FERRMED es un lobby ferroviario europeo creado en 2004, en Bruselas, por iniciativa privada catalana.
Nació como una asociación de carácter multisectorial, con el propósito de mejorar la competitividad de las empresas europeas a través de la adopción de los llamados «estándares FERRMED» aplicables al transporte ferroviario de mercancías, la obtención de una mejor conexión entre puertos y aeropuertos y sus respectivos hinterlands, así como a través de la promoción del gran Eje Ferroviario de Mercancías Escandinavia-Mediterráneo Occidental.
Como idea subyacente, figuraba desde el principio la defensa por elevación a las instancias europeas de la necesidad urgente de la creación del Corredor Mediterráneo de transporte ferroviario de mercancías, que va desde la frontera francesa hasta Algeciras, pasando por Barcelona, Tarragona, Valencia, Murcia y Andalucía.
El ingeniero catalán Joan Amorós
El ingeniero catalán Joan Amorós, doctor ingeniero industrial, ha sido el promotor y el alma del proyecto desde su inicio. Actualmente, es presidente de la asociación FERRMED, con sede en Barcelona. Cabe decir que todo el mundo que le conoce coincide en que “es un gran currante y un patriota catalán“.
El 23 de octubre de 2011, el periodista y escritor Enric Juliana escribía lo siguiente en un artículo en La Vanguardia:
“El señor Amorós representa el secular tesón del especialista. En una sociedad como la catalana a la que no abundan los altos funcionarios del Estado, el especialista entregado a su causa es una figura de singular relieve en el diorama catalán. Moviéndose con habilidad en Bruselas, el ingeniero industrial Joan Amorós, ex directivo de Motor Ibérica, ha logrado poner en marcha un verdadero lobby a nivel europeo a favor del corredor ferroviario de nuestro Mediterráneo. Desde 2004, fecha de su fundación, la asociación FERRMED, ha sido el topo que no ha dejado de trabajar ni un solo día para conseguir una rectificación de las prioridades que la Comisión Europea fijó en 2003, marginando a instancias del gobierno de José María Aznar y de la Comisaría Europea de Transportes Loyola de Palacio- la conexión de los puertos mediterráneos y priorizando una inviable travesía central de los Pirineos“.
Del artículo de Juliana se desprendía que la principal motivación de Joan Amorós para crear FERRMED en 2004 fue precisamente la decisión de la Comisión Europea de 2003 sobre las prioridades de la Comisión Europea en materia de comunicaciones ferroviarias entre España y Francia, que Juan Amorós juzgaba incorrecto, pues contemplaba la construcción de un túnel ferroviario que atravesaría el Pirineo central, de dificultosa y cara realización, y, por tanto, de baja rentabilidad, que además marginaba a los puertos mediterráneos, como Barcelona.
Pensó que si el Banco Mundial había sido capaz de impulsar la Autopista automovilística del Mediterráneo a partir de su estudio/propuesta de los años sesenta del siglo pasado, también la Comisión Europea podría convertirse en la gran institución impulsora de la construcción del Corredor Mediterráneo de transporte ferroviario de mercancías, a principios del siglo XXI.
Joan Amorós se había jubilado de la NISSAN en 2003, donde había ocupado altos cargos, como director de compras o responsable de logística. Había seguido de cerca las iniciativas de la Comisión Europea que podían afectar a su empresa. Sabía que Jacques Delors, prestigioso presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, fue el promotor de grandes iniciativas de integración europeas, entre las que destacaban el mercado interior único, el euro, pero también de las redes transeuropeas, como las ferroviarias de transporte de mercancías, que interesaban particularmente a Cataluña.
FERRMED, el lobby ferroviario europeo
La actividad de FERRMED a partir de su creación en 2004 fue febril. Entre muchas actividades, destaca la realización de un gran estudio sobre el sistema ferroviario europeo de transporte de mercancías que se envió de inmediato a la Comisión Europea. Los resultados del esfuerzo llegaron en breve. Gracias a ese estudio, la Comisión aceptó el carácter fundamental del eje Corredor Mediterráneo, así como el concepto de “red prioritaria” (hasta entonces sólo se había hablado de “proyectos” concretos).
El Corredor Mediterráneo
A partir de aquí, la primera gran victoria del lobby llegó en 2013, cuando se aprobó una importante reforma del sistema europeo de transportes, que se había creado en 2009, y que recogía las ideas de FERRMED. Gracias a su actividad de lobby, el Corredor Mediterráneo figuraba incluido entre los nueve corredores ferroviarios prioritarios. La red europea de transportes, también la ferroviaria, se dividió en dos subredes: 1) una red básica (Core Network), con nueve corredores, entre ellos el Corredor Mediterráneo, y 2) una red global (Comprehensive Network). Las inversiones se debían priorizar en la red básica.
El año 2015, Joan Amorós declaraba:
“El Corredor Mediterráneo no es más que la parte meridional del Gran Eje FERRMED que, a lo largo de 4.000 kilómetros, une Escandinavia con la Península Ibérica. El Corredor Mediterráneo en nuestro país es, sin duda, el más rentable y estratégico. En España las provincias mediterráneas representan a más del 40% de la población y del PIB, el 55% de la producción industrial, el 50% de la producción agrícola, el 60% de las exportaciones, el 67% del tráfico marítimo y el 60% del tráfico terrestre de mercancías“.
Se mostraba muy crítico con la Comisión Europea por no priorizar las inversiones y por no espolear a los estados miembros de la UE a que invirtieran donde fuera más productivo y rentable, también desde el punto de vista medioambiental. Pensaba que, a nivel europeo, se había avanzado bastante en el aspecto conceptual, influido por FERRMED, pero todavía no en el de las realizaciones.
No veía que las previsiones europeas pudieran cumplirse. La Comisión Europea pretendía que en 2030 el 30% del transporte de mercancías en Europa se hiciera por tren. La realidad era que la media europea estaba muy lejos del objetivo, cerca del 18%. En Cataluña, el porcentaje era más bajo y se situaba en el seis por ciento, mientras que el global de España era del cinco por ciento. Joan Amorós declaraba: «Está cantado que no se alcanzarán los objetivos europeos, la urgencia de la construcción del Corredor Mediterráneo es muy grande, ya debería estar en funcionamiento hace años».
El segundo gran informe
Para tratar de superar el callejón sin salida, FERRMED ha trabajado entre 2019 y 2023 en la elaboración de un segundo gran informe, que ha presentado a finales del mes de noviembre de 2023 en Bruselas.
En este informe se declara que habría que potenciar de forma prioritaria cuatro grandes corredores: dos de este a oeste (uno de Rotterdam hasta la frontera con Polonia con Bielorrusia y otro hasta la frontera húngara con Ucrania); y dos de norte a sur (uno de Rotterdam hasta Barcelona y otro que pasa por Amberes, Milán y Génova). Según Amorós, el concepto de “red omnicomprensiva” (comprehensive network) es una especie de “café para todos” a nivel europeo, insiste en que es necesario priorizar. Se queja de que la Comisión Europea no manda lo suficiente sobre los Estados miembros, que acaban finalmente haciendo lo que más les conviene.
FERRMED ha hecho público en este último informe que el 65% del tráfico ferroviario se concentra en 18.000 kilómetros, en los que precisamente se encuentran los hubs o nodos ferroviarios más importantes de Europa. Invirtiendo en el 23% de la “red omnicomprensiva” se obtiene el mayor porcentaje del valor resultante de la inversión. El informe también ha puesto especialmente de relieve, que el hub o nodo Tarragona-Barcelona es el tercero en importancia de Europa, sólo por detrás de la cuenca del Ruhr y la región de Milán.
el informe propone construir 18 nuevas terminales intermodales en Cataluña para alcanzar las metas marcadas por la Comisión.
«Si no se invierte fuerte y rápido en los nodos clave, el riesgo de un colapso inmediato es evidente», ha declarado. Reclama a la Comisión Europea y al conjunto de Estados miembros de la UE una inversión adicional de 77.270 millones de euros hasta 2033 respecto a los aproximadamente 480.000 millones ya presupuestados. Según el informe, en España tanto el Corredor Mediterráneo como el Atlántico son necesarios. El trayecto Irún-Madrid es prioritario en este segundo corredor. En el caso concreto de Cataluña, el informe propone construir 18 nuevas terminales intermodales en Cataluña para alcanzar las metas marcadas por la Comisión.
La conclusión final del documento es que Europa necesita un plan europeo integrado de transporte ferroviario de mercancías, con criterios de prioridad bien fijados a la hora de invertir, “un plan coherente a escala europea”, y que la Comisión Europea vele por su cumplimiento.
FERRMED ha presentado el informe a la presidenta de la Comisión de Transporte del Parlamento Europeo, la francesa Karina Dellin, quien ha apoyado la ambiciosa investigación realizada por el lobby.
Karina Dallin ha declarado que «es obvio que todavía hay mucho trabajo por hacer», y en todo caso ha agradecido el trabajo realizado por FERRMED como «guía en materia ferroviaria» de Europa.
Joan Amorós, por su parte, ha concluido que “lo que ahora toca es trabajar para hacer realidad los objetivos de 2030, que no se conseguirán sin una labor inversora urgente y prioritaria por parte de los estados miembros de la UE, estimulada y coordinada por la Comisión Europea“.
El informe también ha puesto especialmente de relieve, que el hub o nodo Tarragona-Barcelona es el tercero en importancia de Europa, sólo por detrás de la cuenca del Ruhr y la región de Milán Share on X