Las 36 grandes tendencias que marcan en 2025. Sus perfiles estilizados

  1. La Unión Europea atraviesa una gran crisis que, a su vez, representa una gran oportunidad y una amenaza de colapso. Sin embargo, la UE ha mostrado cierta resiliencia en momentos críticos (Brexit, pandemia, fondo Next Generation). A pesar de las dificultades, conserva una capacidad de maniobra que no debe subestimarse.
  2. El miedo es una característica creciente; como se vio con la COVID-19, ese miedo facilita la manipulación por parte de quien controla el Estado. Además, el sistema democrático y constitucional no garantiza necesariamente la protección contra esa manipulación. No es evidente, pero sí posible, que los movimientos ciudadanos y ONG que promueven la transparencia y la rendición de cuentas contrarresten el potencial abuso. La cultura actual del individualismo y la subjetividad no favorecen la conciencia ciudadana. En cualquier caso, esta variable no resuelve el problema del miedo como característico.
  3. Vivimos bajo una burocracia excesiva, ineficaz e ineficiente, que degrada las instituciones y la vida de las personas. Está sobredimensionada, pero es incapaz de proporcionar una buena sanidad, educación pública, vivienda social y cuidados de dependencia adecuados y a tiempo. Algunos países destacan por una buena gestión pública y servicios de gran calidad (escandinavos, Países Bajos), lo que indica que la burocracia no siempre es sinónimo de ineficacia.
  4. Existe una crisis institucional caracterizada por la anomia. Estas señales de crisis en la legitimidad institucional pueden matizarse en el setido de que organismos (Tribunal de Cuentas, Denfensores del Pueblo, agentes de supervisión) continuan funcionando y señalando irregularidades. No es evidente que sean un contrapeso suficiente. Por ejemplo, en España el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo son apéndices del partido al poder. La “anomía” no es total ni quizás irreversible, pero sumada a otros factores de crisis (burocracia, partidos, individualismo hedonista), puede estar generando una crisis sistémica.
  5. La natalidad es desastrosa y el balance vegetativo apunta hacia la extinción, aunque también existen iniciativas para fomentar la conciliación y políticas de natalidad (por ejemplo, ayudas a las familias en algunos países del Este y del Norte). Habrá que ver si resultan eficaces a largo plazo. Uno de los peores escenarios es el español y, por extensión, el catalán: niveles de natalidad de los más bajos, las menores ayudas de Europa a la familia y los hijos, y una clara apuesta ideológica por el fomento del aborto, que ya significa entre el 30% y el 40% de los nacimientos (Cataluña).
  6. La desigualdad crece: aumenta el número de superricos, y un 10% de los trabajadores son pobres. La precariedad es una característica común. Además, los jóvenes no reciben salarios ni perspectivas que les permitan emanciparse. El problema de la precariedad juvenil y las dificultades de emancipación no es homogéneo en todos los países. Asimismo, surgen nuevos nichos de empleo (economía digital, transiciones verdes) que podrían ofrecer oportunidades si van acompañados de adecuada formación. No está claro que su sincronización permita evitar otros efectos adversos como la introducción de la IA.
  7. Avances (y retrocesos) en la Digitalización y Ciberseguridad.
    • La rapidez de la transformación digital en Europa (teletrabajo, administración electrónica, digitalización de pymes) comporta tanto oportunidades como vulnerabilidades (ciberataques, brecha digital, carencia de competencias tecnológicas).
    • El desigual acceso a la tecnología agrava la brecha educativa y productiva, perpetuando la precariedad de ciertos colectivos.
  1. Se ve una degradación y un creciente descontento de las clases medias. Se produce una fragmentación interna: algunos subsegmentos de la clase media ascienden (profesionales digitales), mientras que otros se sienten amenazados (empleados de sectores tradicionales en reconversión). En algunos casos, como España, la fiscalidad les resulta claramente desfavorable, así como la tendencia a pagar por servicios en función del nivel de renta (ley futura sobre farmacia, por ejemplo) sin acceder a ayudas.
  1. Hay una creciente polémica crítica sobre la inmigración masiva. Una variante es el miedo a la islamización o a la existencia de una minoría en aumento que nunca se integrará (como se teme en Francia). La inmigración agrava sus problemas cuando:
    • Es masiva y rápida.
    • Tiene un capital humano inferior al de la población autóctona.
    • Presenta un ciclo productivo deficitario en relación al balance con el estado.
    • Por sus características, es difícil de integrar en la comunidad preexistente de cultura, modo de vivir, memoria colectiva y proyecto de futuro.
    • Es percibida, erróneamente, como el sustituto de una tasa de natalidad insuficiente.
    • Por su número, presiona sobre determinados servicios públicos infradimensionados (escolares, sanitarios, etc.).
    • Estimula el crecimiento de sectores productivos de baja productividad.
    • Determinadas élites (políticas, culturales, mediáticas) practican y fomentan una lectura acrítica de los problemas que genera.
    • Por iniciativa o reacción, se genera una respuesta hipercrítica a la inmigración.
  1. Escasez de mano de obra calificada y envejecimiento de la población activa. En algunos países europeos, la natalidad decreciente y la jubilación masiva de la generación del baby-boom están dejando puestos vacantes en sectores esenciales (sanidad, ingeniería, tecnologías de la información). Esto repercute en la competitividad y la sostenibilidad del estado del bienestar.
  2. Existe una legislación intrusiva en la forma de vivir de las personas, que afecta a sus valores morales y al derecho de los padres a la educación de sus hijos.
  3. La gente está cansada de los partidos políticos, aunque éstos son necesarios para la democracia liberal representativa. Las encuestas de los institutos sociales indican que, en España y Cataluña, por esa causa, la política se ha convertido en uno de los principales problemas para el país.
  4. La población está fatigada de la forma de vivir impuesta por la cultura hegemónica, impulsada por el poder político, mediático y cultural.
  5. Crecen y toman fuerza las reacciones políticas “antiliberales”, de la derecha radical o “alternativa”, o cómo se la quiera denominar. La etiqueta de antiliberal puede designar realidades muy diversas.
  6. Aumenta la polarización por una doble reacción :
    • Por un lado, debido a los excesos del liberalismo cosmopolita de la globalización y la “progresería de género” (feminismo, identidades de género, doctrina queer, wokismo, autodeterminación individual ilimitada, cancelación cultural cristiana, etc.), que han generado una derecha alternativa cada vez más fuerte.
    • Por otra parte, la contrarreacción del liberalismo y la progresería, que, en lugar de reconocer errores y corregirlos —errores que han dado alas a la derecha antiliberal—, acentúan su propio discurso y demonizan de forma absoluta al adversario, convertido en enemigo político sin derecho a ser alternativa de gobierno.
  1. Cada vez más gente considera que el escenario político es un continuum, que se presenta como una falsa alternativa entre el liberalismo cosmopolita y la “progresería de género”. Se percibe como una losa para la libertad, atrapada entre lo políticamente correcto y la cancelación woke.
  2. El futuro no se presenta como algo deseable, ni siquiera para los jóvenes; hay un cierto miedo a lo que está por venir, que contrasta con otros períodos históricos recientes.
  1. La sociedad se configura con un número creciente de individuos solos y, por tanto, débiles y cada vez más dependientes del Estado, generando nuevas demandas sobre un sistema de bienestar en crisis.
  2. Incremento del trabajo flexible y modelos híbridos. Tras la pandemia, crece la adopción de formatos de trabajo remoto o híbrido, con implicaciones en la conciliación familiar, la reestructuración de las ciudades y la deslocalización de ciertos puestos de trabajo. Al mismo tiempo, puede disminuir la interacción social y la cohesión laboral, aumentando la soledad y problemas de salud mental.
  3. En la previsión de futuro no se tiene en cuenta el balance generacional en su conjunto ni el efecto de una inmigración masiva con bajo capital humano que indica que, si la mayor parte de esta inmigración, en la medida en que envejezca, no vuelve a los sus países de origen, presentará un balance generacional negativo para las cuentas públicas. Puede sostener, a largo plazo, ciertos sectores productivos y corregir el envejecimiento. En cualquier hipótesis no existe previsión cuantitativa alguna. Se anda a ciegas.
  4. Existe un maltrato sistémico de la UE en el sector primario (agricultura, ganadería y pesca).
  5. Se promueve una transición energética sin planificación equilibrada, cuyos costes castigan sobre todo a la población con rentas más bajas y la capacidad productiva, aunque no toda la UE carece de planificación.
  6. Se observa una creciente financiación de ciertas élites “excedentes”, que alimentan el relato del poder en temas como la perspectiva e identidades de género, la doctrina queer, la doctrina woke, los estudios culturales o la teoría crítica.
  7. El poder se siente atemorizado ante la posible pérdida de hegemonía y reacciona con un discurso catastrofista (por ejemplo, John Carlin en La Vanguardia , hablando de “dos psicópatas con el mayor arsenal nuclear del mundo”), lo que impulsa el riesgo de una profecía autocumplida. Aunque el catastrofismo no siempre implica inacción: en ocasiones genera reformas.
  8. Crece en Europa el poder de la gran delincuencia (por ejemplo: Francia con la problemática en las banlieues y Marsella, la Mocromafia en los Países Bajos, o la lucha de bandas por la droga en Suecia).
  9. Aumentan las dependencias y adicciones de toda clase, así como las enfermedades mentales, lo que daña al capital humano de forma “invisible”.
  10. Se extiende la sensación y conciencia de una “dictadura de la realidad” impuesta por los grandes medios de comunicación, que sólo presentan lo que el poder desea. (El informe del Congreso de Estados Unidos sobre la COVID alimenta esta interpretación). Se incluyen, además, las guerras de Ucrania e Israel, la marginación de la guerra de Sudán, el cambio climático y la inmigración. La manipulación es un peligro real, pero no absoluto.
  11. Existe una gran erosión de la institución básica para el buen funcionamiento de la economía y el estado del bienestar: la familia formada por la unión estable de un hombre y una mujer, con vocación y capacidad de descendencia y de educar a los sus hijos. Existe confusión sobre la equivalencia funcional de diferentes “modelos” de familia. Si la cuestión pasa por cómo sostener la natalidad y la educación de los niños, cabe decir que la evidencia del fracaso de todo lo que no sea la familia clásica es un fracaso verificado empíricamente.
  12. Se advierte un discurso militarista creciente por parte de las élites del poder europeo, lo que fomenta el miedo y la inseguridad frente al futuro.
  13. Existen amenazas reales y tangibles, al menos en:
    • Las redes sociales de los plutócratas tecnológicos (aunque se oculte concentrando la atención sólo en una de ellas, como X).
    • La IA, la robotización.
    • Una nueva pandemia (por ejemplo, la gripe aviar), sin un aprendizaje suficiente de lo anterior en muchos países (como España).
    • La crisis climática.
    • La inestabilidad geopolítica con posibles consecuencias bélicas.

Son factores disruptivos de primera magnitud. Sin embargo, también existen iniciativas para regular la IA (marco europeo de la IA) y para mejorar la vigilancia epidemiológica. El resultado dependerá de la voluntad política y cooperación internacional y de cada país. Por ejemplo, España nunca ha revisado lo que funcionó mal durante la pandemia del 2020; no ha desarrollado la legislación necesaria y, por consiguiente, sigue anclada en la “solución” de los estados de alarma declarados inconstitucionales y sigue sin disponer de un sistema estatal de prevención y lucha epidemiológica.

  1. Falta de coordinación en la política exterior y de defensa de la UE.
    • La crisis en Ucrania y otros conflictos ponen de manifiesto la disparidad de intereses entre Estados miembros, complicando la acción conjunta y la credibilidad de la UE como actor global.
  1. Desafíos en la Innovación y la Competitividad .
    La UE intenta desarrollar su propia «autonomía estratégica» en semiconductores, inteligencia artificial y energías limpias. Sin embargo, depende en gran medida de EE.UU. y Asia, lo que puede generar tensiones geopolíticas y retrasar la modernización del tejido industrial europeo.
  2. Creación de Narrativas Alternativas (Información vs. Desinformación).
    • La proliferación de plataformas digitales ha facilitado la difusión de todo tipo de discursos (conspiraciones, falsedades, campañas de influencia extranjera).
    • Esto aumenta la polarización y la desconfianza en las instituciones, erosionando la cohesión social.
  3. Impacto de la Nueva Geopolítica Energética .
    La búsqueda de proveedores alternativos de gas y petróleo, o la dependencia de minerales críticos (tierras raras, litio) para la transición energética, realinean la política exterior y generan nuevas tensiones con países proveedores.
  4. Las complejas políticas de la UE, los distintos niveles de poder y su asimetría competencial según los diferentes estados (Lands , regiones autónomas, regiones, provincias, municipios, entes territoriales intermedios) exigen una planificación que no existe, por razones ideológicas y profesionales. Ideológicas, por la visión liberal dominante; profesionales, porque la dirección está en manos de políticos profesionales, juristas y economistas neoclásicos con abundancia de perfiles financieros. Existe un déficit de dirigentes con formación científica y en ingenierías. Un ejemplo simple (que podría presentarse en términos más complejos) se refiere al sector del automóvil. Se trata de una actividad industrial estratégica, que por una deficiente previsión de futuro, está cada vez más en crisis frente a otros grandes competidores como China. La acumulación de regulaciones, la limitación de vehículos a motor para 2025 y la demonización del vehículo privado en muchas grandes ciudades constituye una contradicción insuperable. Barcelona quiere reducir el número de desplazamientos en vehículo a sólo un 20% del total en el 2030, pese a su deficiente red de cercanías y la dificultad de acceder a la ciudad desde su área metropolitana si no está en coche. Asimismo intenta mantener una gran empresa automovilística, Seat-Cupra, y relanzar la factoría abandonada por Nissan. Se quieren producir coches para no utilizarlos o para que los usen personas de otros lugares lejanos. Es un absurdo que no puede funcionar.
  5. Las ineficiencias de la UE son debidas a sus carencias democráticas. En realidad, la dirección política, comisarios y presidente de la Comisión tienen como primeros interlocutores a los que servir: los representantes de los Estados miembros, por un lado, y los altos funcionarios de la UE, por otro. En segundo lugar, su interlocución es con los lobbies acreditados y, en tercer lugar, con un Parlamento que carece de relación con los representados y obedece a la partitocracia estatal. Las listas cerradas y bloqueadas por los estados impiden cualquier atisbo de interés de la institución por los ciudadanos. Una vez más, son los grupos de presión los que realmente pueden llegar a los diputados porque el canal teórico de los partidos no asume esta función.

Entrades relacionades

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.