La encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, sobre intención de voto en unas elecciones catalanas y españolas, se ha llevado a cabo mediante un trabajo de campo que se realizó, en parte, cuando la negociación para formar el gobierno de la Generalitat no estaba cerrada, y persistía un estado de frustración.
A pesar de ello, el bloque de la independencia mejora sus resultados, ampliando la mayoría absoluta a 75-78 (ahora 74), aumentando los de ERC y la CUP, y disminuyendo un poco, 3 o 4, los escaños de JxCat. ERC superaría ahora en escaños, entre 1 y 3, al PSC.
El voto del bloque representaría el 50,3% con una participación estimada superior al 60%, superior en casi 10 puntos a la última convocatoria electoral. A pesar de ello, los partidarios de la independencia solo serían el 44,9%, casi 6 puntos menos que los votantes a partidos independentistas.
El PP mejoraría sus resultados, pasando de 3 a 6-7 escaños. Continuará siendo marginal, por debajo de la CUP (10-12) y En Comú Podem (8-9), dos formaciones muy a la izquierda.
Este resultado tiene, según la misma fuente, un correlato en las elecciones generales. El independentismo, con ERC a la cabeza, obtendría entre 22 y 24 escaños (13-14 de ERC), el PSC 11-13 (ahora 12) y el PP 3-4 a pesar de la desaparición de Ciudadanos.
El análisis que ofreció Kiko Llanera en El País (30/05), a partir de la serie de encuestas realizadas desde las últimas elecciones generales, muestra claramente el sorpasso del PP (28,1%) al PSOE (25,8%), alcanzando los 123 diputados por 103 los socialistas, y alcanzando la mayoría absoluta con VOX, si bien ligeras modificaciones de voto pueden alterar este resultado.
Las conclusiones son evidentes:
1) El independentismo seguiría gobernando Catalunya.
2) El PP catalán queda a gran distancia de los socialistas (entre 8 o 9 escaños menos) y aporta muy pocos diputados al conjunto español.
3) El PP, sin mejorar la situación en Catalunya, queda muy lejos de la mayoría absoluta y depende en todo de VOX.
Dos hechos, si se mantienen, definen el futuro: la fuerza independentista en Catalunya y en el Congreso, y la extrema debilidad del PP catalán.
Einstein formuló una evidencia: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Y este es el criterio que hay que aplicar a Catalunya. Si el PP quiere obtener resultados distintos debe modificar substancialmente su planteamiento en Catalunya. Y lo debe hacer en dos planos distintos.
Uno el de la construcción de un relato cultural, que dote de centralidad a la derecha en Cataluña y normalice su situación entre los grupos mayoritarios de población. Pero este relato no puede nacer de unos laboratorios de Madrid y no puede surgir del propio entramado social de Catalunya.
Dos, la construcción de una alternativa para capturar el voto desmovilizado, y ofrecer opción creíble de éxito a medio plazo, aglutinando el voto de centro derecha procedente del catalanismo y del PP, en una única formación que no sea una sopa de siglas. Esto solo se consigue si existe el relato y se aprovecha el rechazo hacia la política y los partidos para presentar una obra nueva vinculada al PP en el Congreso.