El trasfondo cultural del primer ciclo bursátil del franquismo (10). Las Letras. Intelectuales (V)

Falangistas de «segunda generación»

De los intelectuales del Grupo de Burgos que no desempeñaron responsabilidades políticas, desuellan principalmente los poetas Luis Rosales y Luis Felipe Vivanco y el novelista Gonzalo Torrente Ballester. También Samuel Ros.

Luis Rosales Camacho

Luis Rosales Camacho (Granada,1910-Madrid,1992), estudiante de Derecho y Filosofía en la Universidad de Granada y doctorándose en Filología en la de Madrid. Da sus primeros pasos a partir de principios de los años treinta publicando poemas en revistas tales como Los Cuatro Vientos de la mano de Pedro Salinas y Jorge Guillén. Luego en Cruz y Raya que dirigía Bergamín. También en Caballo Verde para la Poesía de Pablo Neruda.

Pero al estallar la guerra, siguiendo al bloque familiar, se suma a los sublevados. Contacta con los intelectuales falangistas de Pamplona y luego de Burgos, con una activa participación, primero, en el periódico Arriba España y la revista Jerarquía y luego en Vértice y Escorial. En 1937 publica “La voz de los muertos” una de las más importantes obras escritas en el período bélico. Dirigirá Cuadernos Hispanoamericanos con Laín. Ingresará en la Real Academia Española y en la Hispanic Sociaty of America (1962). Ejercerá como director del Instituto de Cultura Hispánica. Se distanciará, sin embargo, del régimen, siendo miembro del Consejo Privado del Conde de Barcelona y, desde 1978, dirigiendo la revista Nueva Estafeta, en la que se admiten colaboraciones en las diferentes lenguas de España.

Luis Felipe Vivanco

Luis Felipe Vivanco (San Lorenzo de El Escorial, Madrid,1907-Madrid,1975), estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid y luego Filosofía y Letras. En estos años universitarios compuso poemas vanguardistas que publicó en Cruz y Raya, revista que dirigía su tío José Bergamín. Trabó amistad con Rafael Alberti y Xavier Zubiri y también con Luis Rosales y Leopoldo Panero.

Al estallar la guerra, a pesar de su declarado republicanismo, diversas circunstancias familiares lo empujan hacia el franquismo. También se vincula a los grupos de Pamplona y Burgos, adquiriendo aquí un papel destacado al lado de Dionisio Ridruejo. En la revista Escorial cultivó una poesía intimista, realista, de carácter mediativo y trascendente. A lo largo de esa década de los cuarenta publicará, con notable aceptación, “Cantos de primavera” (1936) y “Tiempo de dolor” (1940).

Gonzalo Torrente Ballester

Gonzalo Torrente Ballester (Serantes, Ferrol, 1910-Salamanca,1999), estudió Derecho en la Universidad de Oviedo e inició los estudios de Filosofía y Letras en la de Madrid y más adelante Historia en Santiago de Compostela. En 1936 sacó por oposición la plaza de profesor auxiliar de Historia Antigua en esta universidad.

Cuando empezó la guerra se encontraba en París.  Regresó a España y se afilió a Falange, a pesar de que en sus orígenes había trabajado en el diario anarquista La Tierra. Se integró en el grupo de Ridruejo, participando activamente en las publicaciones del mismo y muy especialmente, en tanto que cofundador, en la revista Escorial.

Su primera novela apareció en 1943 (Javier Mariño) que, sin embargo, fue secuestrada por la censura a instancias de la autoridad católica. Cuatro años más tarde se traslada a Madrid para ejercer como profesor de Historia Universal en la Escuela de Guerra Naval, permaneciendo en la misma hasta 1962. Prolífero escritor, gozó de merecida fama con la publicación de la trilogía Los gozos y las sombras.

Fue distanciándose del franquismo, convirtiéndose en un autor afamado y profesando, a partir de 1966, en la State University of New York. A su regreso se instaló en Salamanca, ingresando en la Real Academia Española y en la Real Academia Gallega. Fue galardonado con los Premios Príncipe de Asturias (1982) y Cervantes (1985).

Samuel Ros Pardo

Samuel Ros Pardo (Valencia, 1904-Madrid,1945). Su vinculación al Grupo de Burgos se debió a la íntima amistad que mantuvo con Dionisio Ridruejo, el cual, aparte del ideario político, sentía por Ros gran respeto. Fue un escritor precoz, empezando a publicar a partir de los diecinueve años, compaginando la narración con el periodismo. 

Ingresó en Falange Española en los momentos fundacionales, asistiendo con asiduidad a la tertulia de “La Ballena Alegre” congregada en torno a José Antonio Primo de Rivera. Durante la guerra fue perseguido y consiguió huir a Chile. En este país escribió la obra Los vivos y los muertos”, publicada en 1938 y reeditada tres años más tarde en Madrid, conjuntamente con “La felicidad empieza mañana”.

Curiosamente, en este país sudamericano desempeñó el cargo de delegado de Prensa y Propaganda de FET y de las JONS. A su regreso a España dirigió la revista Vértice desde 1940, publicó en Arriba y escribió diferentes obras, destacando, “Con el alma aparte” (1942). Falleció en Madrid poco antes de cumplir los cuarenta y un años.

El trasfondo cultural del primer ciclo bursátil del franquismo (9). Las Letras. Intelectuales (IV)

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