El Instituto de Estadística de Cataluña dispone del denominado Índice Socioeconómico Territorial (IST) que, por medio de una serie de indicadores, determina aquellos territorios que se encuentran en peor situación socioeconómica. Concretamente, utiliza la población ocupada, el porcentaje de trabajadores de baja cualificación, la población con estudios bajos, la población joven sin estudios post obligatorios, los extranjeros de países de renta baja o media y, finalmente, la renta media por persona.
El último dato disponible es de 2018, por tanto en plena recuperación de la crisis y antes de la pandemia, y la serie es corta porque comienza en 2015. No es arriesgado pensar que a estas alturas debe haber aumentado el número de territorios mal posicionados socioeconómicamente y en algunos casos habrá profundizado aún más esta situación.
Si echamos un vistazo a esta serie de años, podemos constatar como la población ocupada y la renta media por persona mejoran, como corresponde a la fase del ciclo económico, se mantiene prácticamente estancada la proporción de trabajadores de baja cualificación, se incrementa con 2 puntos la población con estudios bajos, con 1 punto los jóvenes sin estudios de secundaria no obligatorios, como el bachillerato y la Formación Profesional, y en 5 décimas los extranjeros de países de rentas no elevadas. Esto en cuanto al conjunto de Cataluña, por tanto, una evolución que en algunos aspectos inmediatos tendía a mejorar, pero en otros, que pueden tener un reflejo a medio y largo plazo, se habría estabilidad o producido un cierto empeoramiento.
Uno de los aspectos más interesantes de este indicador es que puede dar la información a un nivel territorial muy pequeño. Concretamente lo presenta por agrupaciones censales en unidades de 9.000 personas de media. Cada una de estas agrupaciones está constituida por un conjunto de secciones censales contiguas y similares desde el punto de vista socioeconómico. En total, Cataluña tiene 853 de estas unidades. Un examen de los indicadores, en el que el valor 100 expresa la media catalana. Por lo tanto, según el territorio se producen oscilaciones al alza o a la baja y permite constatar que es un país bastante homogéneo porque la inmensa parte del territorio se sitúa entre los valores 85 y 105. Pero esto no quiere decir que no haya situaciones extremas y algunas llaman la atención.
En la tabla adjunta se pueden observar cuáles son las agrupaciones censales peor situadas, que hemos considerado que eran aquellas que se encontraban por debajo del 70% del valor de Cataluña. Destaca en este sentido la agrupación censal de San Roc Oeste-sector Plaza Camarón de la Isla , con un valor de 51,1%. Pero aún hay otro territorio que lo supera, y es el que presenta el indicador más bajo de toda Cataluña, lo tenemos localizado en Santa Coloma en la agrupación censal 13, que corresponde al Fondo Alto, 50,6% . Pero aún hay otro claramente peor y se encuentra en Salt , agrupación censal 3, Núcleo Urbano Noroeste, con un 37%.
Naturalmente en estas magnitudes intervienen además de la renta los otros factores, y en los casos de Salt y Santa Coloma el peso de la población inmigrante es muy alto, y con ella van aparejadas otras características relacionadas con el bajo nivel formativo. Por otra parte también son territorios propensos a las rentas irregulares y, por tanto, el dinero negro no tiene reflejo estadístico.
Este conjunto, que como se ha apuntado recoge unidades de más o menos 9.000 personas, permite ver que hay unas poblaciones en las que el problema de estos territorios es más agudo. Y en este caso dos poblaciones destacan en Cataluña y pueden sorprender. Son Figueres 4 Oeste, con un 55%, y Figueres 5 Este, con un 64,9%. Son dos unidades para una ciudad que no es extraordinariamente grande. Hay pocas poblaciones en Cataluña de tipo intermedio que reúnan dos o más unidades. La otra es Mataró en los territorios de Rocafonda, 63,9%, y la agrupación 12 Cerdanyola Sur, con 65%. Badalona presenta tres de estas unidades pero es, recordémoslo, la tercera ciudad de Cataluña. Y Santa Coloma, otra ciudad muy grande, también registra dos.
También es posible observar, y la tabla lo refleja con su nomenclatura, que muchos de estos núcleos se encuentran en el área central de la población. Como Canovelles, Manlleu y Martorell. Otras agrupaciones censales comprenden toda la población. Es el caso único de Guissona que llama la atención porque es el centro de una importante producción cárnica y cooperativa, pero que no irradia prosperidad a su entorno. También permite constatar como los dos principales núcleos turísticos de Cataluña, Lloret de Mar y Salou, son de los pocos, por no decir únicos costeros, que tienen territorios con estas deficientes condiciones socioeconómicas. Es una llamada de atención sobre el efecto de un determinado tipo de turismo.
Finalmente, cabe destacar que Barcelona, con indicadores a escala catalana, presenta un elevado nivel de homogeneidad socioeconómica. De las 190 agrupaciones censales que la configuran, sólo 3 se sitúan por debajo del umbral de 70% del indicador medio catalán. En este sentido la visión de la ciudad sólo referida a sí misma sería engañosa, porque su nivel medio es realmente alto en términos catalanes. Estas zonas de peores condiciones económicas y sociales son Besòs Mar, Torre Baró, Ciutat Meridiana y Vallbona, y Barcelona 3 la Riereta, el núcleo histórico.