Desde que el dirigente del PSOE José Félix Tezanos lleva las riendas del CIS, este centro oficial que tiene la responsabilidad de dar a conocer las opiniones registradas de los ciudadanos es noticia frecuente en las páginas de sucesos, tanto por los extraños resultados que a veces aportan sus encuestas, como la manera de calcularlas. Ahora ha vuelto a suceder con la última encuesta del CIS en dos aspectos concretos:
De repente los políticos han mejorado su valoración, y el principal beneficiario ha sido el presidente del gobierno. Entre el año pasado y este puede parecer que la opinión de la sociedad española califique mejor -dentro del suspenso- a sus dirigentes políticos. Nada más alejado de la realidad. Lo que ha pasado es que se ha modificado la escala de valoración. Hasta ahora se pedía que se puntuara de 0 a 10, y Tezanos ha introducido la innovación de puntuar de 1 a 10, con lo cual ha aumentado la bondad de la nota. Quizá si la próxima vez la escala comienza en el 2 en lugar del 1, conseguirá que al final el presidente Sánchez llegue al 5.
Lo lamentable de estas operaciones que viene haciendo el CIS desde que lo dirige Tezanos es que rompe la coherencia de la serie histórica y hace imposible y dificulta hacer comparaciones a lo largo del tiempo.
No es esta la única idea luminosa de nuestro dirigente socialista, sino que ha efectuado un «brillante maquillaje» para atenuar la mala impresión que los ciudadanos tienen de los políticos. Hasta ahora se hacía una pregunta sobre cómo valoraban como problema los problemas políticos, los partidos y la política en general. Tezanos ha dividido ahora la pregunta en tres, por un lado «los problemas políticos», por otra «el mal comportamiento de los políticos» y, finalmente, «lo que hacen los partidos políticos». Estas tres preguntas suplen a la anterior y única «de los políticos en general, los partidos y la política como principal problema.» De todas formas, en este caso es sencillo sacar el entramado y compararlo con las cifras anteriores. Se trata de sumar el valor de las tres preguntas. El resultado nos dice que el 54% de los encuestados ven la política como un problema, 4,5 puntos más que la anterior encuesta del CIS, que lo situaba en el 49,5%. Para situar el punto de referencia, hay que decir que el primer problema (los políticos son el segundo), es el paro y está en el 58,9%.