La competencia entre Feijóo y Sánchez se come totalmente el panorama catalán. ¡Qué gran paradoja! Pese a que teóricamente el independentismo sigue teniendo un peso muy importante en el electorado catalán, lo que puede ocurrir en las coordenadas de la política de Catalunya en estas elecciones está fuera de foco. Parece que interese a muy pocos y es un pésimo síntoma.
Lo que parece claro en estos momentos es que se producirá una importante abstención diferencial en Catalunya que afectará sobre todo a los partidos independentistas. ¿En qué medida?
Esto es lo que podemos vislumbrar a través de las encuestas. Si partimos de la del CEO de la Generalitat los 48 escaños que se escogen en el Congreso de los diputados se repartirían de la siguiente forma: PSC 17, ERC 9, JxCat 8, PP 7, Sumar 3, CUP 2 y Vox 2
El resultado da una clara victoria socialista que se sitúa como primera fuerza a distancia de todos los demás. Pero también significa un buen resultado para el PP porque se sitúa sólo a 2 escaños de distancia del que ha sido su mejor resultado histórico. Por otra parte, como la obra permanece inacabada, su proximidad a JxCat e incluso a ERC le puede permitir concebir esperanzas de quedar como tercera fuerza en Catalunya, lo que sería un éxito extraordinario. En esta encuesta los dos partidos más perjudicados por los malos resultados son ERC, porque perdería 4 escaños de los 13 que tiene ahora y esto es una caída muy grande, y la operación Sumar con los comunes que pincharía porque quedaría como un partido muy minoritario en el caso catalán.
Si toman como referencia este resultado, podemos compararlo con el que nos dan otras recientes encuestas. El tracking de GAD3 para ABC coincide con la cifra de escaños de ERC, le da uno menos a JxCat, y también 1 menos a la CUP. El tracking de El Mundo coincide en los 9 diputados de ERC, pero también le da 9 a JxCat y, por tanto , mejoraría. Mientras que la CUP podría sacar 1 o ninguno.
De todo ello la conclusión parece clara, aunque todavía quedan días muy intensos hasta llegar a la conclusión electoral. La abstención independentista se concentraría sobre todo en el antiguo votante de ERC, afectaría con mucha menor medida al votante de la CUP y se sitúa en un punto de incertidumbre en relación con JxCat, porque según la observación puede permanecer igual, perder sólo 1 diputado o incluso ganarlo.
Sea como fuere, es evidente que en estos momentos el independentismo está bastante fuera del juego político. Lo constata la observación de la realidad cotidiana. Por ejemplo, la concentración independentista de rechazo por el regreso a Girona del rey, que fue declarado en el pasado persona non grata en ese territorio, y de la princesa Leonor, se saldó con una concentración independentista de sólo 200 personas que ni siquiera logró acercarse significativamente al recinto donde se entregaban los premios.
El resultado de esta dinámica queda claro y señala una excepción catalana, pero distinta a la habitual porque consiste en una clara victoria socialista cuando se está replegando en el conjunto de España y en feudos tan históricos como Andalucía. En Catalunya el resultado electoral y por pactos a ambos lados, el PSC ha ido ocupando el espacio de la histórica Convergència, y sólo le queda por conquistar lo que cada vez más es un reducto, el gobierno de la Generalitat que está gobernado con el apoyo de una ínfima minoría parlamentaria. El balance a estas alturas de todos estos años, desde el punto de vista del autogobierno catalán, entendido como el detentador de una dinámica propia independiente de la lógica de la política española, ha desaparecido. Y los planteamientos y resultados del independentismo, tanto el que vive colonizado por el pacto de izquierdas como el que pregona un enfrentamiento que no se ve por ninguna parte con el estado, es que lo único que hemos conseguido es la marginalidad política de Cataluña.