Lejos de caer en la inactividad, Donald Trump prepara activamente su campaña para las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024.
Al igual que en 2016, sus propuestas como futuro candidato prometen ser simples pero contundentes: aumentar la presión en China y terminar de inmediato la guerra de Ucrania. De hecho, según afirmó, «24 horas» le serían suficientes para poner punto y final al conflicto bélico con Rusia.
El expresidente republicano tampoco se está de criticar duramente la política internacional de Joe Biden, asegurando que él nunca habría permitido una derrota como la de Afganistán en el 2021 ni que Rusia invadiera Ucrania en el primer momento.
Según informa el medio estadounidense Politico, desde fuentes cercanas a la organización de la campaña de Trump se afirma que su línea consistirá en desmarcarse como una «paloma» contraria a la guerra, y no como un » halcón», la postura tradicional de los candidatos republicanos de línea dura.
El equipo de Trump también va calentando motores para competir contra sus potenciales rivales en las primarias, el primero de ellos el recientemente reelegido gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Según las mismas fuentes de Politico, «Trump es el presidente de la paz y el primero en dos generaciones que no ha comenzado ninguna guerra, mientras que si se observa el historial de DeSantis en el Congreso, ha votado a favor de más despliegues militares en ultramar».
Haciéndose eco y queriendo capitalizar la creciente inquietud dentro de las filas republicanas hacia la política de apoyo masivo de Biden con Ucrania, Trump quiere emerger como la principal figura dentro del partido que se posiciona a favor de detener la financiación bélica a Kiev.
De hecho, varios ex-colaboradores de la administración Trump, como Mike Pence (vicepresidente), Mike Pompeo (secretario de estado) y Nikki Haley (embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas) han adoptado la actitud contraria, criticando a Biden por no apoyar lo suficiente Ucrania contra Rusia.
Así pues, podría decirse que Trump marca de nuevo tendencia. El establishment republicano duda todavía, pero cada vez más voces ponen en cuestión la política de Biden.
El destacado «think-tank» conservador y marcadamente liberal The Heritage Foundation, por ejemplo, habría dado marcha atrás en su tradicional petición de incrementar el gasto militar, pidiendo ahora que una reducción de costes en el Pentágono debería estudiarse como medida para limitar el déficit público.
Es evidente que Trump busca desmarcarse en los terrenos en los que puede proponer una alternativa atractiva para los votantes frente a los demás candidatos republicanos. Y su histórico lema «América Primero» conservará por supuesto toda su vigencia en el 2024.
Trump quiere emerger como la principal figura dentro del Partido Republicano que se posiciona a favor de detener la financiación bélica en Kiev Share on X