En diciembre de 1991, hace treinta años, la Unión Soviética era únicamente Rusia y Kazajistán.
Meses antes, Ucrania había declarado su independencia después de que el referéndum organizado para definir el futuro de la ex-República Socialista Soviética de Ucrania se hubiera inclinado con más de un 80% de votos por la opción de cortar amarras con Moscú. También en las regiones del Donbass y Crimea, hoy en manos rusas.
Sin embargo, tres décadas más tarde, los ucranianos están divididos entre la nostalgia por el imperio soviético y la voluntad de independencia de Moscú.
Hay ucranianos que recuerdan cómo, a pesar de la ausencia de libertades, la Unión Soviética garantizaba una vida digna a sus ciudadanos.
A pesar de las penurias, las colas por comprar o la corrupción, que esgrimen, la vida transcurría sin sobresaltos. Había estabilidad y condiciones mínimas garantizadas, afirman.
El 40% de los ucranianos de más de cuarenta años sienten nostalgia por la Unión Soviética Share on XSegún las encuestas de opinión, el 40% de los ucranianos de más de cuarenta años sienten nostalgia por la Unión Soviética. Cifra que, lógicamente, cae hasta el 15% entre los menores de treinta años, ya nacidos en la Ucrania independiente.
Según apuntan los expertos del período, en Ucrania hay recuerdos radicalmente distintos de la era soviética porque el régimen comunista era «híbrido»: represivo y a la vez social. Podía enviar a un detenido al gulag y después de haber expurgado su pena, ofrecerle un trabajo y un apartamento gratuito.
Por otra parte, es innegable que Moscú utiliza la nostalgia a su favor para fomentar la atracción hacia Rusia.
Pero cabe decir también que la revolución de 2014, conocida como Maidan, contribuyó a dividir aún más a los ucranianos. El derribo de estatuas de Lenin provocó repulsión entre sectores de la población ucraniana. La situación se volvió aún más tensa en 2015 cuando las nuevas autoridades prooccidentales aprobaron una ley para borrar los símbolos soviéticos del espacio público.
Los sentimientos de los ucranianos hacia la Unión Soviética y Rusia varían mucho en función de la geografía
Los sentimientos de los ucranianos hacia la Unión Soviética y Rusia varían mucho en función de la geografía. En Lviv, en el oeste de Ucrania, de mayoría católica y considerada como la capital cultural del país, tan sólo un 10% de la población siente nostalgia por la era soviética.
Un porcentaje que aumenta hasta el 44% en Járkiv, segunda ciudad más importante de Ucrania y gran centro industrial situado en el este. Ya en el Donbass, fronterizo con Rusia, la mayoría de la población siente nostalgia por la Unión Soviética.
Sin embargo, los sondeos apuntan a que si un nuevo referéndum sobre la independencia de Ucrania se celebrase hoy, la mayoría de los ucranianos volverían a votar a favor.
La realidad del país es más compleja que la fractura oeste-este con la que tanto medios rusos como occidentales, han simplificado la situación. Las experiencias de la época soviética son fuente de desacuerdo en el seno mismo de las familias.
El PIB todavía no ha vuelto al nivel previo a la revolución prooccidental de 2014
Más que un país dividido en dos, Ucrania es un mosaico que, treinta años después del fin del comunismo, se sigue buscando a si mismo.
Mientras, el país sufre esta falta de rumbo: el PIB todavía no ha vuelto al nivel previo de la revolución del 2014, y la política sigue marcada por la sombra de la corrupción que ha perseguido al país desde la caída del comunismo .