La dinámica económica y las perspectivas de la gente joven

Ahora está emergiendo en la opinión publicada la difícil situación de los jóvenes. Es una conciencia que llega con mucho retraso. Basta pensar en los años y años que hace que el abandono escolar y los jóvenes que ni estudian ni trabajan superan sumados y con creces el 25% de la población joven menor de 29 años. De entrada, representa que una cuarta parte se verán excluidos de las posibilidades de tener un trabajo razonablemente remunerado, de continuidad en el trabajo y, por tanto, de lograr una pensión mínimamente suficiente. Y esto hace décadas que dura. Quizás ahora se le ven las orejas al lobo porque también están afectados un porcentaje no pequeño de universitarios hijos de la clase media, en un sentido amplio, y por tanto con padres que forman parte de los creadores de opinión pública porque trabajen en los medios de comunicación. Sea como sea hay un problema. Mejor dicho, hay varios: un problema de desequilibrio generacional por ruptura de la solidaridad, pero también por la naturaleza y perspectivas del crecimiento económico futuro. Constatamos esto:

Entre los últimos 30 o 40 años la renta per cápita ha crecido un 68%. El PIB por capitán un 65%. El salario mínimo se ha multiplicado por 2,84, y la riqueza media por 2,25. Ha habido, por tanto, una gran mejora de las condiciones de vida en el conjunto de la población. No es un hecho menor que de estos indicadores el que haya crecido más es precisamente el salario mínimo. El gasto público en porcentaje de PIB se ha multiplicado por 3, al menos hasta el 2011, al igual que el gasto sanitario entre 1995 y 2014. Por lo tanto, han crecido bastante más que el incremento del PIB. Ha habido un crecimiento importante de los dos capítulos. La enseñanza, sin embargo, ha sido la excepción. Entre 1980 y 2016 el gasto en términos de PIB sólo ha aumentado un 48%, claramente por debajo del 65% en que lo ha hecho el PIB.

Con estas cuatro cifras podemos constatar algunos hechos de presente y de futuro:

De presente, con respecto al gasto continuado hecho con la enseñanza, que no se ha situado al mismo nivel de lo que ha crecido el país y muy por debajo del conjunto del gasto público. Los gobiernos desde 1980, y por tanto, de clara mayoría socialista por el número de años que han gobernado, no han tenido la enseñanza en primer término. Han sido quienes han mareado con hasta 8 (o 7) leyes educativas diferentes en todo este periodo, un récord europeo.

La segunda cuestión, que es de futuro, es reflexionar sobre si es posible alcanzar en los próximos 30 años incrementos de renta del orden del 68%. No es un hecho ajeno que el super plan español «Plan de recuperación, transformación y resilencia» no se atreve en sus 348 páginas a hacer ninguna previsión sobre el crecimiento de la renta de este país en la próxima década. Es decir, se trata de un gran plan sin objetivos cuantitativos. Y lo mismo se puede decir de la otra variable fundamental, que es la población. Con unos costes de transición que ya enseñan la patita por debajo de la puerta, como es el caso de la factura eléctrica, y fuertes corrientes ideológicas que defienden el decrecimiento, ¿se pueden concebir incrementos de renta importantes para este país?

En definitiva, cuando se cuestiona la situación actual de la juventud hay que recordar que esta no es independiente de tres hechos. Uno, del fracaso sistémico de la enseñanza. Dos, del sistema de valores y virtudes que inculcan la sociedad y la escuela a los jóvenes, porque para poder vivir como los padres, que es el gran reto que muchos dicen que no lograrán, es necesario haber también vivido el tipo de vida que ellos vivieron, y sobre todo la que vivieron sus abuelos, que son en gran medida los que han hecho la revolución económica de este país. El tercer hecho es que es inseparable de su futuro la dinámica social y económica, y que si no se conjugan bien los contradictorios elementos en juego (mayores exigencias de productividad, digitalización y robotización de la economía y transición ecológica), parece difícil que haya un futuro favorable para una buena parte de la juventud.

Estàs d'acord que s'atorguin els indults als condemnats pel procés?

Cargando ... Cargando ...

 

Print Friendly, PDF & Email

Entrades relacionades

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.