Un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge en el marco de su Informe Anual sobre Desarrollo Sostenible valoró el comportamiento de 33 países del mundo ante la pandemia del Covid-19, estableciendo un índice sintético que integra las diversas valoraciones. Estas miden en concreto los muertos por millón de habitantes, la ratio de reproducción, la eficiencia en el control epidémico, la disminución de la movilidad y la disminución de la ratio de reproducción.
El índice tiene una escala que va del 1 a 0, siendo «1» la mejor calificación y «0» la peor. El resultado de este índice de acuerdo con los cinco indicadores señala que el país que ha tenido más eficacia en la acción, y con notable diferencia con el resto, es Corea del Sur, con un índice de 0,90. Sólo a 10 décimas del máximo. El segundo grupo estaría formado por los países que se sitúan entre 0,75 y 0,78, y aquí hay que remarcarlo porque ha pasado bastante desapercibido, en el que se encuentran los tres países bálticos: Letonia, Lituania y Estonia.
Entre el 0,70 y el 0,75, y por orden descendente, está Japón, Eslovenia, la República de Eslovaquia, Nueva Zelanda, Noruega, Grecia, Dinamarca y la República Checa. Se puede constatar, por tanto, que el grado de desarrollo económico de cada país no guarda relación con los resultados obtenidos. Es el caso de Grecia, que ocupa un destacado undécimo puesto. Portugal, que había tenido un inicio prometedor, está situado en el lugar 25º, con un 0,55. Por debajo de él, encontramos Irlanda con 0,53 (27º lugar), los EE. UU. con 0,55 (28º), Italia con 0,49 (29º), Francia con 0,46 (30º), Reino Unido con 0,43 (31º) y Bélgica con 0:40 (32º). El último lugar lo ostenta España, el 33°, con un índice sólo de 0,39 y, por tanto, muy alejado ni siquiera de los valores medios.
España resulta particularmente penalizada por la falta de eficiencia del control epidémico por la disminución de la movilidad, por la tasa de reproducción y por el número de muertes por millón de habitantes, es decir, en casi todos los indicadores. Concretamente, es, de acuerdo con las cifras oficiales, el segundo país en muertes por millón, pero en realidad no es así porque el estado que lo precede, Bélgica, contabiliza no sólo los muertos verificados por PCR, sino también aquellos que el médico considera que presentaban los síntomas, mientras que España los excluye de la contabilidad mortal del coronavirus. En cuanto a la tasa efectiva de reproducción es el tercer peor país por detrás de los EE. UU. y el Reino Unido. En eficiencia del control de la pandemia es, con diferencia, el peor país del mundo a distancia de todos los demás. Tiene una valoración incluso peor que la turca, que es también muy baja. La reducción de la tasa de reproducción es el índice en el que España todavía presenta una situación comparativa y relacionado con los países de la cola más positiva. Finalmente, también es el país que aplicó medidas más restrictivas a la movilidad junto con Italia y, por lo tanto, el que seguramente registrará un impacto económico más negativo.
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