lo más importante es que afectará directamente a los usuarios, quienes perderemos la posibilidad de encontrar una moto siempre cerca y nos veremos obligados a descargar una veintena de Apps para seguir teniendo acceso a este modelo de transporte.
La medida, además, va a obligar a retirar de la calle miles de motos de compañías que desde hace 4 años ofrecen a los ciudadanos de Barcelona un servicio útil, necesario y una alternativa real de movilidad sostenible. Hablamos de empresas que apostaron por esta ciudad para ofrecer un servicio único, pionero, y que han trabajado duramente para crecer, crear más puestos de trabajo, llegar a más barrios, ayudar a reducir las emisiones de CO2 y mejorar la calidad del aire. Compañías que se han consolidado como un complemento real al transporte público y han ayudado a mejorar el acceso en aquellas zonas donde el transporte es más limitado.
En el manifiesto se valora la medida del Ayuntamiento de Barcelona como «una mala noticia para los ciudadanos y para todos aquellos emprendedores que apuestan por Barcelona para crear nuevas empresas», para concluir afirmando que «Queremos pensar que aún hay opción de corregir esta situación. Queremos una ciudad moderna, que apueste por el talento y el emprendimiento. También queremos una Barcelona limpia, sostenible y sobre todo Smart. Y lo podemos conseguir mediante un sector del motosharing bien regulado, con las suficientes licencias para asegurar la viabilidad de las empresas y el buen servicio para los usuarios, además de un número lógico de operadores, que no sobresaturen la ciudad ni confundan al usuario
Por el momento, parece que Ada Colau no quiere una ciudad con vehículos antiguos pero tampoco modernos, no quiere coches pero tampoco motos eléctricas. Quizás sea cierto que su modelo es el retorno a la era preindustrial.
Se puede dar apoyo al manifiesto en Motosharingbcn.com

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