Pese a que las previsiones ya indicaban que la inflación conllevaría unos ingresos extraordinarios para el estado, los resultados superan las previsiones, con lo que en octubre hacienda ya ha alcanzado prácticamente toda la recaudación prevista para el año.
Lo que ingrese en los dos meses que faltan será el excedente que saldrá de nuestros bolsillos, que viven un doble ahogo: el de la inflación y el de la presión fiscal, porque en contra de lo que de vez en cuando nos recuerdan desde el poder, España tiene en términos reales una presión fiscal alta para quienes la pagan, naturalmente porque al mismo tiempo existe una evasión de los impuestos notablemente superior a la media europea. Pero, por lo visto, es muy pesado reducir esta cifra y, por tanto, lo que se hace es subir cada vez más a los que pagan, de tal modo que la presión fiscal en España ha crecido 3 veces más que la media del OCDE. Ya alcanza el 38,4% del PIB. Este incremento es de 1,7 puntos superiores a la de 2020 mientras que la OCDE sólo se aumentó un 0,5% del PIB.
Algunas comunidades autónomas, como Madrid, Andalucía y Galicia, han ajustado, en lo que son sus competencias, el marco fiscal para hacerlo menos gravoso, pero España no ha tocado nada.
Considerando el factor de la gran evasión fiscal española, que se refleja con un menor peso de los ingresos en el PIB, pese a que el tipo fiscal sea alto, España ya ha subido hasta el puesto 13º entre los 18 países de la OCDE, por tanto, ya estamos claramente por encima de la media. Cabe recordar que en 2019 estábamos en el puesto 18º. En consecuencia, el ahogo que se produce sobre los ciudadanos y las empresas es doble, evidentemente el de la inflación, pero también un segundo del que se habla menos que es el descarado incremento de la presión fiscal que corresponde al período de gobierno de Sánchez y continuará el próximo año.
El gobierno distribuye en forma de ayudas y subvenciones una pequeña parte de este excedente que ha logrado, en lugar de hacer lo que sería lo más racional desde el punto de vista económico, consistente en deflactar los impuestos para reducir el impacto de la inflación en nuestros bolsillos.
Sin embargo, está visto que la primera norma del gobierno Sánchez es: procura por ti.