¿Qué peligros nos traerá el 2023 en términos de crisis internacionales? Como cada año, el instituto de investigación International Crisis Group (ICG), publica su selección de los 10 conflictos internacionales que espera que marquen la agenda diplomática de 2023.
Sin duda, el principal foco de tensión mundial se sitúa sobre Ucrania, pero éste no es ni mucho menos el único lugar caliente del escenario global. Converses resume a continuación las previsiones del ICG, dejando el conflicto ruso-ucraniano, en último lugar, para dar mayor visibilidad a otros dramas más alejados del foco mediático.
1. Armenia-Azerbaiyán
Se trata de una crisis que la guerra de Ucrania ha empeorado. Como Converses explicaba recientemente, la turca Azerbaiyán ha aprovechado la debilidad de Rusia, el tradicional protector de la cristiana Armenia, para seguir arañando territorio de la disputada región del Nagorno-Karabaj a lo largo del 2022.
Dos años antes, Azerbaiyán ya lanzó una ofensiva militar que redujo el territorio disputado bajo control armenio. Durante los últimos meses, Azerbaiyán incluso ha tomado territorio internacionalmente reconocido como armenio, e impuesto un bloqueo de los enclaves todavía habitados por población armenia.
Por ahora existen dos procesos de paz en marcha, uno patrocinado por Moscú y otro por la Unión Europea, pero ambas partes implicadas no parecen estar dispuestas a ceder. En el peor de los casos, Azerbaiyán, que es quien tiene la ventaja militar gracias a sus exportaciones de hidrocarburos y al apoyo directo que recibe de Turquía, podría volver a tomar por la fuerza lo que no se llegue a pactar en la mesa de negociación.
2. Irán
Este año se trata de una crisis interna, provocada por la durísima represión del régimen contra los manifestantes que pedían retirar la obligatoriedad del velo. La violencia con la que los ayatolás han reaccionado, incluido el asesinato de cientos de personas, combinada con el suministro de armas y equipos militares a Rusia, han hecho que Teherán esté más aislado que nunca.
Sin embargo, según el ICG, de momento las protestas no suponen todavía un peligro existencial para el gobierno teocrático, ya que no cuentan con la masa crítica necesaria. Ésta dependerá de si las clases medias superan su miedo tanto a la represión como a un cambio de régimen radical.
Mientras, las discusiones para resucitar el acuerdo nuclear del 2015 se encuentran en punto muerto. Asimismo, el régimen está más cerca que nunca de conseguir el arma nuclear, una situación inaceptable para Israel y Estados Unidos.
3. Yemen
Yemen, la guerra olvidada de la península de Arabia que estalló hace ya ocho años, se encuentra en un limbo. A pesar de un alto el fuego pactado por Naciones Unidas en abril de 2022, el gobierno internacionalmente reconocido y apoyado por Arabia Saudita, y, por otra parte, los rebeldes hutis apoyados por Irán, se están preparando para nuevas ofensivas militares .
Sin embargo, ambos bandos están totalmente exhaustos y el conflicto ha sumido al país en la más absoluta miseria, convirtiéndolo probablemente en el más pobre del mundo. En cuanto a las posibilidades diplomáticas, se encuentran en un punto marcadamente bajo.
4. Etiopía
En 2022 un sangriento conflicto bélico enfrentó al gobierno del presidente Abiy Ahmed con los rebeldes del Frente de Liberación Popular del Tigrai, estos últimos actores dominantes del escenario político etíope durante décadas. Las partes firmaron un acuerdo el pasado noviembre, pero los rebeldes siguen armados.
El conflicto etíope habría causado en torno a medio millón de muertes civiles desde que estalló en 2020. Las bajas mortales entre los combatientes se cuentan igualmente por cientos de miles sólo en los últimos meses, y se acusa a todos los bandos de atrocidades.
Además, hoy por hoy, las fuerzas armadas de la vecina Eritrea, aliadas nominales de Ahmed, todavía ocupan territorio etíope. La paz es muy débil, y por supuesto no definitiva.
5. Congo y la región de los Grandes Lagos
Otro conflicto africano, este caso en la vasta República Democrática de Congo y la zona de los Grandes Lagos en África central. El grupo armado M23, que se sospecha está apoyado por Ruanda, está generando el caos en el este del país. Una región en la que todos los países vecinos (Rwanda, Uganda, Burundi) tienen importantes intereses económicos, y donde el Congo es incapaz de ejercer su soberanía territorial y proteger a sus ciudadanos con eficacia.
Mientras, una misión armada de Naciones Unidas, la MONUSCO, cuya base principal es la capital de la región, Goma, lo mira desde lejos. La población local pide de hecho su retirada después de trece años de fracasos para devolver la paz a ese territorio.
6. El Sahel
Burkina Faso, Níger y Malí no dan muestras de conseguir derrotar a las insurgencias islamistas que corroen su territorio. Burkina y Mali han sufrido varios golpes de estado en los últimos dos años, y sus gobiernos provisionales respectivos piden ahora la retirada de las fuerzas armadas occidentales (esencialmente francesas) que combaten a los terroristas desde hace una década.
Malí ha pasado de ser un aliado de Francia a pedir el apoyo militar de Rusia, algo que el Kremlin le ha brindado de inmediato. Ahora se teme que Burkina siga el mismo camino, lo que dificultaría aún más el trabajo de los contingentes europeos que combaten para contener el yihadismo armado.
7. Haití
Desde el asesinato de su presidente en el 2021, Haití se encuentra sumido en la parálisis. La violencia de bandas criminales impone la ley de la fuerza bruta, y la situación es tan grave (más de la mitad de la población sufre hambre) que muchos haitianos depositan sus esperanzas en una intervención militar extranjera, a pesar de que las operaciones previas han fracasado por estabilizar el pequeño país isleño del Caribe.
8. Pakistán
Pakistán abre el 2023, año de elecciones generales, profundamente dividido entre los partidarios del ex primer ministro Imran Khan y los del actual gobierno, apoyados por las fuerzas armadas que disponen de una enorme influencia política en este país vecino de la India.
Khan, que ha adoptado una retórica populista y antiestadounidense, ha denunciado que el actual gobierno paquistaní, que lo hizo fuera en abril pasado, está preparando unas elecciones manipuladas.
Mientras, el país se encuentra en una situación lamentable. Durante los últimos meses, unas gigantescas inundaciones sumergieron una tercera parte del territorio, y más de 20 millones de paquistaníes dependen todavía hoy de ayuda humanitaria. Además, Pakistán hace frente a un serio riesgo de impago de su deuda.
9. Taiwán
Se trata del principal punto de tensión entre las dos superpotencias del siglo XXI, la emergente China y los todavía predominantes Estados Unidos de América. Se sabe que la unificación de la isla con China continental es un objetivo político inherente al régimen comunista de Pekín. Además, el gobierno chino nunca descartó la opción de una conquista militar, si bien siempre dijo anteponer la solución pacífica.
Las tensiones han ido aumentando hasta tal punto que Washington se ha visto obligado a salir de su ambigüedad estratégica y mostrar signos cada vez más claros de que está dispuesto a defender militarmente a Taiwán.
La administración de Joe Biden es bien consciente de que si bien la Rusia de Putin es la urgencia, China de Xi Jinping es la verdadera prioridad, y no puede permitirse mostrar ninguna debilidad que Pekín podría interpretar como un signo facilitando la invasión militar de la isla.
10. Ucrania-Rusia
Poco más puede decirse de la primera guerra convencional sobre suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Lo que empezó como una «operación militar especial» ha acabado convirtiéndose en una guerra de desgaste en la que Ucrania ha sido devastada y Rusia se enfrenta a un éxodo de su población joven y más preparada, así como a un durísimo régimen de sanciones internacionales.
Ninguna de las dos partes parece estar dispuesta a entrar en un proceso de paz serio, al menos por ahora. Por otro lado, por el momento la perspectiva de una eventual escalada nuclear frena las opciones más atrevidas de Occidente para infligir una derrota militar total en Rusia.
Sin duda, el principal foco de tensión mundial se sitúa sobre Ucrania, pero éste no es ni mucho menos el único lugar caliente del escenario global Share on X