La preocupante deriva del Parlamento Europeo

En las últimas semanas, el Parlamento Europeo ha llevado a cabo dos votaciones que han dejado en evidencia la hegemonía de la ideología progresista más radical que impera en la cámara de Bruselas.

La primera tuvo lugar el pasado 20 de mayo, cuando una mayoría de parlamentarios rechazó la propuesta de debatir la posición de la Comisión Europea sobre la persecución religiosa que sufren los cristianos en todo el mundo.

La petición provenía de un grupo de parlamentario europeo y de abogados defensores de los derechos humanos, entre ellos ADF International. Llegaba particularmente después de conocer el brutal asesinato de Deborah Yabuku, una joven cristiana falsamente acusada de blasfemia y brutalmente asesinada por sus vecinos musulmanes en Nigeria.

La votación obtuvo 231 votos a favor y 244 en contra, y se hizo paradójicamente el mismo día en que varias víctimas (cristianas también) de las injustas leyes de blasfemia de Pakistán se encontraban en Bruselas precisamente para agradecer el apoyo de las autoridades europeas contra esa legislación de su país de origen.

El cristianismo es la religión más perseguida del mundo desde hace años, como la propia BBC admitía en 2019. Se calcula que 17 cristianos son asesinados cada día en todo el mundo solo por el hecho de ser seguidores de Jesucristo.

El hecho de que la Unión Europea, que busca ser una nueva potencia mundial, se niegue incluso a estudiar la cuestión a pesar de ser la cuna de la religión más practicada del mundo demuestra hasta qué punto sus ambiciones son contradictorias.

La segunda votación desconcertante se produjo el 10 de junio, cuando el Parlamento Europeo recordó al Tribunal Supremo de Estados Unidos que debía “respetar” la polémica sentencia del caso Roe contra Wade de 1973, que abrió la puerta a las leyes pro-aborto en ese país al ofrecerles protección constitucional.

En este caso, los resultados no fueron ni mucho menos tan ajustados: la resolución fue aprobada por 364 votos a favor, 154 en contra y 37 abstenciones.

Sorprende que la cámara de Bruselas se permita una injerencia de este tipo en la soberanía de un país no miembro de la Unión, y más teniendo en cuenta que el propio gobierno de Estados Unidos es ya claramente favorable al aborto. La votación europea es pues, de entrada, innecesaria.

Resulta también desconcertante que el poder legislativo europeo se inmiscuya en las competencias del poder judicial estadounidense, ya que supone una vulneración del principio de la separación de poderes tan alabando por las instituciones de Bruselas.

El Parlamento Europeo ha ido aún más lejos y ha pedido que los ciudadanos europeos financien los abortos en Estados Unidos y en todo el mundo

Pero es que la cuestión no termina aquí: el Parlamento Europeo ha ido aún más lejos y ha pedido que los ciudadanos europeos financien los abortos en Estados Unidos y en todo el mundo a través del Servicio Europeo de Acción Exterior y de los programas de la Comisión Europea.

El principio subyacente es nefastamente perverso, puesto que sitúa una vez más a la Unión Europea como el principal exportador mundial del aborto. Una promoción que la gran mayoría de los padres fundadores de la UE, de cultura e inspiración cristianas, habrían encontrado aberrante.

Por si fuera poco, los llamamientos desde el Parlamento Europeo a favor del aborto, que se han multiplicitado en los últimos meses, llegan precisamente en el momento en que los nacimientos en Europa están en mínimos históricos. Un contexto que sitúa al Viejo Continente ante una crisis demográfica brutal que la amenaza con el derrumbe a medio y largo plazo.

Con estas dos votaciones, el Parlamento Europeo demuestra su desvinculación creciente respecto a las raíces de Europa, traiciona sus propios principios más fundamentales y deja en evidencia una Unión Europea que ha perdido el rumbo ya no sólo político y económico, como Converses ha expuesto en múltiples ocasiones estos últimos meses a raíz de la guerra de Ucrania, sino más inquietante todavía, moral y cultural.

El Parlamento Europeo demuestra su desvinculación creciente respecto a las raíces de Europa, traiciona sus propios principios más fundamentales y deja en evidencia una Unión Europea que ha perdido el rumbo Share on X

Print Friendly, PDF & Email

Entrades relacionades

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.